Desde 2016 se incrementó un 130% la cantidad de presos en comisarías
Ayer, dos internos murieron tras un incendio en la Subcomisaría 14 en la ciudad de Santa Fe. Desde hace años el Servicio Público de Defensa Penal y organismos de DDHH advierten sobre esta situación. En el Gran Santa Fe, la capacidad de las comisarías estaba excedida en un 300 por ciento.
De la Redacción de Santa Fe Plus
Ayer por la mañana, dos presos que se encontraban alojados en la Subcomisaría 14 de la ciudad de Santa Fe murieron como consecuencia de un incendio dentro de la celda en la que se estabandetenidos.
Las víctimas fueron identificadas como Juan Exequiel Fernández, de 30 años, y Lautaro Iván Moreyra, de 23. Según trascendió, Fernández estaba detenido por una tentativa se robo desde el sábado, mientras que Moreyra cayó el pasado jueves al no respetar las salidas transitorias de la cárcel de Las Flores.
Además, hay dos agentes que prestan servicios que sufrieron lesiones. Uno de ellos, quien intentó abrir la celda, está en terapia intensiva, en el Hospital Iturraspe. La Subcomisaría está ubicada en la intersección de Hermanos Madeo y Combatientes de Malvinas.
Si uno lee los datos duros, la tragedia era previsible: desde 2008 crece de manera ininterrumpida la cantidad de personas privadas de la libertad en la provincia, y la cantidad de presos en comisarías se incrementó un 130% desde 2016.
Como se observa en el gráfico, la población carcelaria total de la provincia pasó de 3.794 personas en 2008 a 8.270 en 2021 (117% de aumento), lo cual ya de por sí representa un problema. La tasa de personas privadas de la libertad cada 100.000 habitantes pasó de 117 en 2008 a 232 en 2021.
La cantidad de presos detenidos en sedes policiales llegó a su punto máximo en 2013 (2.209 personas) y y retrocedió notablemente entre 2014 y 2017 (424 personas).
Hubo durante 2014 y 2015 una serie de hábeas corpus presentados por el entonces titular del Servicio Público de la Defensa Penal, Gabriel Ganón, en favor de los detenidos en dependencias policiales de la Unidad Regional II en el cual denunciaba las condiciones de hacinamiento, la mala atención de la salud y las falencias de la infraestructura entre otros ítems.
"Estamos totalmente satisfechos por el acta acuerdo que se logró firmar con el Ministerio de Seguridad de la provincia, pero mucho más satisfechos porque desde nuestro accionar logramos impulsar la modificación a una situación por demás de grave que aqueja a las personas privadas de la libertad en Santa Fe. Ahora esperamos que la provincia cumpla con lo pautado en tiempo y forma", declaró en enero de 2015 a los medios de comunicación.
Hace tan sólo unas semanas, la actual titular del Servicio Público Provincial de Defensa Penal de Santa Fe, Jaquelina Balangione, advirtió que la sobrepoblación de reclusos en comisarías superaba el 300% en el Gran Santa Fe y que "hay un colchón para cuatro, hay una ración de comida para cuatro, y hay un medicamento para cuatro presos".
Además, precisó que en la ciudad de Santa Fe y las localidades situadas en las cercanías "hay 362 presos en comisarías cuando hay lugar para 106" y sostuvo que "estamos a más del 300% de sobrepoblación".
Los sin condena
Otro dato relevante es la cantidad de presos sin condena en las cárceles de la provincia. En 2021, ese número significaba el 45% del total.
Otro dato que debe ser tenido en cuenta es que, al menos en 2018, el 71% de las personas que estaban en la cárcel eran desocupados al momento de ingresar. El 6,2% no estaba escolarizado, el 46,2% no había terminado la primaria y el 8,6% no había logrado terminar la secundaria. La cantidad de graduados universitarios que estaba tras las rejas en ese momento era cero.
En ese sentido, la población carcelaria tiene un perfil fácil de identificar: jóvenes, varones, excluidos del mercado laboral formal y con escasa escolarización. No casualmente es un perfil similar al de las víctimas de homicidios de la ciudad de Santa Fe, tal como publicó Santa Fe Plus.