¿Cómo debería reconfigurarse el peronismo santafesino?
Cuatro dirigentes del peronismo santafesino reflexionaron sobre el rumbo que debería adoptar el partido desde el año que viene. Amplio consenso en impulsar una renovación que brinde mayor participación a las y los jóvenes.
El peronismo santafesino atravesará desde diciembre una inevitable reconfiguración como consecuencia de la pérdida de los principales espacios de representación política y/o gubernamental que le posibilitaron la gobernación de Omar Perotti.
En términos institucionales, el obvio recambio que supone la pérdida de la gobernación buscará compensarse en las 10 bancas obtenidas de diputados, las seis retenidas en el Senado y las dos del Concejo Municipal.
En términos políticos la anunciada salida del actual presidente del partido, Ricardo Olivera, anticipa asimismo otros movimientos que bien podrían modificar la estructura organizacional del partido.
En tal contexto, Santa Fe Plus se comunicó con las y los dirigentes locales con mayor exposición para preguntarles cómo podría o debería reconfigurarse el peronismo santafesino a partir del año que viene.
Ignacio Martínez Kerz
Los resultados de las recientes elecciones provinciales pusieron en evidencia la necesidad imperiosa de iniciar cuanto antes un proceso de reconstitución del justicialismo de la provincia de Santa Fe, que deberá tener no cualquier orientación sino un norte que le devuelva su condición de fuerza política competitiva en todas las categorías, para lo cual naturalmente es condición sine qua non recuperar sintonía fina con las demandas de nuestro pueblo.
Por eso mismo, quienes lleven adelante esta etapa deben tener anclaje electoral. Vale decir, dirigentes que se hayan expuesto a la voluntad popular y puedan demostrar que tienen representatividad real. Los votos otorgan legitimidad no por capricho sino por expresión ciudadana democrática.
En igual sentido, la reconstrucción del peronismo santafesino exige como eje vertebrador la defensa irrestricta de los intereses de la provincia: el Estado, los sectores productivos, los trabajadores. Parece una obviedad, pero no lo es. Los justicialismos exitosos de todo el país jamás renunciaron a encarnar los valores inmediatos de su territorio y eso no los hizo bajar ninguna bandera histórica del movimiento nacional, más allá de lo que se dijera en algún despacho porteño.
Finalmente, la renovación del PJ impone un mayor protagonismo de las juventudes. No como elemento decorativo o meramente retórico. Tampoco como mera fuerza de trabajo militante. Sí en términos de participación concreta en las decisiones políticas de nuestra fuerza. Desde ya que, como advirtió Juan Perón, trasvasamiento generacional no es tirar un viejo por la ventana todos los días, pero el maquillaje juvenil ya no alcanza.
Es importante subrayar que todo lo enunciado en los párrafos anteriores se debe inscribir en un marco de absoluta amplitud. No sobra nadie. Al contrario, falta. El patrullaje ideológico nunca fue una virtud, menos lo es ahora. Sobre todo en el peronismo, que no nació hace 80 años sólo para dar testimonio sino para cambiar la historia.
El primer paso para recorrer ese camino lo tenemos frente a nuestros ojos: que todas las compañeras y compañeros pongamos nuestro esfuerzo máximo, sin especulaciones, sin mezquindades, sin cálculos chiquitos, para que, a partir del 10 de diciembre, Sergio Massa sea el nuevo presidente argentino. Tenemos con qué, tenemos con quien.
Violeta Quiroz
El peronismo tiene muchos desafíos por delante, sin embargo, la prioridad hoy debe ser la unidad para defender los derechos conquistados a través de los años en nuestro país, los que se ven amenazados por el avance de la derecha y los grupos concentrados de la economía disfrazados de personajes con mensajes violentos y programas inviables que de ponerlos en práctica significarían una catástrofe para Argentina.
Es cierto que tenemos problemas, pero también es cierto que hay sectores que se muestran como nueva opción y ya tuvieron la oportunidad de gobernar dejándonos entre otras cosas una deuda feroz a 100 años
Por otro lado, los que se describen como lo nuevo con un discurso violento instalan una supuesta rebelión, pero con recetas ya vistas que trajeron muerte y caos a nuestro país.
Es por eso que debemos priorizar el interés colectivo por sobre el individual, invitar a luchar y defender los derechos de todos y todas por sobre cualquier mezquindad política.
Que no nos entretengan más con peleas e internas vacías. Hay que convocar, escuchar y concientizar que somos el único sector político que gobierna pensando en la gente y no en la timba financiera
Jorge Andrés Fernández
Todavía no hubo un debate colectivo de cómo debe reconfigurarse el peronismo santafesino. Tampoco sería buen momento, porque aún no pudimos hacer catarsis. Son tres procesos que nos debemos dar: catarsis, reflexión individua y colectiva, y luego dar el arranque.
No es bueno hacer una refleción colectiva sin antes detenerse un momento a evaluar. No hay que pensar en caliente.
Se viene una campaña electoral e incluso quizás un ballotage. Por eso será a fin de año o principios del que viene cuando podremos darnos una discusión colectiva. Hay que dale tiempo a los procesos.
También muchos actores deberán reubicarse. Se verá cómo se ordenan los nombres a partir del resultado nacional. El contexto es diferente según quién gane.
Está claro que van a emerger nuevos liderazgos y actores. Se va a construir un peronismo diferente. Lo único que estoy seguro es que el peronismo atravesó muchas crisis y que a todas las superó.
Hoy debemos estar concentrados en la elección nacional y no hay tiempo para la reflexión colectiva. El futuro es el 22 de octubre.
Federico Fulini
Lo primero que tiene que hacer el peronismo es asumir que tanto en Santa Fe como en Rosario y la provincia ya no se está en el poder. Por eso se debe ir a foja cero y decidir qué queremos hacer en cada territorio que deseamos gobernar. En los últimos años la gente no sabe qué es lo que quiere hacer el peronismo local.
Por eso debemos ofrecer un modelo que pueda narrarse de forma concreta y que tenga se ocupe de las necesidades concretas de la gente.
Buscar un norte para después salir a hablar, porque tener de qué hablar te ordena después el cómo hacerlo. Debemos discutir de forma concreta qué queremos para la ciudad de Santa Fe.
Además hay que pensar una renovación generacional. No significa abandonar a ningún dirigente por una cuestión etaria, sino el darle la posibilidad a compañeras y compañeros más jóvenes para que puedan empezar también a formar parte de la discusión. Tiene que haber una instancia de diálogo para discutir qué queremos hacer en la ciudad. Hoy es más importante que hablar de nombres. Hablar del modelo.
Y por último se debe ampliar el espacio. Lo buscamos en el espacio de Proyecto Futuro. Se necesita ampliar el horizonte de construcción porque ya no alcanza solo con el voto peronista. Hay un montón de espacios que crecieron en los bordes del peronismo y con los que hay que tener un canal de diálogo. Son militantes que quieren una ciudad muy parecida a la que proponemos.