"La Municipalidad puede tener policía y fuerza propia para solucionarle la vida al vecino"
El candidato del peronismo a la intendencia resalta que el Ejecutivo cuenta con los recursos necesarios para realizar obras en todos los barrios de la ciudad. También cree que Santa Fe "perdió 16 años en gestiones que se dedicaron a pasarle la pelota" a provincia o nación. "El de intendente es el cargo más difícil al que se puede aspirar por su contacto con el vecino", observa convencido.
“El Municipio tiene fuerza propia para encarar obras importantísimas para el ordenamiento de la ciudad.” Con estas palabras el candidato a la intendencia de Juntos Avancemos, Ignacio Martínez Kerz, resume el estilo de gestión que busca para la ciudad capital.
Desde su punto de vista, la gestión de Emilio Jatón “marcó una continuidad de 16 años de gestiones que se dedicaron a pasarle la pelota a provincia o nación”.
En cambio, explica que el Ejecutivo tiene “la capacidad y los recursos” para, por caso, equiparse con flotas propias de colectivos y minibuses “para no tener que ceder permanentemente a las presiones de los empresarios”.
Asegura además que están las condiciones para “ordenar la ciudad a través de la obra pública, repartiendo los fondos de manera equitativa”.
Y dice "estar convencido" de la necesidad de “ir hacia una policía municipal propia”. “Vamos a jerarquizar, capacitar, equipar y profesionalizar las guardia municipales para que cumplan un rol activo y concreto”, apuntó.
“La impronta que le vamos a dar a la Municipalidad es la de adelantarnos a los problemas. Vengo a asumir las responsabilidades para trabajar como intendente y no de embajador plenipotenciario”, explicó en diálogo con Santa Fe Plus.
—Quisiera comenzar pidiéndote una evaluación del tramo final de la campaña que vienen realizando: ¿cómo llegan al domingo?
—Estamos recorriendo la ciudad tramo por tramo, en contacto directo con el vecino y contándole el trabajo que venimos realizando desde hace tiempo en la ciudad de Santa Fe, tanto en mi rol de concejal como en mi rol de militante político o de colaborador de los equipos de Omar Perotti.
Explicando también lo que queremos para la ciudad, cuáles son los proyectos que tenemos para solucionar los problemas que las gestiones de gobierno de los últimos 16 años no han podido resolver, tanto en materia de transporte público como en recolección de residuos y seguridad. Son responsabilidades primarias de un Estado municipal.
En materia de obra pública deben tenerse propuestas concretas para cada barrio de la ciudad, para ordenarla en base a la igualdad de oportunidades.
—¿Tiene el Estado municipal la capacidad para realizar tantas obras?
—La obra pública es algo que un intendente puede impulsar más allá del gobierno provincial o nacional de turno. El Municipio de Santa Fe hace tiempo que no tiene problemas económicos ni de recaudación, porque hace más de 10 años que las tasas se actualizan trimestralmente, y una vez por año también entre el 50 y el 60% por la inflación. Hoy tenemos un presupuesto que supera los 42.000 millones de pesos.
Por lo tanto el Municipio tiene fuerza propia para encarar obras importantísimas para el ordenamiento de la ciudad. Después debe asumir además el deber y la responsabilidad de gestionar fondos en Provincia y Nación, lo mismo ante organismos de crédito nacionales e internacionales. Pero que tiene fuerza propia, la tiene. Nadie dice esto.
—¿Por qué?
—Porque los intendentes se desentienden de las cuestiones ligadas a la obra pública, lo mismo que con la seguridad o la salud. En estos últimos 16 años le han tirado la pelota a la provincia.
Nosotros tenemos una visión absolutamente distinta de lo que es un Estado municipal. No tenemos nada que ver con ese modelo de gestión que llevaron adelante (Mario) Barletta, (José) Corral y (Emilio) Jatón y que ahora con otra cara, otro estilo y otra profesión quiere transitarse en los próximos cuatro años.
Nosotros creemos que el Estado Municipal tiene que estar al frente de todos los problemas del vecino, por eso tenemos propuestas claras en materia de transporte público. Vamos a incorporar líneas de colectivos municipales y vamos a quitar los grandes colectivos del micro y del macrocentro para adoptar la figura de los minibuses.
—¿Cómo sería eso?
—Cuando decimos que vamos a tener líneas de colectivo municipales tiene que ver con que vamos a afectar el 4 por ciento del presupuesto para implementarlo. Ya tenemos los organismos de crédito para apalancar la compra de las primeras flotas, para implementarlas rápidamente durante el primer año de gestión. Lo mismo con los minibuses.
Esta medida le dará fuerza propia al intendente para no tener que ceder permanentemente ante las presiones de los empresarios, que desde hace 16 años hacen lo que quieren con el usuario. Los vecinos de la ciudad son rehenes del intendente y de los empresarios que trabajan de manera conjunta en detrimento del servicio. Nosotros vamos a transitar ese camino y lo mismo vamos a hacer con taxis y remises.
—¿Qué debería hacerse con ese subsistema?
—Impulsar una línea de crédito para apalancar la renovación de las flotas que fueron abandonadas. No se las controla ni se las modernizó. Tampoco se amplió. Nosotros vamos a modernizar y jerarquizar el sistema de taxis y remises.
—También hiciste mención a la seguridad: ¿cómo puede trabajarla un intendente?
—Estamos convencidos de que tenemos que ir hacia una policía municipal. Toma tiempo, pero no hay dudas de que un intendente debe ser el máximo responsable político de la ciudad y conocer los pormenores de cada territorio. Es el que está en mejor posición para conducir a la policía.
Toma tiempo porque requiere de una reforma de la Constitución o del consenso de 50 diputados y 19 senadores. En el mientras tanto, la responsabilidad es la de cumplir con tener las calles iluminadas y en buen estado para que entre el taxi y el remis, la ambulancia o el patrullero.
Nosotros no venimos a refundar lo que está bien, sino que le vamos a dar continuidad. Pero hoy la guardia municipal no tiene un rol concreto porque falta un intendente que se ponga al hombro la temática. Hasta ahora patearon la pelota para otro lado. Vamos a jerarquizar, capacitar, equipar y profesionalizar la guardia municipal para que cumplan un rol activo y concreto.
Con esa jerarquización vamos a tener un efecto positivo en el interior de los barrios porque el trabajador municipal es el que mejor conoce cada territorio de la ciudad.
Todas estas cuestiones deben ir acompañadas de políticas sociales, porque no solamente se trata de policiamiento o de alumbrado y de calles transitable, sino que también está en juego la reconstrucción del tejido social.
Por eso vamos a tener un programa de empleo municipal para crear oportunidades para los más jóvenes. Vamos a transformar el centro de salud de nuevo horizonte, el único municipal en toda la ciudad, para que pueda funcionar como un centro de tratamiento en adicciones. También vamos a poner en funcionamiento el Centro de Atención a la Víctima para que el Estado al menos llegue temprano a dar asistencia. Van a encontrar un lugar donde estar acompañados en lo social y en lo judicial.
—En términos políticos y pensando en que se han juntado entre todas las fuerzas internas y que pudiste debatir con los demás candidatos: ¿cómo ves que llega plantado el peronismo santafesino para esta elección?
—Se llega con un recorrido donde, para la ciudad de Santa Fe, el gobierno provincial destinó más de 50.000 millones de pesos en 171 obras. Nunca hubo una inversión tan grande con fondos provinciales para la ciudad.
Un ejemplo es la obra de desagüe de Beruti o Camino Viejo a Esperanza con fondos nacionales. La obra de Estado de Israel terminado su desagüe que es muy, pero muy importante. También la inversión de 2.000 millones de pesos para colocar luces LED. Al Municipio le dimos la plata y no lo está ejecutando de manera correcta. El Gasoducto Metropolitano del Gran Santa Fe es otro ejemplo: una obra que prevé la demanda presente y futura del gas natural para toda la ciudad.
La impronta que le vamos a dar a la Municipalidad es la de adelantarnos a los problemas. No vamos a permitir el lockout empresarial. Fuimos la única ciudad capital de toda la Argentina que tuvimos paro de colectivos. Acá por un lockout empresarial fuimos la única ciudad importante que no tuvo colectivos y que sus trabajadores perdieron la jornada de ingreso laboral.
También nos vamos a adelantar a las oportunidades. Si fuese intendente y tuviese un gobernador como Perotti, que te hace una obra de semejante magnitud como el gasoducto Metropolitano, ya tendría a las cooperativas de trabajo haciendo las conexiones de red domiciliaria. Adelantarse a los problemas trae dos beneficios: genera entre tres y cuatro puestos de trabajo por cada conexión domiciliaria que hagas y acorta la brecha de tiempo para paliar uno de los principales servicios que golpea el bolsillo de la familia santafesina, que es el gas envasado.
Este intendente desaprovechó la oportunidas. ¿Sabés por qué? Porque su estilo de gestión replica el de los últimos 16 años, que es el de tirar la pelota para otro lado y no hacerse cargo. Queremos evitar que los vecinos sigan siendo rehenes de este mismo equipo que ahora muestra otra cara, con otro estilo y con otra profesión. Queremos evitar que nos gobiernen durante 20 años estos mismos equipos.
—¿Por qué considerás que Emilio Jatón es una continuidad de las gestiones de Mario Barletta y José Corral?
—Son una continuidad porque va por el mismo camino de patear los problemas de difícil solución. Yo vengo a romper con eso y a hacerme cargo del rol de intendente. Vengo a ocuparme de los problemas del vecino y a solucionarlos gestionando en las distintas órbitas de gobierno. Vengo a asumir las responsabilidades para trabajar como intendente y no de embajador plenipotenciario.
Un intendente debe ser capaz de garantizar que la ciudad esté limpia y ordenada, que el colectivo pase a tiempo y no altere los recorridos, que la obra pública se distribuya de manera equitativa…
Hoy se ven perjudicados los vecinos del cordón oeste y del norte, pero también los lugares en donde se concentra la obra pública y se saturan el tránsito y los servicios en general. Son los desequilibrios con los que viene administrando la ciudad. Se perjudican los barrios postergados y los supuestamente beneficiados.
Entonces hay que ordenar la ciudad a través de la obra pública, repartiendo los fondos de manera equitativa.
Y cuando hablo de adelantarme a las oportunidades no me refiero solamente a estar atentos a resolver problemas. Porque no tenemos que esperar a que se haga el puente Santa Fe-Santo Tomé, por ejemplo, porque en el mientras tanto se puede votar el proyecto de mi autoría y firmado por arquitectos urbanistas para urbanizar y adaptar toda su desembocadura.
Esto es para que la ciudad esté preparada para recibir el puente. Beneficiaría a los barrios Roma, Santa Rosa de Lima, Arenales, San Lorenzo, Chalet y Centenario. Son obras de adaptación y urbanización para mejorar la calidad de vida de todos esos barrios muy postergados. Es una forma de empujar para que el puente venga más rápido. Esa es la lógica bajo la que quiero trabajar.
—Como una forma concreta de hacer lobby…
—Y de adelantarse a las oportunidades. Demuestra que uno está preparado para recibir la obra. De todos los cargos electivos que puede asumirse, el de intendente es el más difícil. Es más difícil que el de gobernador porque estás expuesto permanentemente al vecino. Y en mi caso aún más, porque no vivo en un country cerrado como muchos de lo que se postulan.
Otra cosa: muchos de los que se proponen para cargos de responsabilidad en el momento de la pandemia se quedaron en su casa mirando Netflix.
Yo vivo en Colástiné, o sea que conozco los problemas de cualquier barrio que creció de manera desorganizada y sin servicios, porque no tenemos gas natural ni agua potable, pero sí pozo negro.
—Una desigualdad que se vive en muchos barrios de la ciudad por la ausencia de obras pero también por la falta de empleo: ¿cómo se hace para resolver esta pobreza?
—Yo voy a transitar este camino con la experiencia que coseché en áreas de gobierno. Llevamos muchos meses ininterrumpidos de generación de empleo, con más de 38.000 puestos de trabajo en el sector privado. Debe ser récord histórico en Argentina.
La provincia impulsa 26 mil capacitaciones en oficio a través del programa Santa Fe +, En la ciudad de Santa Fe hay 11 mil puestos de trabajo generados en articulación con programas del gobierno nacional. Hay además 13 mil capacitaciones con el sector productivo cultural a través de los programas del Ministerio de Cultura santafesino. Con el programa Mi Primer Empleo generamos tres mil puestos de trabajo.
Ese camino es el que vamos a transitar, en articulación con el sector privado que tiene que ser nuestro socio estratégico. Y nosotros tenemos que ser el sector estratégico del sector privado para que las capacitaciones que articulemos después les sirvan a los jóvenes para seguir trabajando. Porque a un recurso humano cuesta formarlo.
—¿Cuál es la provincia que dejará Omar Perotti al terminar su gestión?
—Va a dejar una provincia mucho mejor orientada en materia de infraestructura, en actividad económica y productiva, con caminos rurales, acueductos, cuatro gasoductos y cinco acueductos. Se realizó obra pública en las 365 localidades de la provincia.
También dejará una ciudad mucho más equipada en todos los aspectos. Incluso en el de seguridad. A nosotros nos tocó reabrir las comisarías cerradas y abandonadas, con su parque automotor destrozado y en la que se retiraban más policías de los que ingresaban.
Planteamos desde un inicio que la policía debía estar en la calle y en la comisaría, porque se necesita tener una base logística. Demostramos que se puede tener la comisaría abierta como lo hicimos en Santa Fe con los 13 destacamentos que volvimos a abrir.
Es importante mencionar además las cinco escuelas de policía con las que logramos romper la onda negativa de que se retiraban más policías de los que ingresaban. El 911 también repuntó su tecnología que hoy es de punta y avanzada.
Hoy los policías además han incorporado chalecos tácticos y cámaras corporales que garantizan tranquilidad ante cualquier procedimiento. También al vecino de que el procedimiento está cubierto y de que si es malo está grabado desde el pecho.
Mejoramos el armamento, se compraron camionetas, motos y dejamos una provincia mejor preparada para el que venga.
En obra pública logramos mejorar Camino Viejo a Esperanza, Estado de Israel, Beruti, realizamos obras muy importantes en el oeste, vamos a hacer el desagüe de Teniente loza, donde vamos a convertir la avenida en un bulevard comercial a cielo abierto.
—¿Cómo se puede llevar adelante este tipo de obras desde una gestión municipal?
—Nos interesa urbanizar Blas Parera hasta el límite con la ciudad de Recreo. Es decir, asfaltar los dos kilómetros de Facundo Quiroga para que haya una conexión alternativa y que permita desagotar el tránsito de avenida Gorriti.
También vamos a hacer la obra prometida sobre Aristóbulo del Valle que a pesar de que está en el presupuesto municipal con una erogación de 80 millones de pesos, es decir el 0,0000001% del presupuesto municipal, pero a pesar de eso este gobierno no la concretó.
—¿Ambas se podrían realizar con presupuesto municipal?¿Cuáles son los límites?
—Tranquilamente. Se pueden encarar con fuerza propia pero también inyectar recursos en el servicios de transporte de colectivos para evitar el lockout empresarial. Con presupuesto municipal también se puede equipar, profesionalizar, capacitar y jerarquizar la policía. Con presupuesto municipal se pueden concretar obras postergadas.
El Municipio tiene una cinta asfáltica propia pero, ¿sabés cuánto asfalto hizo Jatón con esa planta? Cero. Por eso necesitamos retomar la fuerza propia para encarar los principales temas que solucionan la vida del vecino. De inmediato hay que impulsar obras que aparte generan empleo, porque requieren de mano de obra y maquinarias.
—¿Cuánto tiempo se necesita para empezar con eso?
—Si nos eligen, lo vamos a hacer ahora. Cordón-cuneta, alumbrado, reposición de luminarias. Porque encararlo desde el propio Municipio permite además ahorrar los tiempos de la licitación. Los trámites son más sencillos porque los ejecutás con tus empleados municipales y con tus máquinas.
Con nosotros el Municipio va a recuperar la fuerza propia en todos sus aspectos para cumplir con sus responsabilidades primarias.
—¿Y por qué considerás que los demás candidatos no tendrían capacidad para hacerlo?
—Porque la capacidad de gestión no es algo que se aprende de la noche a la mañana. Por ejemplo, una obra muy importante es la de Teniente Loza. Por eso sostengo que voy a hacer ese desagüe. Pero también que voy a convertirlo en un centro comercial al cielo abierto. Y que como factor integrador voy a impulsar un proyecto de urbanización hasta el límite con Recreo.
Aparte el límite con Recreo se da sobre Facundo Quiroga, una calle de tierra con barrios nuevos de entre 15 y 20 años. Todos estos barrios viven el problema permanente de la tierra, porque no tienen regador y algunas calles están destrozadas. Pero es una gran conexión este-oeste que llega hasta Aristóbulo del Valle.
Entonces digo que voy a entubar Aristóbulo del Valle para poder circular por monseñor Rodríguez o por el bulevar de Teniente loza, que será urbanizado. Toda esa zona en conexión directa con Recreo. Con asfalto. Entonces quienes viven por Abasto, Yapeyú, San Agustín o Santa Marta, por nombrar algunos barrios, van a poder ir al este de la ciudad sin tener que irse hasta Gorrit, que está absolutamente congestionada.
Es así como puede generarse todo un círculo virtuoso: ¿Por qué si vivís en Cabaña Leiva tenés que tardar una hora y media y pagar cuatro boletos para llegar a la Costanera?
Pero esto que cuento no se aprende de de la noche a la mañana. Necesita de una variante que ninguno de los candidatos quiere transitar: el tiempo. Lleva tiempo conocer el plano y cada problema de la ciudad. También la idiosincracia de cada barrio y de cómo les impacta cada avance.
Hay que conocer ese crecimiento de primera mano y no desde la tele o desde un merendero o la parroquia del barrio. Es un buen primer paso, lo celebro. Yo me propongo ponerme al hombro la ciudad.
—¿Cuál es tu experiencia para eso?
—Me formé y fui durante ocho años concejal. Antes y después de eso tengo toda una historia de militancia en el territorio de la ciudad de Santa Fe. Estuve en los peores momentos de la ciudad, como en el 2003 cuando aún no era funcionario y organizaba recitales con Soledad Pastorutti, León Giego, Víctor Heredia, Mercedes Sosa o Alejandro Lerner en cada uno de los centros evacuados, para juntar alimentos y darle aliento a la gente.
Eso fue solamente un escalón para prepararme. Recuerdo estar armando los kits sanitarios para la limpieza, cuando bajó el agua de la lluvia de 2007. Otro buen paso.
Luego fui ocho años concejal donde logramos ser la primera ciudad en tener el boleto gratis para estudiantes secundarios y sin meterle la mano en el bolsillo al vecino porque se hizo con dinero del casino, de la renta financiera y de los bancos.
Así es como puede realizarse proyectos con ingenio y creatividad. Pero hay que animarse a desafiar al abogado del casino cuando te dice que te va a arruinar la carrera política. Pero yo no saco el pie del acelerador una vez que levanto la mano para proponer el proyecto y convencer a mis compañeros de todos los partidos políticos.
No existe lo espontáneo. Lo que existe es el prepararse y formarse. Pero toma tiempo. Yo no puedo decir que por estar a cargo del vacunatorio durante la pandemia ya puedo ser intendente. Es solo un elemento de todo el recorrido que tengo. De última lo que plasma es el tipo de Estado que yo quiero para la Municipalidad.
Lo pudimos plasmar porque fue un trabajo en equipo. No es solamente un desafío personal, sino un equipo que viene trabajando desde hace tiempo. En en el vacunatorio pudimos plasmar todo el trabajo que veníamos realizando. Pero toma tiempo y es la variable que ninguno de los que se proponen para cargos de responsabilidad quiere transitar. Quieren ser políticos de la noche a la mañana y está mal.