El concejal del Movimiento Evita, Mariano Romero, y su par Norma López acaban de dar un portazo en el peronismo de Rosario, al dar un paso al costado del bloque del PJ en el Concejo municipal para armar uno propio, "Justicia Social", y trabajar en un interbloque junto a Ciudad Futura.

Esto responde al armado que se engendró el año pasado de cara a las elecciones a intendente entre el Evita y la fuerza de centroizquierda bajo el sello Rosario Sin Miedo, y que este año se buscó reforzar. 

De hecho, la concejala López se alejó de La Corriente, el sector de Agustín Rossi después de muchos años. Lo propio hizo el exdiputado provincial Leandro Busatto quien selló unidad con Juan Monteverde y Eduardo Toniolli, referentes de Ciudad Futura y el Movimiento Evita, respectivamente. 

Este salto de ambos dirigentes sumó algún tipo de resquemor en el rossismo, nada comparado al enojo que empezó a calentar el bloque Justicialista del Concejo, que se redujo de cinco a tres concejales: Lisandro Cavatorta, María Fernanda Rey y Julia Irigoitía.

Desde el bloque Justicialista empezaron a trascender los primeros cuestionamientos a lo que entienden como “ambiciones personales e incumplimiento de los acuerdos”. 

Es que después de muchos años habían logrado construir un bloque de unidad peronista y en la primera de cambio se perdió aquel esfuerzo. De hecho remarcan que se había “cumplido con todo lo acordado internamente para sostenerlo”.

“Acá seguimos, con generosidad, para cuando quieran volver al peronismo”, soltaron. La interpretación es más cruda: creen que de esa forma el peronismo sería furgón de cola de Ciudad Futura y el Evita.