Francisco, preocupado por la "amenaza nuclear" de la guerra
El papa Francisco está preocupado por la "amenaza nuclear" que puede derivar de la invasón rusa a Ucrania y consideró que la guerra es una "autodestrucción para la humanidad".
El pontífice planteó en las últimas horas a interlocutores políticos y religiosos su preocupación por una escalada del conflicto en el país europeo que pueda derivar en el uso de armamento nuclear, informaron fuentes vaticanas.
Mañana, en ese marco, el Papa pedirá a la Virgen durante una jornada de oración mundial que preserve al mundo "de la amenaza nuclear", según el texto al que accedió Télam.
"Líbranos de la guerra, preserva al mundo de la amenaza nuclear", reclama uno de los pedidos que el Papa hará junto a obispos de todo el mundo desde las 17 locales (13 de Argentina).
La exhortación del Papa tendrá lugar en la celebración de la Penitencia que presidirá en la Basílica de San Pedro y durante la que Francisco "consagrará a Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María", según la convocatoria oficial.
"Nosotros hemos perdido la senda de la paz. Hemos olvidado la lección de las tragedias del siglo pasado, el sacrificio de millones de caídos en las guerras mundiales", dice otro de los párrafos del texto.
Este miércoles, durante la Audiencia General que encabezó en el Vaticano, el Papa calificó como "de muerte" a "las noticias de las personas que huyen, muertas, heridas, tantos soldados caídos de una parte y la otra".
"Pedimos al señor de la vida que nos libere de esta muerte de la guerra. Con la guerra todo se pierde, todo. No hay victoria en una guerra. todo es derrota", señaló el pontífice en la celebración que encabezó en el Aula Pablo VI del Vaticano.
"Que el señor nos haga entender que la guerra es una derrota de la humanidad, que nos libere de esta necesidad de autodestrucción", reclamó Francisco, quien ayer tuvo una conversación telefónica con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
"Rezamos para que los gobernantes entiendan que comprar armas y hacerlas no es la solución al problema. La solución es trabajar juntos por la paz", enfatizó en esa dirección.
También durante la audiencia, el Papa recordó cómo aprendió de su abuelo ex combatiente en la Primera Guerra Mundial "el odio y la rabia a la guerra".
"Es él quien me transmitió este enfado, porque me habló del sufrimiento de la guerra y esto se aprende no en los libros sino de esta manera, pasándolo de abuelos a nietos. esto es insustituible, la transmisión de la experiencia de vida de los abuelos a los nietos", explicó.