Al inaugurar la Asamblea Legislativa bonaerense, el gobernador Axel Kicillof volvió a cuestionar la amenaza de intervención a la provincia por parte del presidente Javier Milei, señalando que este intentó “echarlo por las redes sociales”.

Para Kicillof, el mensaje publicado en la cuenta de X del presidente representa una “inédita gravedad institucional” y un “hecho sin antecedentes que no debemos pasar por alto”.

"El presidente de la Nación amenazó con intervenir la provincia y pretendió echar al gobernador por las redes sociales", lamentó.

Durante su discurso de apertura de sesiones ordinarias, el mandatario bonaerense acusó a Milei de llevar adelante “una estafa política a la vista de todos porque no hay engaño más grande que utilizar el poder que otorga el pueblo para atacar a la democracia”.

También advirtió: “Así como el presidente no puede avalar una estafa financiera de escala internacional, tampoco puede usar el mandato que le dio la democracia para atentar contra ella. Le quiero recordar al presidente que con la democracia y el federalismo no se juega”.

Kicillof calificó la amenaza de intervención como “una distopía tragicómica”, y agregó: “No soy psiquiatra como para entender qué lo llevó a comportarse de esa manera”.

Además, cuestionó el comportamiento del presidente: “Presidente: no se puede ser tan impune, cínico e irresponsable. Le toma el pelo a toda la dirigencia política y a todo el pueblo en un tema tan grave y cargado de historia como una intervención federal”.

Recordó que fue reelecto en las últimas elecciones “por casi 20 puntos de diferencia respecto al segundo en una elección donde la fuerza política del presidente fue derrotada en tres instancias”.

Según Kicillof, “aquellas amenazas de Milei que quedaron grabadas como un nuevo capítulo de la infamia no son un ataque personal, no es contra mí, es un ataque contra la provincia de Buenos Aires, contra la democracia, contra esta Legislatura, contra la Constitución y muy especialmente contra el federalismo”.

El gobernador sostuvo que “cualquiera puede ser víctima de esas agresiones y de sus erupciones de autoritarismo”, excepto “los millonarios extranjeros y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, porque en la Argentina de Milei los únicos privilegiados son los millonarios y los estafadores”.

Aseguró que “la agresión a la provincia de Buenos Aires forma parte de una estrategia sistemática de ataque al federalismo y a los gobernadores provinciales”, y enfatizó que “el presidente parece olvidar algo fundamental: él gobierna la Nación pero no las provincias”.

En este sentido, Kicillof reafirmó: “Los gobernadores no somos empleados del presidente. Representamos a nuestro pueblo y tenemos la obligación de defender sus derechos e intereses”.

Asimismo, advirtió que “la provincia de Buenos Aires no se somete a amenazas ni a extorsiones” y aseguró: “No voy a permitir que el destino de los bonaerenses quede librado a la improvisación, la impotencia o el resentimiento que no respeta la democracia”.

Reafirmó su compromiso con el federalismo: “En este contexto de desintegración que alienta la deserción del Estado nacional y la exaltación del egoísmo, la provincia de Buenos Aires ratifica su compromiso con el federalismo, con la democracia y con la Constitución. Vamos a seguir trabajando con todas las provincias independientemente del signo político de quien gobierne”.

Agregó: “Esa es nuestra manera de honrar la solidaridad, la Justicia social y los principios que nos unen como pueblo. Nadie se salva solo”.

Sobre el discurso de Milei en el Congreso, Kicillof afirmó que “más que una descripción de la realidad, el presidente nos contó una fantasía que solo existe en su afiebrada imaginación”.

Denunció lo que considera una contradicción en el mensaje del Gobierno: “La falsificación no es nueva. Viene desde la campaña electoral cuando sostuvo que el ajuste y la motosierra no eran para todos, sino para un pequeño grupo al que denominó ‘la casta’. Como en otros planos, se trató de un engaño. Dijimos entonces premonitoriamente: una estafa electoral”.

Cuestionó también la política económica del Gobierno nacional: “Se trata de un programa económico que nada tiene de austríaco, de anarcocapitalismo o de liberal-libertario”.

Explicó que “el plan económico de Milei, como varios otros planes neoliberales de nuestra historia, está compuesto por unos pocos elementos: planchar el dólar, planchar los salarios, ajustar fuertemente el presupuesto, aplicar tarifazos, implementar una apertura importadora y una desregulación económica. El resultado es siempre el mismo”.

Aseguró que “Argentina está siendo sometida a un experimento de ajuste, crueldad y desintegración regido por valores contrarios a los que inspiran el gobierno” que él encabeza.

Respecto a la negociación con el FMI, Kicillof advirtió que “es una estafa piramidal” y que “se la llevan unos pocos, dejan un tendal y la deuda la tiene que afrontar el pueblo argentino”.

Criticó la postura del presidente sobre el organismo internacional: “Milei festeja que el FMI va a poner dinero fresco, al igual que festejó el gobierno anterior al nuestro. Pero todos saben que cuanto más presta el FMI, más complicado está el país”.

Y alertó: “No festejen un crédito del fondo para utilizar en el mercado cambiario porque saben dolorosamente bien los argentinos que más deuda externa es menos futuro”.

Sobre la inflación, Kicillof minimizó los logros del Gobierno en la materia: “Jamás se me ocurriría celebrar un objetivo económico si requiere mayor sufrimiento del pueblo”.

Sentenció: “La economía tiene que estar al servicio del pueblo, no el pueblo al servicio de la economía”.

En cuanto a la seguridad, el gobernador anunció la inversión de 170 mil millones de pesos para equipar a las policías municipales con 800 nuevos patrulleros.

Además, adelantó que se buscará “aumentar las penas por la tenencia ilegal de armas para agilizar los allanamientos en flagrancia” y “atacar con rapidez los bunkers de droga reduciendo los tiempos burocráticos de la Justicia”.

También informó el lanzamiento del Plan Provincial de Desarme para disminuir la circulación de armas de fuego.

En relación a la delincuencia juvenil, anunció un “programa de seguimiento integral de menores que hayan sido aprehendidos y restituidos a sus familias, para evitar la reincidencia y cortar su vínculo con el delito”.

Y afirmó: “Nuestra respuesta es clara: inversión en seguridad, justicia social y oportunidades de futuro para los jóvenes”.

Negó que la seguridad no sea prioridad en su gestión: “Hay que decirlo: jamás en la historia de la provincia se había hecho una inversión tan grande en seguridad para los bonaerenses”.

Criticó la falta de recursos por parte del Gobierno nacional: “Mientras Milei nos roba el equivalente a 10.000 patrulleros, nosotros no le vamos a quitar la protección a los bonaerenses. La seguridad en la provincia no va a depender del capricho de un presidente que deserta”.

Finalmente, aseguró que no permitirá el vaciamiento del Estado en Buenos Aires: “Nuestro pueblo nos pide más Estado presente y más derechos. Para eso estamos, para eso nos votaron. Para eso tenemos que trabajar, para más derechos para las y los bonaerenses, para más producción. ¡Gobernar es crear trabajo Milei! ¡Creá un puesto de trabajo que no sea en una criptomoneda!”, concluyó.