Se fue la Niña, llega el Niño: aumenta el caudal del río y prevén inundaciones
Un especialista del Instituto Nacional del Agua alertó sobre las consecuencias que traerá la llegada de este fenómeno climático. Según las predicciones, se espera un prolongado período de fuertes precipitaciones durante el último trimestre del año.
Luego del final del fenómeno La Niña, que se extendió por tres años, los expertos advierten sobre las posibles consecuencias del Niño. Las predicciones indican que habrá un período de constantes lluvias y crecida del Paraná durante el último trimestre del año. "Durante tres años, tuvimos la misma situación que finalmente terminó, y ahora estamos viendo una condición general normal en la cuenca del Paraná, pero no en sus afluentes, que aún sufren de sequía en todo el país", explicó el ingeniero Juan Borus del Instituto Nacional del Agua (INA).
Según el especialista, aún se están definiendo las perspectivas futuras y no se sabe con certeza la intensidad del fenómeno de El Niño. Sin embargo, se espera una condición del clima global con características propias de este fenómeno, lo que podría generar un aumento en el nivel del agua en los próximos meses. Así lo indicó Bonus al afirmar: "En principio, es probable que tengamos una condición de aguas altas durante el último trimestre del año".
El ingeniero señaló que es posible que el Litoral santafesino se vea afectado por inundaciones debido a las aguas altas. Sin embargo, no se arriesgó a confirmar con certeza que esta tendencia se mantendrá, ya que la variabilidad registrada en los últimos años ha sido muy fuerte.
Este año, la situación es similar a lo que se vivió en 2009, cuando en mayo se registró una altura de dos metros menos que la actual y se terminó con niveles de inundación. "Este es un punto de referencia inmediato y es importante que nos preparemos para un último trimestre del año caracterizado por aguas altas", explicó.
En relación al pronóstico de lluvias regionales, Bonus afirmó que la situación puede ser muy variada, como ocurrió en 2017. Las precipitaciones pueden trasladarse al norte, lo que no causaría problemas al ocurrir en la zona de gestación del río, pero podrían resultar en un Paraná crecido y afectar la zona protegida.
Según un informe del Centro de Monitoreo Meteorológico y Climático SAT, se pronostica la llegada de un Niño de gran intensidad, que podría equipararse a los eventos registrados en los años 1982, 1983, 1997, 1998, 2015 y 2016.