Oscar Vallejos: "Las instituciones públicas son políticas por excelencia"
Las universidades públicas de nuestra ciudad y de todo el país realizan un paro de 48 horas en rechazo a los recortes presupuestarios y la postura política adoptada por el presidente Javier Milei.
Es la opinión general de los actores vinculados a la academia, incluidos los rectores que se mostraron espantados con la actitud tomada por el Gobierno nacional.
“Estábamos con ánimos de escuchar una propuesta que reconozca el conflicto e intente una salida pero reafirmaron su postura de que 'si hay problemas, que los haya”, señaló el secretario general de Adul, Oscar Vallejos, a la salida del encuentro con máximas autoridades.
A lo que agregó: “Como no hay diálogo estamos en una etapa de confrontación con el Gobierno. Se definió en el plenario de rectores y queda por ver cuál va a ser el tipo de conflicto” de cara al gran paro convocado para el 23 de abril.
En lo que esta semana respecta, Vallejos explicó que la medida de fuerza busca “sacar el conflicto afuera, conversar y analizarlo internamente y articular con todos los sectores en la defensa de la universidad publica”.
—¿Cómo se desarrolla el paro en nuestra ciudad?
—-Conadu Historica está de paro y el Frente de Gremios realiza una jornada de 48 horas con actividades de diferente orden. Se elaboró un plan de clases y actividades públicas, cuya actividad central será este jueves a las 11 frente a Rectorado. Allí nos reuniremos todo los sectores para expresarnos sobre la situación que atravesamos. Buscamos que se visibilice el conflicto tanto hacia fuera como dentro de las universidades.
—¿Observan algún tipo de resistencia puertas adentro?
—Algunos sectores entienden que es un debate partidario mientras que otros entienden que hay que darle tiempo al Gobierno porque hace poco que están. Pero en el concejo de rectores se planteó que no hay voluntad de resolver el problema, sino de quebrantar el sector.
El subsecretario de politicas universitaria reclamno que LLA está siendo perseguida. Es un enunciado que no coincide con la realidad, porque las instituciones públicas son políticas por excelencia. Las universidades prorreformistas nos constituimos en sujetos políticos, es decir, disputamos el sentido de la universidad. Por ejemplo: en el alcance y la cantidad de los exámenes para que no haya tanto estudiante libre.
Pero las fuerzas minoritarias siempre aparecen en la vida universitaria. Es una institución intrínsecamente política, está establecido en la forma en cómo se gobierna. No es verdad lo del adoctrinamiento. Estudiar es comprometerse con visiones políticas.
—¿Alguna carrera corre peligro de cierre?
—No hay carreras afectadas en particular, sino que está toda la institución golpeada en general. Hay carreras que requieren de mayor recursos, claro, como las químicas o de laboratorio pero también los profesorados. Además atravesamos una crisis de dengue y no podemos comprar repelentes. Eso significa la crisis presupuestaria.
—¿El plan de lucha incluye alguna instancia de dialogo con el gobierno nacional? ¿Qué les dicen?
—No hay diálogo, por eso estamos en una etapa de confrontarlos. Se definió en el plenario de rectores resta ver el tipo de conflicto. Estábamos con ánimos de escuchar una propuesta que reconozca el conflicto y se intente una salida, pero desde el Gobierno nacional reafirmaron su postura de que si hay problemas, que los haya.
En paralelo buscan instalar el debate entre "investigacion y ciencia versus el hambre de la gente". Es una estrategia discursiva para desmantelar las universidades, pero resulta una falsa dicotomía. El hambre se va a resolver si somos capaces de mejorar nuestra cadena productiva y de distribución del alimento. Pero en cambio se busca destruir a la industria y la ciencia.