Caso Lucía Pérez: el fiscal ratificó la acusación por abuso sexual y femicidio
Ambos imputados son responsables del delito de "abuso sexual con acceso carnal, agravado por el suministro de estupefacientes seguido de muerte en concurso ideal con femicidio".
El fiscal que interviene en el segundo juicio a los dos acusados de asesinar y violar a la adolescente Lucía Pérez ratificó este martes en el inicio del proceso en la ciudad de Mar del Plata que ambos fueron responsables del femicidio de la menor, ocurrido en octubre de 2016, y dijo que la subieron a una camioneta y la llevaron a una vivienda de la zona sur para drogarla y abusar sexualmente de ella.
Leandro Arévalo, titular de la Unidad Funcional de Instrucción 7 marplatense, sostuvo así para los imputados, Matías Farías (29) y Juan Pablo Offidani (47), la misma acusación por la que fueron absueltos en un primer juicio, en 2018, anulado dos años más tarde por un fallo del Tribunal de Casación bonaerense.
El fiscal aseguró ante el Tribunal Oral en lo Criminal 2 (TOC 2) que ambos imputados son responsables del delito de "abuso sexual con acceso carnal, agravado por el suministro de estupefacientes seguido de muerte en concurso ideal con femicidio".
Precisó en ese sentido que Farías intervino como autor, y que al igual que en la acusación fiscal del primer juicio, sostendrá una participación secundaria de Offidani, aunque aclaró que el grado de intervención "será puntualmente" precisado "al momento de concluir" el debate oral y haber analizado la totalidad de la prueba.
En sus lineamientos de apertura, Arévalo sostuvo que los acusados captaron a Lucía (16), "con la finalidad de abusar sexualmente de ella, a sabiendas" de "su condición de menor de edad" y de que era "consumidora de estupefacientes".
Sostuvo a su vez que, luego de trasladarla a la casa de él en la zona sur de la ciudad, Farías "suministró cantidades indeterminadas de cocaína y marihuana a la menor", luego abusó sexualmente de ella, y que "el desarrollo de tales actos provocaron la muerte" por "asfixia tóxica con congestión y edema pulmonar debido a una falla cardíaca".
En la audiencia, las abogadas Verónica Heredia y Florencia Piermarini, representantes de la familia de la víctima, adhirieron parcialmente a la acusación fiscal, ya que consideraron que el grado de participación de Offidani fue primario, lo que implicaría el mismo tipo de pena que para el autor.
La defensora oficial Laura Solari, en representación de Farías, adelantó que discutirá la "materialidad delictiva" del hecho, y el abogado César Sivo, quien representa a Offidani junto a Romina Merino, sostuvo en la misma línea que "además de que no hay hecho ilícito en sí", su defendido "no aportó nada".
Los dos acusados siguieron el inicio de la audiencia de manera remota desde sus lugares de detención, y tras los lineamientos de las partes pidieron desconectarse y quedar a disposición del tribunal, integrado por los jueces Gustavo Fissore, Alexis Simaz y Roberto Falcone.
Antes de cortar la comunicación desde la Unidad Penal de Florencia Varela en la que está detenido, Farías pidió "que se haga justicia", mientras que Offidani, alojado en la Alcaidía Penitenciaria de Batán, no hizo declaraciones.
La madre de Lucía, Marta Montero, fue la primera de las cinco testigos de la jornada, y recordó en el sexto piso de los tribunales que la mañana del 8 de octubre de 2016, día en que se produjo la muerte de la menor, se despidió de ella a las 5.15 antes de ir trabajar: "Le di un beso, le dije te quiero mucho, le di 100 pesos que había pedido para salir con las chicas. Ella me dijo 'yo también te quiero mucho', y ese fue el último contacto de amor y de madre que yo tuve con ella".
Declaró además que los acusados eran "narcos", que "la única forma en que pueden obtener el cuerpo de una joven es drogándola y llevándola hasta la muerte".
También brindó su testimonio el padre de Lucía, Guillermo Pérez, quien señaló al igual que la madre, ante pregunta de la defensora oficial, que ignoraba si la víctima consumía algún tipo de drogas.
Luego fue el turno de Matías Pérez, hermano de la adolescente, quien aseguró que ella le "comentó que una vez había consumido cocaína", y que en ocasiones compartieron cigarrillos de marihuana.
Los tres familiares declararon con remeras con el rostro de Lucía, y en cada caso, mantuvieron algunos cruces con las defensas, por considerar que preguntas sobre la conducta y la salud de la víctima no eran adecuadas.
La jornada de testimonios se completó con las declaraciones de dos amigas de la víctima. La primera de ellas aseguró que tenía agendado a Farías en el celular como "Mati T" y que la "T" correspondía a "transa", porque era quien solía venderle marihuana, y que otra amiga en común le había comentado que el acusado pedía que "le consiga chicas" para "venderle".
La última testigo dijo brevemente que antes del hecho "veía bien, en reuniones familiares" y "contenta" a la joven.
La audiencia fue seguida presencialmente por el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla, quien antes del inicio del juicio sostuvo: "Este caso necesitaba una revisión y un juicio nuevo. Claramente acá hubo un femicidio y esperemos que haya justicia".
También fue visualizado desde otro espacio, en el segundo piso, por representantes de organismos y agrupaciones que intervienen como "amicus curiae", y por la ministra de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual bonaerense, Estela Díaz, quien señaló tras la audiencia que espera que "esta vez los responsables sean condenados".
En las inmediaciones de los tribunales marplatenses, distintas agrupaciones de mujeres y organizaciones sociales y de derechos humanos se manifestaron para pedir la condena de los imputados.
El juicio se extenderá por al menos dos semanas, con la declaración de casi 50 testigos, y la fecha estimada de sentencia es el 1 de marzo, según indicaron fuentes judiciales.
Este miércoles será el turno de otros siete testigos, entre ellos efectivos policiales y personal médico que intervino en la causa.
La muerte de Lucía ocurrió en la mañana del 8 de octubre de 2016, y de acuerdo a la instrucción, la adolescente había conocido a los acusados un día antes, cuando se acercaron a la Escuela Media 3 local a venderle un cigarrillo de marihuana.
Al día siguiente, Farías llevó a la chica a su casa en Racedo al 4800, donde habría sido drogada y abusada hasta ocasionarle la muerte.
Durante el primer juicio, en noviembre de 2018 ante el TOC 1, Farías y Offidani fueron condenados a ocho años de prisión por los jueces Facundo Gómez Urso, Pablo Viñas y Aldo Carnevale, pero solo por la venta de drogas en la puerta de la escuela.
Ambos fueron absueltos, sin embargo, por el abuso sexual seguido de muerte y el femicidio, pero la sala IV del Tribunal de Casación revocó ambas absoluciones en agosto de 2020, dispuso la "nulidad" del juicio y ordenó la realización de uno nuevo, resolución que fue confirmada un año más tarde por la Corte provincial.