Desde la cárcel manejaban un negocio narco
"Pato" Calderón y la "Curandera" Saravia, que ahora serán trasladados a prisiones federales, son quienes desde sus respectivas celdas en las cárceles de Rosario y de Coronda manejaban un negocio de narcotráfico y fue el Servicio Penitenciario quien les secuestró los teléfonos celulares que utilizaban para el tráfico de drogas.
Una mujer y un hombre, detenidos por narcotráfico en Coronda y en Rosario, serán reubicados en unidades carcelarias federales, fuera del ámbito provincial. Se trata de Juan Pedro “Pato” Calderón y Vanesa “La Curandera” Saravia, quienes continuaban manejando sus respectivas bandas criminales desde sus lugares de detención.
El fiscal Onel sospechaba que Saravia, quien se encuentra cumpliendo una condena de 10 años de prisión por narcotráfico, continuaba liderando el negocio de comercio de drogas desde su celda. Es así que el fiscal solicitó el procesamiento con prisión preventiva de Saravia y otra mujer, identificada como Verónica Celeste Frías, por el delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización.
Procedimientos judiciales
Las situaciones de ambos internos son diferentes: Saravia será trasladada por solicitud de las autoridades del Servicio Penitenciario, en el caso de Calderón fue él quién solicitó ser trasladado al penal de Ezeiza.
Respecto a la solicitud de traslado de la “Curandera”, el Servicio Penitenciario santafesino expresó "la imperiosa necesidad de reubicar a la detenida en un ámbito ajeno a esta institución" ya que "la presidiaria fue declarada como de 'alto perfil'". Las autoridades policiales remarcaron que las bandas criminales como las que lidera Saravia "se caracterizan por contar con recursos logísticos, materiales, económicos y humanos que pueden generar un clima hostil dentro del ámbito penitenciario y capaz de transgredir la contención que en materia de seguridad se puede brindar en el mismo".
En el caso de Calderón, quien se encuentra detenido en la Unidad de Coronda, este jueves se realizó una requisa en la celda que comparte con otro interno en el pabellón 3, donde los empleados del Servicio Penitenciario encontraron un teléfono celular. Fue el propio “Pato” quien solicitó ser trasladado al penal de Ezeiza