Tercer octubre sin Flor: hay un femicida que sigue suelto en San Jorge

El crimen de Florencia Gómez Pouillastrou conmocionó y movilizó a toda la ciudad de San Jorge hace tres años. La joven de 35 años, madre de dos niñas, militante del Partido Comunista, feminista y miembra fundadora de Las Chuecas, fue asesinada el 12 de octubre al mediodía cuando salió a caminar. Tres años después, todavía no se halló a ningún culpable y el femicidio sigue impune.

El pasado miércoles a la noche, Las Chuecas junto a familiares, amigos y vecinos de San Jorge comenzaron una vigilia que se extendió hasta este jueves, día en el que se cumplió un aniversario más del crimen que sigue sin respuestas. Fue una movilización con velas y flores frente a la fiscalía en el tercer 12 de octubre sin Flor. 

“Contra el olvido, arderemos en amor, para abrazarnos y sentirla con nosotrxs. Para recordarnos que no nos da lo mismo que cada 29 horas maten a una mujer en nuestro país y que lamentablemente nos tocó vivirlo de cerca”, remarcaron en la convocatoria. “En comunidad el dolor es menos amargo y la esperanza se renueva”, agregaron. 

En diálogo con Santa Fe Plus, Manu Abuela, integrante de Las Chuecas, sostuvo que la idea es mantener viva la memoria y la lucha de Flor. Contó que la primera gran movilización en la ciudad la realizaron tras el femicidio y hubo una gran convocatoria. Ese día realizaron una marcha por los mismos lugares que se cree que pasó Flor antes de ser asesinada. En los meses siguientes, se movilizaron cada día 12. “Comenzamos a ver que cada convocatoria tenía menos gente, que preguntaban y se interesaban por el caso pero que no asistían, entonces decidimos hacerlas cada seis meses”, indicó la militante feminista.

En esta oportunidad por tratarse del tercer aniversario, lo que se realizó fue una vigilia. “Pasó el tiempo y fuimos tomando una visión negativa respecto de la investigación, por eso ahora lo que queremos es renovar la esperanza de forma colectiva”, expresó Abuela. 

Si bien aún no hay imputados en la causa, es decir, la Justicia todavía no tiene ningún sospechoso certero, la investigación continúa. Pero mientras tanto, en San Jorge el asesino de Florencia sigue suelto. “Una de nuestras intervenciones tuvo que ver con eso, decíamos que el femicida está entre nosotros”, recordó la integrante de Las Chuecas. 

La militancia de Flor

Florencia fue una de las cinco fundadoras de la organización. El objetivo principal de Las Chuecas en su creación fue visibilizar y combatir la violencia de género. Con el tiempo también fueron militando y trabajando en otras cuestiones, acompañaron, guiaron y protegieron a denunciantes, y hasta llegaron a presentar proyectos para el cupo trans y el área local de género. En 2017, cuando Manu ingresó a la organización, Flor ya no formaba parte pero si seguía luchando y militando. 

“El día del femicidio nos juntamos frente a la comisaría y no podíamos creer que fuera Flor la persona que habían asesinado”, explicó Abuela. Eso las hizo reflexionar sobre su militancia. “Nos preguntábamos algo concreto: quién cuida a las que cuidan”, rememoró. 

De la misma manera que nunca se halló el culpable o los culpables del femicidio de Flor, tampoco se supieron los motivos. “No sabemos si era por su militancia u otras cuestiones, como muchas de nosotras Flor acompañaba a mujeres a denunciar y realizaba muchas actividades de contención social”, explicó. 

Otra de las cuestiones que reclamaron desde la organización feminista es el mal accionar de la justicia en el comienzo de la investigación. “Al principio estaba a cargo el fiscal Carlos Zopegni que no trabajó con perspectiva de género”, explicó Abuela. De esta manera, advirtieron irregularidades en la escena del crimen. 

“Hay una imagen que utilizamos para la convocatoria de la vigilia que es la de la ‘justicia golpeada’ y creemos que eso pasó, hubo y hay una gran impunidad”, sostuvo la integrante de Las Chuecas. 

Más impunidad en San Jorge

Durante los primeros días de esta semana, también se llevó adelante en la fiscalía de San Jorge un juicio contra un abogado penalista imputado por abusar de sus dos hijas cuando las niñas eran menores de edad. Lo llamativo es que en este caso también hubo un accionar lento de la justicia. El hombre estuvo casi tres años en prisión preventiva en la alcaidía de Sastre, mientras las víctimas y sus allegados esperaban que se lo elevara a juicio. 

En noviembre se vence el plazo de la prisión preventiva del abogado, por lo que las sobrevivientes, sus familiares y Las Chuecas reclamaron incesantemente el comienzo del juicio. Finalmente, este 9 de octubre comenzaron a juzgar al abogado. 

Frente a la fiscalía, donde se realizaron las audiencias, se llevaron adelante movilizaciones para reclamar “justicia y basta de impunidad”.