Bastó un par de días para que ocurra algo que brinde cabal dimensión de lo que el gobierno nacional produce al quitarle la gratuidad de medicamentos a jubilados: uno de ellos, en Córdoba, intentó prenderse fuego a lo bonzo en la sede del PAMI en esa capital. Y no lo consiguió porque intervinieron empleados de la obra social estatal que le quitaron el encendedor, luego de que se rociara con combustible.

“Yo lo conozco, viene todos los días, tiene una enfermedad terminal y no le dan soluciones. Hoy quiso hacer esto y lo alcanzamos a agarrar entre varios que siempre estamos acá”, contó un testigo en declaraciones a radio Mitre, de Córdoba.

“Literalmente, el hombre se tiró combustible y uno de nuestros compañeros logró sacarle el encendedor”, agregó, azorado, Mariano Luque, delegado de Upcn en esa seccional de PAMI. "Esto se tendría que haber planificado, primero reempadronar a los afiliados y después hacer el corte. Hay poca información y los jubilados llegan con mucha ansiedad", comentó.

Una angustia similar se vive a diario en la seccional PAMI de Rosario, donde el martes mismo, luego de conocerse la medida, el hall central se colmó de jubilados en busca de información para saber cómo seguir con sus tratamientos farmacológicos.

Enfrente, el gobierno de Javier Milei justifica el recorte y la eliminación de la gratuidad de medicamentos del PAMI para pasivos que cobran más de $390.000, o tienen prepaga o un auto de menos de 10 años de antigüedad. 

Una fuente gubernamental citada por el portal El Destape calificó el beneficio social como “una situación anómala e injustificable”. El que fogonea este ajuste es el asesor presidencial Santiago Caputo, quien expone en privado su crudo razonamiento:  "Yo no puedo entender cómo creamos un sistema para darles atención médica a adultos mayores que lo que más necesitan es remedios y hospitales".

Lo que ocurrió este jueves en Córdoba con este jubilado desesperado pone de relieve las declaraciones del diputado nacional libertario Julio Moreno Ovalle, quien esta semana aseveró: “No creo que los jubilados se mueran por esto”.