"Las mujeres aprendimos que los derechos peligran cuando la derecha avanza"
La diputada provincial del bloque Igualdad se sentó en el living de Santa Fe Plus para analizar la actualidad política y social del país y la provincia .
Gustavo Schnidrig y Natasha Niz
Agustina Donnet ostenta el galardón de ser la diputada provincial más joven en la historia de Santa Fe, al asumir en diciembre de 2019 con solo 25 años. Fue una elección trascendente para el bloque Igualdad (el espacio "político, social y cultural" al que pertenece), porque les permitió mantener las bancas ocupadas por entonces Rubén Giustiniani (aún en su cargo) y Silvia Augsburger.
Se vivían además grandes cambios en la provincia, con un gobernador peronista asumiendo tras 12 años de gestión del Frente Progresista. "Fue muy difícil intentar encajar al principio ahí adentro, y para colmo a los pocos meses sobrevino la pandemia", señala en retrospectiva.
No obstante, resalta su compromiso de "llevar la voz de la militancia estudiantil y barrial" a la Legislatura, un trabajo que "desgasta" pero que le brindó algunas victorias políticas como la sanción del cupo laboral trans. "Las mujeres y disidencias ya aprendimos que los derechos se conquistan y que, cuando la derecha avanza, van a ser cuestionados", reflexiona.
También pondera el acuerdo logrado entre el presidente Alberto Fernández y el gobernador Omar Perotti por los fondos de coparticipación, aunque señala la necesidad de que sea girado a la Legislatura para poder ser evaluado. "Ya elaboramos un proyecto al respecto", anuncia.
Sobre la posición del radicalismo y el socialismo, observa "una actividad estrictamente política, con una segura connotación electoral".
—¿Cómo tomaron el acuerdo del gobierno provincial en materia de coparticipación?
Fue una buena noticia y un paso importante para saldar la deuda historica con Nación. El reclamo lo inició Jorge Obeid y luego lo retomó Hermes Binner. Nosotros acompañamos la iniciativa a través del por entonces diputado nacional Rubén Giustiniani, como luego lo hiciera casi todo el arco político. También el gobernador Miguel Lifschitz, en su momento, firmó el pacto fiscal del macrismo con la promesa de que se iba a pagar la deuda, algo que no sucedió. Por eso es positivo que se hayan trazado los lineamientos y un monto actualizado para ser cobrado.
Es positivo que haya señales, pero lamentamos que no haya mayores detalles. Lo venimos solicitando en la Legislatura y en la audiencia del pasado miércoles, convocada por los funcionarios del Gobierno (previo al anuncio del gobernador Omar Perotti), pero fuimos y no nos dieron mayor información. Por eso volveremos a insistir con un proyecto que presentamos junto a Giustinani, y que acompañan Carlos Del Frade y Dámaris Pacchiotti (ambos diputados del Frente Social y Popular) para que el gobernador remita el acuerdo a la Legislatura y podamos opinar al respecto.
Por el momento, es importante que el arco político haya dispuesto que los fondos sean destinados a obras públicas, porque Santa Fe necesita escuelas y hospitales.
—Participaron de la reunión convocada por el secretario de Justicia, Gabriel Somaglia, donde se dieron detalles previo al acuerdo, pero no del encuentro opositor posterior para repudiarlo: ¿a qué se debió?
Fuimos convocados a Casa Gris en un marco de institucionalidad, pero fue un encuentro en el que no se dieron mayores certezas de las que ya circulaban mediáticamente. Recién con el anuncio del ministro (Martín) Guzmán se despejaron varios puntos aunque quedaron otros por entender.
Lo otro fue una actividad estrictamente política, con una segura connotación electoral.
—¿Fueron convocados?
No. Entiendo que tienen clarísimo el lugar donde estamos parados.
—¿Cómo evaluas tus primeros años como legisladora?
Fue todo un desafío. Muy difícil, porque fue una experiencia nueva y arranqué casi con una pandemia encima que trastocó toda forma de hacer política y con consecuencias que se extienden hasta hoy.
En lo personal, vengo de la militancia estudiantil y barrial, por eso me interesa llevar la voz de los jóvenes y las mujeres a la Legislatura. Creo que lo logramos incluso en pandemia, consiguiendo leyes que significaron la concreción de esfuerzos colectivos y la defensa de los más desprotegidos.
—¿Como en el caso de la defensa a los inquilinos?
En este plano, nuestro trabajo está dado en el marco de la discusión nacional sobre una nueva ley de alquileres. Pero en Santa Fe trabajamos desde hace mucho, y en su momento presentamos un proyecto del compañero (mandato cumplido) Sergio Liberatti, que logró la media sanción.
Más actual fue nuestra propuesta para quitarle el impuesto al sello de los alquileres, una caja que maneja el Estado provincial y que, de eliminarla, permitiría rebajas de hasta 15 mil pesos en cada alquiler.
También trabajamos sobre un proyecto de alquiler joven, destinada a un sector que está cada vez más precarizado y lejos del sueño de la casa propia.
—¿Tiene posibilidad de avanzar ese proyecto?
Lo acompañaron otros bloques y fue incluso tomado por legislaturas de otras provincias. En concreto, propone que el Estado tenga un rol activo como garante de las y los pibes que por diferentes cuestiones no pueden acceder a un alquiler. Un Estado que además pueda poner a disposición un porcentaje de sus inmuebles vacíos. Lo mismo planteamos con las viviendas ociosas, e intentamos "meternos" en la órbita privada para avanzar en una solución al problema.
—¿Fueron mayores los avances en materia de derechos a mujeres y disidencias?
La ley integral trans fue una sanción histórica, porque el cupo laboral nos enseñó que no alcanza con el solo trabajo, y que debe brindarse la posibilidad de acceder a otros derechos básicos como la salud y la vivienda.
En paralelo propusimos una Ley Antidiscriminatoria, trabajada desde hace mucho tiempo en nuestro país. Es una bandera muy significativa del colectivo, que propone sancionar a quienes no toleran las manifestaciones por motivos de género. Necesitamos una vida digna y sin violencias.
—¿Ves con preocupación la irrupción de los discursos de odio en el mundo de la política y de la sociedad en general?
Son discursos que están muy fogoneados por los medios nacionales y responden a intereses muy concretos, pero hay una toma de conciencia cada vez mayor por parte de la ciudadanía argentina. Lo vimos con el rechazo a lo expresado por el cantante de Los Palmeras. Es una pauta de que la sociedad está avanzando. Y si bien desgasta tener que seguir estas peleas en pleno siglo XXI, las mujeres ya aprendimos que los derechos se conquistan y que, cuando la derecha avanza, van a ser cuestionados.
—Mientras tanto ingresó a la Legislatura provincial un proyecto para declarar el "beneplácito" por la sanción antiaborto en Estados Unidos...
Sí, y a la par varias legisladoras presentamos un proyecto repudiándolo. Es una batalla cultural muy importante y no hay que dejar que avancen.
—¿Cómo se logra?
Siempre planteamos avanzar en unidad. Intentamos sostener una actitud inteligente para mostrarnos unidas en estos temas. Sucedió con la paridad, con la ley del aborto o la destitución de Mingarini, por citar ejemplos.
—¿Cómo evaluas la situación regional de las mujeres y disidencias?
Están con mucha fuerza, pero se viven tiempos difíciles y de un capitalismo cada vez más voraz. Sostenemos que es el feminismo quien puede enfrentarlo, aunque la respuesta siempre va a ser contundente. Chile ya demostró que es posible dar vuelta un régimen si las mujeres se unen. Lo vemos también en Colombia, con la asunción de una mujer negra y de los sectores populares en el primer gobierno de izquierdas del país. Son momentos en que la gente le dice basta a la política tradicional y se vuelcan a espacios sociales, culturales y políticos como el nuestro.
—¿Sentís que la pandemia alejó a los dirigentes y la política en general de las y los ciudadanos?
Quedó expuesta la política tradicional, pero debemos seguir apostando por lo político. Estamos en un momento de crisis social y económica, relacionada con una dirigencia que no pudo dar respuestas a los principales temas como la inseguridad, el desempleo y la inflación.
Esa una agenda necesaria en Santa Fe y por eso impulsamos proyectos como el voto joven, el empleo joven, el alquiler joven, la ESI, las leyes y derechos para los colectivos LGBT... Y laburar sobretodo con los pibes de los barrios, que hoy tienen un futuro muy complicado.
—¿Qué rol le cabe a la Legislatura para la recomposición de esos futuros?
Es posible y necesario rescatar derechos por medio de leyes. Derechos que lamentablemente no tenemos. Por eso la reforma constitucional viene siendo un tema de debate en la Legislatura. Ya todos los espacios políticos se han manifestado como reformistas, pero hasta ahora no se concretó. Se debe a algo muy concreto que es el fantasma de la relección a gobernador.
—¿En qué situación se encuentra el debate en torno a la reforma constitucional?
Propusimos dejar de lado esos fantasmas y formar un gran acuerdo para tratarla. Queremos que la Constitución provincial sea una herrramienta de la ciudadania para cuidar sus derechos. Sin embargo, somos la única provincia sin ley de Educación y que tampoco tiene ESI, defensa al consumidor, acceso a la información, voto joven o autonomía municipal.
Está claro que se necesita una reforma constitucional, y es una problemática que también implica al poder legislativo porque la Legislatura santafesina sesiona del 1 de mayo al 31 de octubre. Es decir que solo tenemos seis meses para tratar leyes. Lo mismo sucede con los fueros, donde necesitamos terminar con los ciudadanos de primera y de segunda. El proceso de reforma se tiene que dar finalmente con la participación ciudadana, porque son las y los vecinos quienes conocen sus barrios.
En resumen: una reforma para la gente, pero fundamentalmente dejando de lado los fantasmas como el de la relección.
—¿Tienen expectativas?
Creo que hay una posibilidad. Trabajamos con muchos sectores para que sea posible.
—¿Y de que el plantel femenino de Unión llegue a la AFA ?
Soy Tatengue nacida en Barranquitas y voy a la cancha por las mujeres de mi familia. Siempre me apasionó, y luego mi actividad política me permitió conocer muchos clubes de barrio. Todos tienen los mismos problemas, que van desde la falta de recursos a cuestiones más culturales como el que sufren las mujeres.
Luego surgió Jugadas, un proyecto que visibiliza el deporte feminino "con una pasión nunca vista", como nos gusta decir. Cubrimos en particular el fútbol femenino, pero también las demás disciplinas. Fue allí que nos sumamos al reclamos de Unión Femenino, donde se nuclean las chicas que vienen de ser bicampeonas de Copa Santafesina con una performance muy buena, y que demuestran que están para jugar en AFA. Por eso acompañamos su reclamo para poder ingresar a la liga oficialm, porque las pibas merecen jugar en igualdad de condiciones.