Fiereder: "Las industrias pyme se ven muy afectadas con la caída del poder adquisitivo"
Cristian Fiereder, presidente de la Unión Industrial de Santa Fe, señala que la provincia y el país atraviesan “un momento complejo, con una industria que refleja números muy alarmantes”.
Apunta que el sector viene siendo sostenido por la molienda de oleaginosas, pero que “si sacamos ese ítem, los números están cayendo muchísimo". "Tenemos el 78% de las ramas industriales a la baja desde noviembre/diciembre", expone.
En diálogo exclusivo con Santa Fe Plus, resalta no obstante el trabajo que se viene haciendo a nivel provincial, porque si bien “siempre falta”, ven “tanto al gobernador (Maximiliano Pullaro) como a sus ministros con una mirada mucho más colaborativa, poniendo énfasis en las cadenas de valor”.
“Santa Fe tiene un problema energético muy grande y la provincia lo está abordando”, reconoce el dirigente industrial para contar por qué viene realizando negociaciones para instalar una nueva “y necesaria” estación transformadora en la región.
Fiererer también habla sobre la necesidad de fomentar a nivel Nacional un modelo de país que integre a las diferentes ramas productivas: “Nuestras industrias, que la mayoría son pymes, se ven muy afectadas con la pérdida del poder adquisitivo de la sociedad”, explica.
“No es que el industrial no quiera competir, sino que pedimos las mismas condiciones”, comenta sobre las vicisitudes del sector.
—Pidieron la inclusión en el presupuesto provincial de la construcción de una Estación Transformadora de 132 kv en la zona norte del Área Metropolitana... ¿por qué es tan importante esta obra?
—Como Unión Industrial vemos que la región crece demográficamente para el norte de la ciudad de Santa Fe, promoviendo la generación de empleo, el emprendimiento productivo, el crecimiento logístico-tecnológico. Sin embargo muchos de nuestros asociados de esa zona, cuando requieren una ampliación de potencia o de factibilidad para erradicarse, se les viene negando por la falta de infraestructura. Peligra así que se vayan a otras zonas o fuera de la provincia. Por eso entendemos que es una obra estratégica.
Además por ahí pasa la línea 132, por lo que hay que hacer una subestación para luego ampliar la ramificación de la línea. Es una obra muy costosa y de mucho tiempo, por eso si no la plantamos es muy poco viable que haya un desarrollo de la sociedad, no solamente de viviendas sino también de empleo.
Planteamos esta necesidad con urgencia. Tiene un plazo largo de construcción, de tres años, por lo que es momento para promoverla ante un Ejecutivo que transita su primer año de gestión. Su construcción ronda los 20 millones de dólares y le daría otro atractivo a la región, posibilitando emprendimientos no solo productivos sino también logísticos. Además empezarían a cubrirse las demandas de nuestros asociados en la región.
Se planteó al senador (Julio Garibaldi) y al presidente de la EPE (Hugo Marcucci), también a la Secretaría de Producción y a los intendente de Santa Fe, Recreo y Monte Vera. Se hizo un laburo de articulación para focalizar los principales puntos del tema.
—¿Hacia qué modelo productivo entienden que está yendo la Argentina y la provincia, a nivel industrial? ¿Cambió con respectos a gestiones anteriores?
—Estamos en un momento complejo, con una industria que refleja números muy alarmantes. Si bien el último mes, según la Federación industrial fue positivo, corresponde mayormente a la molienda de oleaginosas. Si sacamos ese ítem, los números están cayendo muchísimo. Tenemos el 78% de las ramas industriales a la baja desde noviembre/diciembre.
También tenemos que ser muy claros en remarcar que venimos de un modelo sin planificación ni previsibilidad. Teníamos un desorden macroeconómico y una duda constante de cuánto iba a ser la inflación del mes siguiente. Debe haber un orden macroeconómico e ir hacia una baja inflación. También mantener el equilibrio fiscal.
Esto no se puede lograr sin un modelo industrial a nivel nacional, pero hoy no estamos viendo una política industrial. Diferente a lo que pasa en la provincia, donde vemos tanto al gobernador (Maximiliano Pullaro) como a sus ministros con una mirada mucho más colaborativa, poniendo énfasis en las cadenas de valor.
Nuestras industrias, que la mayoría son pymes, se ven muy afectadas con la pérdida del poder adquisitivo de la sociedad. Cuando empiecen a mejorar los salarios podrá verse un crecimiento de las diferentes pymes locales.
Otro condicionante es la apertura indiscriminada de las importaciones. Vemos una posible complejización al no tener matrices industriales/productivas que generen divisas para enfrentar la importación. Podría generar que el aumento en el poder adquisitivo de la gente sea parcial, dado que si nadie genera empleo tarde o temprano se van a caer los sueldos.
Es un mensaje medio confuso de Nación y ojalá el gobierno provincial, que está llevando una voz de unidad federal y productiva, pueda lograrlo. Pero bueno, nosotros estamos en un momento complejo.
—¿Cuáles son los principales reclamos sobre los que están trabajando?
—No es que el industrial no quiera competir, sino que pedimos las mismas condiciones. Cuando uno señala que un producto sale muy caro de hacer en Argentina, lo estamos comparando con otro que viene de China o de algún país asiático donde la energía es mucho más barata y el Estado forma parte de la empresa. Financian las exportaciones mientras acá les ponemos impuestos a la producción.
También hay que pensar en que esos países tienen salarios reales mucho más bajos que los nuestros. Es importante tener en cuenta la calidad de vida que queremos para cada trabajador o empleador. Además la competitividad está asociada no solamente al valor de la producción, sino también a la tecnología. Ellos fomentan la transformación tecnológica constantemente mientras que acá rompemos con los instrumentos tecnológicos que tenía el Estado. Todo esto genera un marco complejo que profundiza la falta de infraestructura y de financiamiento.
Entonces, cuando tenemos que analizar qué generan los productos importados, tenemos que ir hacia un país con capacidad de competir. Y realmente no vamos a poder competir en todos los ámbitos. Entonces resulta determinante priorizar sectores estratégicos de producción, que son los que van a generar empleo. Debemos tratar de que sean mayormente generadores de valor, a partir de la transformación de la materia prima y que tengan contenido tecnológico.
—¿Cuáles son las principales ramas o sectores que se están potenciando o deberían potenciarse?
—Los sectores que están potenciándose hoy son los ligados al extractivismo, que no es que no estemos de acuerdo sino que creemos que usarlos como trampolín y generador de tecnología para una matriz de producción. Tenemos al petróleo y la minería, pero si además de extraer los recursos generamos empresas asociadas a esta matriz de energía, va a ser diferente.
Debemos ser un país industrial para comprender lo que está pasando en el mundo, donde vamos hacia una hiperproductividad robótica que pone en juego el empleo. El debate es quién se queda con el trabajo para mejorar la calidad de vida de la sociedad. Por eso queremos trabajar con las universidades y afirmar una mirada tecnológica apuntada hacia la producción. Es el debate que tenemos que dar.
Para eso necesitamos una política de competitividad, donde la productividad de una empresa esté asociada a su infraestructura, a los impuestos, al financiamiento y a la capacidad que tengamos como país de posicionar nuestros productos hacia afuera.
—¿Cuál viene siendo el desempeño del Gobierno provincial en la defensa de la industria santafesina?
—Apenas asumida la gestión tuvo una importante participación para lograr que no se generen retenciones a la exportación industrial. Eso hubiese hecho que se deje de trabajar para la exportación. Fue muy importante.
Además se viene trabajando con varios programas interesantes para fortalecer la transferencia tecnológica. Hay que destacar mucho el trabajo que se está haciendo desde el Ministerio de Desarrollo Productivo en el acompañamiento, por ejemplo, de la mesa del gas, petróleo y la minería, que es uno de los factores en auge.
También destacó mucho la realización del Santa Fe Bussines Forum que me pareció fundamental para posicionar la producción santafesina en el mundo.
Pero tenemos que seguir trabajando porque estamos ante un Estado nacional complejo que muchas veces no comprende el federalismo que necesitamos. La producción de nuestra provincia necesita de otra infraestructura. Santa Fe tiene un problema energético muy grande y la provincia lo está abordando. El déficit energético lo venimos planteando desde nuestro sector.
Hay un desafío importante, pero insistimos en que la salida es generando empleo de calidad y tratando de tener matrices que generen divisas. Para eso hay que trabajar en ser competitivos, que lleva tiempo.