Inundación de 2003: las argumentos de la causa judicial que garantizó la impunidad
El martes 29 de abril del 2003 un tercio de la ciudad de Santa Fe se inundó.
Todo había comenzado dos días antes, el domingo 27, cuando el agua comenzó a ingresar "por la brecha de calle Gorostiaga" —según consta en la sentencia de 88 páginas incluida al final de las más de las 1800 fojas de investigación—, "y a la mañana del 29 se produce una ruptura de la defensa merced a la fuerza del agua que inunda gran parte de la ciudad".
Para las y los santafesinos inundados se trató de un crimen hídrico. Porque más allá de la extraordinaria pero cíclica situación climática (se repite: pero cíclica; es decir, con evidencia científica de que se transitaba una época susceptible de una gran crecida), lo cierto es que primó la inoperancia política de un gobierno provincial cuya cabeza política, Carlos Reutemann, nunca fue imputado ni debió comparecer ante la Justicia.
La sentencia fue dada a conocer en abril de 2006, en el marco de una causa que incluyó al menos cuatro denuncias (una de ellas impulsada por 463 inundados), unificadas bajo la investigación impulsada por el Ministerio Público de la Nación.
En una parte de sus 88 páginas (sobre un total de casi 2000 fojas), se señaló: "Si previo al día 27 los funcionarios provinciales hubieran realizado tareas de defensa en la zona de Gorostiaga, el resultado hubiera sido distinto".
De forma extraoficial, se hablan de 158 muertes y 130 mil personas evacuadas. El Estado reconoció 23 y los culpables fueron responsabilizados por solo dieciocho. Reutemann por ninguna.
En su fallo, la Justicia dictaminó que la inundación fue provocada por tres causas:
1. La falta de terminación de la defensa de la Circunvalación Oeste, de la que se hicieron solo dos tramos y faltó un tercero.
2. La falta de un "sistema de alerta hidrológico" que pudiera haber informado sobre la existencia del avance del agua.
Este punto, en la práctica, fue la coartada para que el exdirector de Obras Públicas, Ricardo Fratti, señalara que "la única forma de preveer una crecida (...) era con información actualizada", pese a que el por entonces rector de la UNL, Mario Barletta, asegurara que estaba la información necesaria "para que no suceda lo peor". Las y los integrantes de la Carpa Negra inmortalizaron este punto bajo la frase "Reutemann lo sabía".
3. El ancho del puente carretero ubicado sobre la autopista Santa Fe - Rosario, de 150 metros, que "reducía la capacidad de conducción natural".
Sobre este punto se denunció la connivencia en la adjudicación de la obra, primero, y luego para no dinamitar la autopista en una acción que hubiese permitido generar un escape alternativo del agua.
Sentencias
1. Carlos Alberto Reutemann
Sentencia: "disponer que en el estado actual del proceso no existen elementos suficientes como para sospechar que CARLOS ALBERTO REUTEMANN, ha participado en los hechos de autos (art. 316 a contrario sensu del C.P.P.)".
2. Edgardo Wilfredo Berli (exministro de Obras Públicas), Ricardo Ángel Fratti (exdirector de Obras Públicas) y Marcelo Álvarez (exintendente de Santa Fe)
Únicos condenados por el hecho, por el delito de estrago culposo agravado por el resultado de la muerte de dieciocho personas.
Fueron sentenciados a "libertad provisional bajo promesa jurada" y embargos por 50 mil pesos.
3. Sobreseimientos
También sobreyeron a Carlos Miguel Gómez Galissier, José D'Ambrosio, Carlos Alberto Filomena, Juan Carlos Caffaratti, Juan José Maspons, Jorge Alfonso Bounous y Alejandro Hugo Álvarez.
"No existen elementos de convicción suficientes como para dictar auto de procesamiento, como así tampoco para sobreseer(los ...) de la imputación que les fuera formulada oportunamente sin perjucio de continuar con las investigaciones", señaló el fallo firmado por el juez Jorge Patrizi y luego ratificado por los cortesanos Rafael Francisco Gutiérrez (actual presidente del cuerpo), María Angélica Gastaldi, Mario Luis Netri, Eduardo Guillermo Spuler y Rodolfo Luis Vigo.
Tras conocerse la sentencia, desde la Carpa Negra se elevó una carta a la Corte Suprema provincial donde se señaló:
El accionar judicial parece centrar su trabajo exclusivamente en las pericias técnicas promovidas y vapuleadas por los mecanismos judiciales.
No se nombran (y por lo tanto tenemos que no se consideran) las pruebas directas que surgen en los registros periodísticos sobre las expresiones vertidas y las acciones de los funcionarios del Estado, en estos días.
Así tampoco parecen considerarse los testimonios de los damnificados directos e indirectos de esta inundación.
El Fiscal, que es el representante de la sociedad damnificada en esta causa, a pesar de tantas pruebas siempre deja traslucir lo difícil que le resulta fundamentar la indagatoria a Carlos Reutemann.
Transmite a los ciudadanos damnificados que está "buscando" (a casi tres años de los acontecimientos) la manera de "relacionar" al ex gobernador con la inundación del 2003.
¿Cómo no sentirnos desprotegidos por este fiscal que considera que en ese año nadie estaba a cargo de esta provincia; nadie ocupaba la Casa de Gobierno y nadie tomaba decisiones responsabilizándose de los habitantes?