La pandemia profundizó los problemas de salud mental entre personas en situación de calle
Desde el Municipio ponderan el trabajo realizado junto a Provincia y Nación, desde el inicio del coronavirus, para contener a las cerca de 200 personas que viven en la calle en nuestra ciudad. Pero señalan que a muchas de estas personas "se les añadió una cuestión de salud mental muy compleja y con la que aún estamos en deuda". La importancia de reglamentar la ley nacional de personas en situación de calle.
Gustavo Schnidrig
El último reporte sobre "condiciones de vida" de la población argentina, publicación semestral del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) en base a los datos arrojados por la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), indica que entre diciembre de 2021 y marzo de 2022 la pobreza subió 0.5 puntos porcentuales en el Gran Santa Fe, mientras que la indigencia bajó un punto.
Ampliando la lectura y estableciendo como punto de partida al primer semestre de 2016 (atendiendo a la advertencia del propio Indec de que "las series estadísticas posteriores a enero de 2007 y hasta diciembre de 2015 deben ser consideradas con reservas", entre otras cosas porque "las autoridades que ejercieron la conducción hasta diciembre de 2015 tomaron la decisión de discontinuar la publicación"), se observa una clara tendencia en alza de ambos problemas, a partir del segundo semestre de 2017 y en nuestra región, cuando la pobreza afectaba a 137.606 personas (sobre un total de 522.131, es decir, el 26,35%) y la indigencia a otras 16.241 personas (3,11%).
Dichos guarismos marcaron un piso que aún cuesta alcanzar, pese a que la provincia de Santa Fe registra un crecimiento general sensiblemente superior a la media nacional.
En el caso del Gran Santa Fe, se inició en 2017 un período ascendente de notable constancia, hasta el primer semestre de 2021, en plena salida de la fase crítica de la pandemia, cuando se contabilizaron 271.560 pobres (sobre 537.959 santafesinos; un 50,47% del total) y 56.100 indigentes (10,4%).
Es decir, que en el período enero 2017-junio 2021 se registraron 133.954 nuevos pobres, con un crecimiento del 97,3% en solo 54 meses.
Aquel extraordinario pico fue sucedido por una importante baja para el segundo semestre del año pasado, período en que se contabilizaron 208.670 pobres y 47.528 indigentes, marcando una reducción del 23,15% y del 15,27%, respectivamente, en solo seis meses.
Pero el inicio de 2022 fue menos promisorio, con un incremento en los valores de la pobreza de 0,5 puntos porcentuales en relación al semestre anterior, dado que afectó a 211.950 personas.
En el caso de la indigencia la tendencia fue a la baja (42.229 personas), aunque también mínima en comparación a la serie precendente.
En síntiesis, la evolución de los datos de la pobreza y la indigencia en el Gran Santa Fe, durante el período enero 2017-junio 2021, coloca a los gobiernos actuales frente al desafío de mantener esa aparente tendencia a la baja en ambos guarismos, a fin de alcanzar los niveles de prepandemia, y en un contexto global donde el coronavirus y la guerra en Ucrania provocaron aumentos generales de los alimentos en un 35% desde diciembre de 2019.
En tal marco: ¿mantiene esta tendencia un signo descendente o augura una meseta en los números de la pobreza y la indigencia en el Gran Santa Fe? Contrafáctica, la pregunta llama la atención sobre la necesaria pobreza estructural de una ciudad incapaz de garantizarle el acceso a servicios básicos a muchos de sus habitantes.
Entre ellos, sobresale la presencia de entre 150 y 220 personas que viven "estructuralmente" y desde hace años en situación de calle en nuestra ciudad.
"No somos iguales después de la pandemia"
¿Cuál viene siendo la respuesta política, en miras a consolidar dicha tendencia a la baja, y como se aborda la situación de las personas sin hogar? Aunque señalando lo "sensible" de hablar de cifras para medir una realidad social tan compleja, desde el gobierno provincial confían en el trabajo que vienen realizando en la materia.
Atendiendo a que los números de Santa Fe fueron levemente mejores a la media nacional, desde la cartera de Desarrollo Social del gobierno de Omar Perotti destacan la aplicación efectiva de políticas públicas específicas en el marco de un aumento general de la actividad económica incluidas, señalaron a este medio, "la reactivación del aparato productivo, el aumento de las exportaciones y la baja en la tasa de desempleo".
Para abordar la situación de las personas en situación de calle en concreto, explicaron que la Provincia suele "asistir a contrademanda" en base a los requerimientos de las organizaciones y del Municipio, quienes estan encargados del primer nivel de atención. "Los esfuerzos por detenerlas y revertirlas son y deben ser incesantes y articulados", apuntaron.
A la necesaria gestión "articulada", la secretaria de Políticas de Cuidados y Acción Social del municipio local, Soledad Artigas, añadió la necesidad de "pensar en políticas integrales" para abordar el problema en toda su complejidad y atendiendo los particulares cambios que sobrevinieron con la pandemia.
En este sentido, ponderó el trabajo realizado "para lograr contener durante toda la pandemia a las entre 150 y 220 personas en situación de calle que históricamente (aunque en contaste renovación) mantiene nuestra ciudad", pero señalando como complejidad que, por la crisis derivada de la pandemia, a muchos de ellos "se les añadió una cuestión de salud mental también muy compleja, y con la que aún estamos en deuda".
"La pandemia nos puso muy alerta en la cuestión sanitaria, y el trabajo del personal de salud y del sistema de salud público nacional y provincial fue maravilloso, en relación al covid, pero hubo otras áreas que se resintieron. La de salud mental es una de ellas", explicó Artigas.
En tal sentido, amplió: "No somos los mismos después de la pandemia. Nos encontramos con un montón de situaciones de ansiedad, por ejemplo, que antes no aparecían tanto y que afectaron a todos nuestros sistemas de protección."
También recordó que "las personas en situación de calle suelen ser jóvenes de entre 16 y 29 años que muchas veces están ligados a una situación de consumo problemático".
Tipos de abordajes
Para contener a esta población objetivo, la Dirección de Salud municipal diagramó dos equipos de especialistas en el tema, quienes —según Artigas— "trabajan de forma articulada con la red provincial de salud mental en un abordaje que llamamos 'ambulatorio' pero que requieren de muchísimo acompañamiento".
Además de estas personas, la Municipalidad cuenta con "otro equipo que trabaja específicamente por la noche, desde las 19 horas y hasta las 7, que son los compañeros y compañeras encargados del trabajo de calle".
Se trata de "un móvil de la Municipalidad que pasa por los diferentes puntos de la ciudad y entrevista a las personas que se vayan encontrando. Además y si aceptan, se los traslada al parador nocturno; sino, se toma nota para continuar igual con el trabajo de acompañamiento."
Artigas también comentó sobre "las distintas propuestas de acompañamiento diurno", por lo general en convenio y coordinación con otros actores de la sociedad civil: "Son trabajos de acompañamiento más específicos, que varían según la necesidad de cada persona, ya sea físico o acompañar en los trámites y las pensiones. Son estrategias tendientes a solucionar la situación en el mediano y largo plazo."
Artigas también recordó "la disponibilidad del Parador Nocturno, que funciona por lo general entre mayo y julio, que son los meses más fríos, pero que este año definimos además la necesidad de contar con un parador que funcione todo el año, ya que nos permite acompañar mejor a quienes suelen estar expuestos a situaciones más violentas o complejas".
En síntesis, Artigas sostuvo que Emilio Jatón "marcó una ruptura" respecto del abordaje realizado por las gestiones anteriores, a punto tal de que "se potenció la Dirección de Acción Social, que es un espacio de gestión que no existe hace mucho tiempo y que por lo general está compuesto de mujeres trabajadoras sociales".
"La municipalidad de Santa Fe tomó un rol mucho más protagónico y queda demostrado en el abordaje de consumos problemáticos: cuando en general los gobiernos locales se limitan a trabajos de promoción, nosotros tenemos un equipo que interviene directamente y hace desde la primera evaluación hasta la última", completó la funcionaria.
Alcanza pero falta
En este panorama de extrema vulnerabilidad para una gran cantidad de santafesinos y santafesinas sin acceso a un techo y una comida dignas, Artigas resalta que durante la pandemia, y después de ella, "nunca se desbordaron los dispositivos".
Explica: "Estamos bien preparados, pero además no suelen ir las 150, 200 0 220 personas al parador. De hecho la mayoría no quiere cumplir con sus reglas, como el convivir con otras personas o hacer un paréntesis en la situación de consumo. Por eso los dispositivos en términos generales alcanzan, y cuando hay voluntad política se generan los recursos para hacerlos funcionar."
En esta marco, Artigas añade que su gestión tomó la decisión de "continuar con el servicio de vianda, porque estamos atravesando una situación económica muy compleja". "Es un trabajo articulado con otras organizaciones, con las que nos vamos comunicando para cubrir toda la ciudad y no chocarnos", explica.
[Quienes deseen reportar un caso de situación de calle, comunicarse al 0800 777 5000]
También resalta la presencia de "mucho saber técnico, responsabilidad y ética profesional en los psicólogos, terapistas ocupacionales y demás profesionales que trabajan diariamente en el servicio de protección de niños y mujeres, por ejemplo, o en el abordaje de consumos problemáticos".
"También se ve mucha solidaridad entre vecinas y vecinos que se acercan a dejar comida o una botella con agua", comenta.
Reglamentar la ley
Para concluir su análisis sobre el abordaje de las personas en situación de calle en la ciudad de Santa Fe, Artigas resaltó la necesidad de reglamentar la ley nacional de situación de calle y familias sin techo: "Es el mejor paraguas que tenemos y que nos diferencia con los años anteriores", explicó la funcionaria sobre la norma sancionada en diciembre del año pasado.
Explicó que "la ley nacional trae aparejado un importante cambio de paradigma", y por eso urge su reglamentación "para que se convierta en programas concretos que permitan bajar recursos o articular desde los municipios".
"Se necesita un tiempo para reglamentarla y entiendo que estamos en ese proceso", añadió.
También celebró que "por primera vez, el censo de este año recogió datos de las personas en situación de calle, e incluso de quienes viven en casas comunitarias, que también es un novedad".
"Cuando tengamos esos datos vamos a poder generar una mejor foto de la problemática y mejor nuestras políticas públicas", completó la funcionaria local.