"Estamos por firmar un acuerdo que aumentará los destinos de exportación"
El director del Ente portuario anunció la llegada de una "etapa superadora" a partir de un convenio con Montevideo que les permitirá llegar a Europa y Estados Unidos. Charla a fondo con la cabeza política de una institución santafesina que en poco cumple 30 años.
Carlos Arese es el presidente del Ente Administrador del Puerto de Santa Fe, directorio que se encarga de velar y promover el desarrollo de los terrenos que desde 1993 pertenencen al Estado provincial.
Próximo a cumplir 30 años como territorio santafesino, Arese destaca el grado de “inserción” que el puerto tuvo para con la ciudad. También que dos de sus tres terminales portuarias estén directamente explotadas por su gestión.
El Puerto de Santa Fe hoy se divide en varias zonas. Está lo que Arese invoca como el “masterplan” logrado a partir de “más de 60 contratos de concesión con empresas, ya sea constructoras, comerciales o industriales, que pagan un cánon por el uso del suelo”.
Luego está la zona portuaria compuesta por “tres terminales: una concesionada, que es la de combustibles; y dos operadas por nosotros mismos que son la de contenedores y de granos”.
“La terminal de contenedores hoy trabaja con 25 empresas pero no tiene techo”, dice sobre las posibilidades a futuro que augura.
Por lo pronto celebra la llegada de un nuevo acuerdo estratégico, en exclusiva con Santa Fe Plus: “Estamos por iniciar una etapa superadora y estamos en condiciones de afirmar que vamos a firmar una nuevo acuerdo para salir vía Montevideo y aumentar los destinos de exportación”.
—¿Puede resumir brevemente cómo se administra y trabaja en la actualidad en el Puerto de Santa Fe?
—El Ente Administrador del Puerto de Santa Fe está por cumplir 30 años. Se creó en noviembre de 1993 y realizaremos una recordación. Como el nombre lo indica, nosotros somos administradores de la tierra y de los bienes del puerto de Santa Fe cuya propiedad es del gobierno de la provincia de Santa Fe desde que se hizo el traspaso por parte del gobierno nacional en 1992.
El órgano rector del ente administrador es un directorio conformado por nueve personas. Así se establece por ley. Son ocho representantes de diferentes entidades de la ciudad como los importadores, los exportadores, la Unión Industrial, la Sociedad Rural, los armadores de barcos, el personal, un representante de la Municipalidad… ocho directores que son cargos ad-honorem y de quienes yo soy el presidente desginado por el Gobierno de la provincia.
Históricamente se dio un cambio importante cuando se volteó el muro que separaba al puerto de la ciudad. Hubo desde entonces una integración paulatina y se empezó a desarrollar el masterplan del desarrollo inmobiliario. Acá no había nada hace 15 años atrás y primero se empezó por el casino, por el shopping, por el hotel y luego se fueron haciendo inversiones muy importantes.
Hoy tenemos sectores diversos. Uno está destinado al entretenimiento y al esparcimiento como el hotel o el shopping, que está sobre el dique 1. El dique 2 es el lugar donde se permitió el desarrollo de torres de departamentos. Es un trabajo que año tras año requiere de muchas inversiones. Y hay otro sector en donde están asentadas las industrias y los comercios, como en el caso de las concesionarias de autos que están sobre avenida Alem o las firmas como Sancor Seguros o Culzoni.
No quiero olvidarme además de Puerto Plaza que se inauguró hace dos años. Tiene supermercados, mucha gastronomía, venta de indumentaria, etcétera. Son desarrollos inmobiliarios e inversiones muy importantes para la ciudad que motorizan mucho su economía.
En cuanto a lo estrictamente portuario, es algo que estuvo un tanto aletargado y olvidado durante mucho tiempo porque el desarrollo inmobiliario fue muy importante y absorvió mucha de nuestra energía. Pero debería ser el primer objetivo a cumplir por el puerto.
Por eso cuando iniciamos esta gestión, por indicaciones específicas del gobernador Omar Perotti que es una persona muy vinculada a la producción, buscamos el apoyo y la inversión para levantarlo porque hacía mucho tiempo que no funcionaba.
De a poco fuimos poniendo en condiciones sus terminales operativas que son dos: una terminal de granos y una terminal de contenedores. Aparte hay otra terminal de combustible concesionada a Raizen, una empresa del Grupo Shell.
—¿Las otras dos terminales están siendo concesionadas por el Estado?
—En este momento somos nosotros quienes estamos explotando las dos terminales de forma directa, algo que no se da en otros puertos que tienen concesionadas sus operaciones.
—¿Cómo fue el trabajo de reactivación del que hiciste mención?
Empezamos por refundar la terminal de granos en 2020. La pusimos en condiciones porque hacía muchos años que estaba inactiva. Requirió de muchas inversiones para su puesta en valor y mantenimiento. Eran silos con más de 60 años y que provenían de la vieja Junta Nacional de Granos. Debimos cambiar sus cintas y reparar muchas roturas. Lo hicimos convencidos de que estábamos por el camino correcto.
Así fue como en julio de 2020 hicimos nuestro primer embarque. Fue un barco de mediano porte, acorde a las posibilidades de nuestro puerto. Se cargó en ese primer embarque entre 2500 y 2600 toneladas de maíz con destino a Uruguay. Fue el primer hito de reactivación del puerto.
Afortunadamente y desde entonces seguimos repitiendo operaciones cada 15 o 20 días. Era importante que no quedara en una cosa esporádica y continuamos con los embarques de mediano porte desde julio y hasta fines de 2020, cuando la bajante del río comenzó a ser más preocupante.
El río continuó bajando y para 2021 teníamos muy poca altura. Empezamos a trabajar entonces con barcazas que no requerían de tanto calado para navegar. Además nos añadió otra ventaja, porque cargan 1500 toneladas cada una pero se arman de a convoys de por lo menos entre dos y cuatro. Pudimos aumentar entonces la cantidad porque había veces que llegábamos a cargar hasta 9.500 toneladas.
Ahí empezó el movimiento más importante. A través de barcazas se exportaron aproximadamente 65.000 toneladas de granos en 2020, mientras que para 2021 la cifra aumetó a 100 mil. La tendencia continuó durante 2022 y hoy seguimos trabajando con embarques cada 20 días.
—¿Son granos de nuestra provincia?
—Sí, son granos de la zona que vienen en camiones y se almacenan en los silos. Generalmente llega como maíz común y nosotros le hacemos el servicio de partido. Se está exportando principalmente a Uruguay. Cuando empezamos la gestión había una sola máquina partidora, hoy tenemos cuatro.
—¿Y la terminal de contenedores cómo trabaja?
En la terminal de contenedores se concentra el negocio mundial de importación y exportación. La ciudad de Santa Fe no tenía una terminal de contenedores operativa y veníamos además de una mala experiencia con un último concesionario. Por eso siempre digo que no arrancamos de cero sino de más abajo porque hubo que remontar toda esa mala experiencia que alejó al puerto de varias empresas.
Para 2021 no teníamos habilitación de aduana, tampoco personal ni grúa. Tuvimos que hacer muchas obras para reflotar la terminal de contenedores. Empezamos por ponerla en condiciones porque era imposible arrancar como estábamos.
Luego firmamos un acuerdo con el gobierno nacional, que aportó una cifra de dinero importante para comprar las grúas. Conseguimos además la habilitación de aduana, tomamos personal capacitado y tuvimos que comprar software, entre muchas otras cosas.
Llegamos finalmente a firmar un convenio con el puerto de La Plata y su operadora portuaria, acuerdo en donde ellos nos financian y aportan, cada 15 días, un portacontenedores de hasta 500 unidades trayendo importaciones y llevándose contenedores para exportación. Desde La Plata salen al exterior con destino final.
Este acuerdo viene funcionando perfectamente desde hace dos años y se está por vencer en agosto. Nos obligó por lo tanto a iniciar una etapa superadora y estamos en condiciones de afirmar que vamos a firmar una nuevo acuerdo para salir vía Montevideo y aumentar los destinos de exportación.
La actividad con el puerto de La Plata fue sumamente importante pero nos estábamos quedando acotados, ya que solo trabajan con Brasil y Asia. Y la verdad es que las empresas de la zona nos estaban demandando y exigiendo otros destinos como Europa o Estados Unidos.
Ahora estamos trabajando y en poco tiempo saldremos con un nuevo circuito vía Montevideo para llegar a todos esos destinos. El acuerdo sería similar y estamos cerrando el tema de la barcaza con la que trabajaremos, que probablemente sea más chica.
—¿Con cuántas empresas trabajan?
Hoy trabajamos con alrededor de 25 empresas, pero podría crecer muchísimo más. No tanto en la terminal de granos porque requiere de una logística mayor. Los granos llegan en camión y luego hay que cargarlos a los silos para después pasarlos al barco. Entonces el crecimiento que puede tener la terminal de granos es totalmente distinto al de la terminal de contenedores, que practicamente no tiene techo.
—¿Cómo describirías la relación que hoy tiene el puerto con la ciudad de Santa Fe, en términos económicos y de generación de trabajo?
—Los desarrollos inmobiliarios fueron importantes porque hay una gran cantidad de gente que vive y se beneficia de los terrenos. A esto se le suma la gente que trabaja, teniendo en cuenta que hay empresas con un importante plantel de profesionales.
O sea que hay un desarrollo inmobiliario de torres donde vive mucha gente y la muestra como un barrio más de la ciudad, que va creciendo exponencialmente. Requiere por lo tanto de servicios que como ente administrador del puerto estamos brindando. Estoy hablando del alumbrado público, por ejemplo.
También estamos por firmar un convenio con la Municipalidad para que se encarguen del control vehicular, dado que es una parte escindida de su ámbito y de jurisdicción portuaria, vigilado por Prefectura. Hasta ahora no tenía potestad la Municipalidad para controlar el tránsito.
Además trabaja mucha gente y con la reactivación de las dos terminales incorporamos mano de obra local. Los estibadores son de Alto Verde, por ejemplo. Generamos un movimiento de mano de obra local interesante.
—¿Qué sucede con el dinero que ingresa y con qué fondos se costean?
Los ingresos que obtenemos por las terminales entran al ente administrador. Nos manejamos con recursos propios de lo recaudado y lo invertido.
—¿El puerto se plantea o debería plantearse algún objetivo concreto a mediano, corto o largo plazo?
—Sí. Consolidar todas estas actividades que ya iniciamos. Que se fortalezcan y consoliden. También que pueda crecer la terminal de contenedores porque es la actividad que más posibilidades tiene de dar beneficios. Hay muchísimo que se puede hacer, fundamentalmente a partir de la consolidación de nuevos destinos.
En la zona tenemos una capacidad exportadora e importadora muy importante. El departamento La Capital cuenta con el parque industrial de Sauce Viejo, los departamentos Las Colonias o Castellanos tienen asimismo gran potencial exportador del que hasta yo mismo me sorprendí.
Realmente hay muchísimas empresas que exportan y que por lo general salen del puerto de Buenos Aires. O sea que requieren de un transporte extra. Nosotros podemos ofrecerlo acá de un modo mucho más accesible y cercano.
—¿Qué opinión tienen sobre el proceso aún inconcluso de licitación de la hidrovía?
—En el tema de la hidrovía no tenemos mayor injerencia. Lo maneja directamente el gobierno de la provincia, que representa a los cuatro puertos públicos de Santa Fe: Villa Constitución, Rosario, Santa Fe y Reconquista. Es decir que nosotros nos subimos a la postura del gobierno provincial.
Y bueno, hoy está en una situación de freno de licitación que no creo que avance para antes del fin de este mandato. La concesión de la hidrovía la seguirá teniendo AGP, que es la administradora que cobra el peaje y subcontrata su dragado y balizamiento. El gobierno entrante dirá qué hacer.
—¿Tienen algún temor o previsión por lo que pueda provocar la llegada del Niño?
—No sé aún qué impacto va a tener. Cuando asumí tuvimos una situación de bajante que llegó a marcar 0 e incluso -20 metros sobre el nivel del mar. Fue el piso más bajo del año pasado.
Hoy estamos en un metro y medio, que es una altura todavía baja porque podemos mantenernos normalmente funcionando hasta entre tres y cuatro metros. Esperemos que se estabilice en ese nivel porque más de eso sería preocupante para la ciudad.