Rosario: Denuncian que un barrio privado y un shopping usan un arroyo como cloaca
Vecinos de barrio San Eduardo aseguran que hay caños clandestinos que salen de Aldea Tenis y del shopping Fisherton Mall, lindero al aeropuerto. Se suman los residuos que se tiran desde la vera del arroyo. "Toda esa mugre termina en el Paraná", plantean
"El tema del (arroyo) Ludueña hace años que lo venimos diciendo, que se tiene que limpiar el cauce. Pero ahora está apareciendo el agua gris o blanquecina. Y eso es porque están tirando desechos cloacales y además se le sumaron caños clandestinos desde el shopping del aeropuerto y una conexión que le hicieron en Aldea Tenis, que para decirlo claramente 'tira toda la mierda al arroyo'". El crudo testimonio pertenece a Marcelo Ferraro, vecino del barrio San Eduardo, que alza la voz contra la contaminación de uno de los afluentes del Paraná.
Con la ola de calor de estos primeros días de enero, los olores se multiplican y se hace más urgente encontrar una solución. "He hablado con concejales, funcionarios de medioambiente y nunca pasa nada. Municipio le echa la culpa a la provincia, provincia a Nación, Nación a Hidráulica y los de Hidráulica a Magoya. Lo concreto es que nadie hace nada: el agua está blanca y con olor a podrido. Encima como no llueve, el arroyo parece un zanjón y los desechos no avanzan", sentenció el vecino en diálogo con RosarioPlus.com.
De oficio operador de radio, Marcelo recuerda sus tiempos de pibe, ahí mismo donde ahora florece la contaminación y la mugre: "Antes había peces y tortugas, pero ya no queda más nada. Cuando yo era chico nos metíamos ahí como si fuera una pileta. Hoy, olvidate".
La denuncia apunta a los dos vértices de una Rosario desigual: sectores pudientes que desde el country Aldea Tenis y desde el shopping Fisherton Mall estarían arrojando residuos cloacales al Ludueña, pero también a la situación económica en la que viven en los barrios más vulnerables de la zona noroeste, que tiran basura al arroyo: "Uno de esos basurales está en calle Juárez Celman, para el lado del río. Son cuatro villas en total que están a la vera del Ludueña: Stella Maris, La Bombacha, la de atrás del autódromo y la otra que está antes del entubamiento. Desde estos lugares, toda la mugre que van generando, también va a parar al agua y termina en el Paraná".
La solución, para Ferraro, no pasa por acciones de corto plazo y efectistas: "Habría que limpiarlo al Ludueña, para que podamos volver a disfrutarlo como antes. Pero esto no se soluciona metiendo una maquinita en la parte de la desembocadura para sacar diez botellas para la foto. Acá hay que trabajar desde arriba, hacer que no haya más caños que vuelquen desechos clocales, impedir que se siga tirando basura".