El río Paraná llegó esta semana a los 22 centímetros por debajo del cero y alcanzó valores históricos que aún no se habían registrado este siglo.

La bajante del Paraná y la del río Salado, sumado a la falta de lluvias, viene repercutiendo en el sistema de corrientes de agua de la región, donde ya se secaron las lagunas Juan de Garay (en la ciudad de Santo Tomé), la de la localidad de Laguna Paiva y la Añapiré, situada en la localidad de Campo Andino.

La Setúbal hoy. Crédito: Hernán Retamoso (@obsesivamente).
La Setúbal hoy. Crédito: Hernán Retamoso (@obsesivamente).

En la laguna Setúbal el bajo nivel del agua ya compromete la subsistencia de peces y tortugas, donde por estos días pudieron observarse gran cantidad de sábalos, palometas y otros peces autóctonos muertos a la vera de los afluentes secos.

Esto es un problema no solo ecológico sino también productivo, y que en el plano más inmediato afecta a una gran cantidad de pescadores que atraviesan una crisis sin precendentes. Desde hace semanas, vecinos autoconvocados se empeñan en abrir canales de escape para que sobreviva la fauna ictícola cercada por las orillas.

La Setúbal, un comparativo de ayer y hoy. Crédito: Hernán Retamoso (@obsesivamente).
La Setúbal, un comparativo de ayer y hoy. Crédito: Hernán Retamoso (@obsesivamente).

La bajante de los ríos y lagunas llega además junto con una de las olas de calor más importantes de la historia (la quinta en términos generales y la más importante del siglo XXI), una situación que se profundiza con las quemas de humedales y la tendencia a la baja que el río Paraná muestra recurrentemente desde el 2019.

Como sostuvo la periodista Rocío Fernández en un artículo publicado en revista Charco, durante el 2020 "las poblaciones del litoral y el delta del Paraná asistimos a incendios infernales que perduraron en el horizonte durante meses". A ello se le suman los más de 1.400 puntos de calor que se observan en la provincia y que generan focos de incendios que no dan tregua a las dotaciones de Bomberos.

La Setúbal hoy. Crédito: Hernán Retamoso (@obsesivamente).
La Setúbal hoy. Crédito: Hernán Retamoso (@obsesivamente).

Todos estos factores se relacionan y profundizan la situación de los ríos y lagunas del litoral que cada año superan nuevos niveles a la baja y se codean con los registros históricos. Las postales que presenta la Setúbal (así como el río Paraná y todos sus afluentes) dan aviso sobre la importancia de implementar políticas públicas y alcanzar un grado de responsabilidad civil que permitan hacer de tales imágenes un preocupante archivo histórico y no un paisaje recurrente.