Los precios de la canasta subieron casi 10 por ciento en julio
El Centro de Estudios Económicos Scalabrini Ortiz midió 9,9% de suba en los precios de supermercados de la provincia de Santa Fe. El aumento inflacionario más alto desde setiembre de 2018.
La inflación en supermercados de la provincia de Santa Fe trepó casi 10 puntos porcentuales en julio, y reflejó así el clima caliente de la economía en esos días de corrida de la cotización del dólar y la presión especulativa que empuja hacia la devaluación. Esta suba de precios, entonces, acumuló desde julio del año pasado 70% de aumento.
El Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (CESO) es el autor del relevamiento realizado sobre supermercados de distintas ciudades santafesinas. La economista Celina Calore, miembro de ese equipo, consideró: "Es un indicador fuerte, aunque era esperable de alguna manera para este mes por la turbulencia que hubo en el mercado en general, la expectativa devaluatoria, la corrida y la expansión de la brecha cambiaria".
El salto de julio llevó la acumulación de la suba a 70,73% desde julio de 2021. En cuanto a la canasta básica de alimentos, este incremento interanual llegó a 68,79%, según el relevamiento del CESO. Y en cuanto al mes de julio, este indicador aumentó 7,28%. El acumulado de los siete meses del año ya alcanzó 50,5%.
Calore citó como los rubros que más traccionaron la suba los artículos de limpieza del hogar (+14%), panificados, farmacia (+11,6), bebidas (+10,8), todas performances de alto impacto para solo 30 días.
"Es el efecto de la salida de Guzmán, que ya venía con la corrida cambiaria y la suba del tipo de cambio paralelo, los dólares Bolsa y la incertidumbre que se generó con la corrida, la renuncia del ministro, la llegada de Silvina Batakis. Aunque luego hubo cierta estabilización, el daño ya estaba hecho", señaló.
Sin embargo, este índice alto tiene un antecedente más agudo. Los autores del informe lo encontraron en el índice de setiembre 2018, luego de la devaluación que aplicó el gobierno de Mauricio Macri. En ese mes el incremento de precios llegó a 11,48%.
"Fue luego de que el gobierno llamara al Fondo Monetario Internacional en abril, la salida de capitales, una devaluación fuerte y otras sucesivas... Creo que con eso y con lo de ahora queda demostrado para poner sobre la mesa los riesgos de devaluar. Ahora no la hay, el gobierno asegura que no la habrá, pero hubo una corrida que causó mucho daño", señaló Calore. Y advirtió que "debe servir para que tomen nota los que piensan que la salida es una devaluación".
Todos los rubros fueron a la suba, ninguno bajó como para promediar. Curiosamente, el rubro de las carnes fue el que menos aumentó, sólo +2.9%. Por eso es que la canasta básica alimentaria tuvo un salto menor al del índice general.
Un dato para comparar es el costo de lo que un adulto necesita para cubrir sus necesiaddes alimentarias básicas, $21.008 en la provincia de Santa Fe. Mientras que ese mismo indicador, a nivel país, se ha estimado en alrededor de $15.000 cuando se empezó a promover la idea de implementar el salario básico universal.
El límite de la indigencia para una familia, según este trabajo, es de $64.915. La canasta básica alimentaria familiar, entonces, se incrementó en julio $4.404 respecto del mes anterior.
Consultada acerca de propuestas para una solución a esta olla a presión que implica tan acelerada suba de precios, Celina Calore transmitió las conclusiones que cultiva todo el equipo del CESO. "Creemos que la salida debe ser un shock heterodoxo con características de un gran acuerdo de precios y salarios. Hoy se anunció un acuerdo entre sindicatos y empresarios para frenar la escalada de precios", valoró, en alusión a la convocatoria lanzada ayer por el Ejecutivo. "Pero también eso debe incluir el compromiso del Estado de no mover el tipo de cambio, de mantener tarifas y combustibles. Porque si tenemos solo intentos aislados como el programa Precios Cuidados, vamos a tener pequeños diques de contención, pero eso solo no solucionará la inflación. Debe haber un shock heterodoxo y acuerdo con esos sectores para frenarla, más allá de los precios internacionales, y la corrida cambiaria". "Ya arribamos a un nuevo piso de 60% (de inflación proyectada anual) y corremos el riesgo de seguir subiendo, así que urge frenar esa inercia, y eso se empezará a alcanzar con el acuerdo intersectorial. Para eso el gobierno deberá generar las condiciones políticas", analizó.
En ese sentido, Calore sopesó la envergadura política de Massa que no tienen sus antecesores. Y cifró expectativas en eso. "Siempre hay ganadores y perdedores, pero ojo que a la larga en este devenir no terminemos en un estancamiento con inflación", alertó.
Se refirió en ese sentido a la restricción de divisas que padece el aparato productivo, y que ya resiente el ritmo de crecimiento de la economía. "Ese es el cuello de botella, y se necesitan dólares para importar insumos; si no, no crecemos, la inflación persiste y el consumo se va frenando porque el bolsillo no da más", añadió.