A contramano de Rosario, La Capital cierra el año menos violento desde 2005
Por tercer año consecutivo, el departamento cierra con estadísticas a la baja. Hubo 35% menos de homicidios que en 2019 y 56% menos que en 2014. En la ciudad de Santa Fe, el 42% de los asesinatos se cometieron en el distrito Noroeste, que se consolida como el más violento.
De la Redacción de Santa Fe Plus
El cierre de 2022 muestra dos realidades bien distintas en la misma provincia: mientras el departamento Rosario tuvo su año más violento desde 2015 (tercero consecutivo además con homicidios en alza), el departamento La Capital culmina el año con menos homicidios desde 2005.
Si bien los datos aún son provisorios (porque hay heridos de arma de fuego que están internados) hasta ayer, 31 de diciembre de 2022, según el registro de Santa Fe Plus, se habían cometido en La Capital 67 crímenes. Si la cifra no se modifica, será la más baja desde 2005, cuando también hubo 67 asesinatos, por lo que serían los dos años menos violentos desde 2001 a la fecha.
Se observa además un claro declive respecto a los peores años, que transcurrieron entre 2013 y 2016, con un pico histórico de 155 homicidios en 2014, con una tasa de homicidios que ubicaba a la ciudad entre las más violentas de América Latina. Hubo una disminución de 56% respecto a ese año, y de 35% respecto a 2019, último en el que hubo una suba respecto al anterior.
El mapa de homicidios muestra una consolidación de la violencia en el distrito Noroeste, que en los últimos dos años fue escenario de la mayor cantidad de crímenes. Sobre 55 hechos que ocurrieron en la ciudad de Santa Fe en 2022, 23 (42%) se cometieron ahí. Luego se ubican Suroeste (12), Este (6), Norte (5), Oeste (4), La Costa (3) y Centro (2). En el distrito Noreste no hubo homicidios.
Los barrios en los que hubo más hechos fueron Yapeyú (Noroeste) con 7, Santa Rosa de Lima (Suroeste) con 6, San Lorenzo (Suroeste) con 4 y Coronel Dorrego (Este), Las Lomas (Noroeste), San Agustín (Noroeste) y Los Troncos (Noroeste) con 3.
Hay lugares de la ciudad en los que, en un radio de pocas metros, se concretaron varios homicidios. En apenas cinco cuadras, entre El Abasto y Nueva Tablada, mataron a Maximiliano Pereyra, Mauro Machuca y Miguel Ángel Giménez. En la misma esquina de barrio San Agustín, con diferencia de un mes, mataron a Kevin Schneider y Gerardo Greco. En una distancia de cuatro cuadras, en Santa Rosa de Lima, asesinaron a Aixa Cuello, Julio Montiel y Exequiel Rodríguez.
Además de los 55 homicidios en la ciudad de Santa Fe, hubo 6 en Santo Tomé, 2 en Sauce Viejo y uno en Arroyo Leyes, Monte Vera, Recreo y Rincón.
Del total de 67 asesinatos, el 94% de las víctimas fueron varones: el 47% de ellos tenía entre 15 y 29 años al momento de la muerte. Los otros cuatro hechos fueron los de Aixa Cuello (se investiga como femicidio), los transfemicidios de Aldana Lorenz y Alejandra Ironici y la muerte de María Isabel Distéfano (aún se investiga si fue un homicidio).
El 72% de los asesinatos se cometieron con arma de fuego (cifra similar a la del año pasado), 22% con arma blanca y 6% con golpes. El 80% ocurrieron en la vía pública.
En el 54% hubo una planificación previa, pero sólo en un 15,4% hubo identificación de mandato o pacto previo (es decir, aquellos en los que el/la autor/a de la muerte no es la persona directamente interesada en que suceda). La diferencia con Rosario en ese aspecto sigue siendo muy grande: en ese departamento hubo una planificación previa en el 75% de los hechos e identificación de mandato o pacto previo en el 53,7%.