Mientras que en Rosario y en toda la Argentina se han recrudecido fuertemente los casos de personas que solicitan asistencia por consumo problemático, tanto en cantidad como en complejidad, el Estado brilla cada vez más por su ausencia.

Desde el Foro de Adicciones, han notado que en el último año ha habido un “incremento notable de los casos de personas que se acercan a los dispositivos en búsqueda de algún tipo de acompañamiento o tratamiento de sus situaciones”, y que hoy el 80% de los casos son abordados por ONGs no estatales.

Así lo detalló Gastón Oldano, coordinador de la casa de atención y acompañamiento comunitario (CAAC) Casa Pueblo, en diálogo con la Sí 98.9 en el marco de lo que fue una nueva marcha de “Ni un pibe menos por la droga”, para visibilizar la crítica situación actual.

“El recrudecimiento de la situación y el incremento notable de casos es preocupante, hace encender algunas alarmas, dado que lo que se registra es una ausencia del Estado y un retraimiento en esta temática, que va de mano directamente con el sostenimiento de los equipos técnicos profesionales (psicólogos, trabajadores sociales, terapistas ocupacionales) de los dispositivos que laburamos en los barrios populares y en toda la ciudad y que afecta a la posibilidad de sostener estos espacios”, dijo Oldano, que luego agregó que “la verdad es que en el último año y medio se viene haciendo muy dificultoso poder sostener un funcionamiento diario acorde a lo que requiere la problemática, excede completamente”.

NADIE ES PERFECTO - Gaston Oldani #NiUnPibeMenosPorLaDroga by Sí 989

Al mismo tiempo, en paralelo con esta falta de asistencia para poder abordar de la mejor manera este tipo de casos de consumo problemático, en vez de aprovechar esas oportunidades para tratar de ayudar a la gente a salir de sus adicciones, desde el Estado se suelen impulsar medidas de corte punitivista, que lejos de solucionar terminan estigmatizando y empeorando la situación de estas personas y de la sociedad en general.

“Nosotros como Casa Pueblo y como miembros también del Foro de Adicciones no es que estamos en contra de medidas de seguridad, de patrulleros en las calles y demás, pero lo que se plantea es que si solamente se queda en medidas de cortes punitivistas, eso no soluciona el problema, y se termina estigmatizando a una población que muchas veces son personas que tienen derechos vulnerados de generaciones anteriores, y con la criminalización, lo único que se logra es muchas veces empeorar esas experiencias de vida”, señaló el referente social.

De esta manera, al decidir no integrar a esas personas, “después terminan quedando por fuera de un sistema que los excluye, los estigmatiza y la única red de contención que encuentran son actividades muchas veces relacionadas al narcomenudeo”.

“La ausencia de propuestas por parte de la sociedad en su conjunto, pero específicamente de las esferas estatales, tanto a nivel nacional como provincial, en lo único que termina desembocando en muchas ocasiones es que esa persona al no tener ningún espacio de pertenencia donde poder desarrollarse, expresarse y poder tener o un tratamiento o un espacio de contención para su situación, termina cayendo en estos circuitos de narcomenudeo”, reafirmó el coordinador.