Supermercados: anticipan un rebote en las cifras de julio, pero influido por el aguinaldo
Los números del INDEC correspondientes a junio podrían demostrar un repunte en las ventas, pero la fuerte caída en lo que va del año todavía hacen descreer que se haya revertido la tendencia a la baja.
Mientras se aguarda por los números del INDEC correspondientes a junio, integrantes de la Cámara de Supermercados y Autoservicios de Rosario y la Región (CASAR) anticipan que el séptimo mes del año mostrará un rebote en cuanto a las ventas, pero temen que sea solo consecuencia del aguinaldo y no de que realmente se haya revertido la tendencia a la baja del año.
Juan Manuel López Raido, miembro de CASAR, contó en diálogo con la Sí 98.9 los números que manejan ellos en base a sus relevamientos, asegurando que en lo correspondiente a julio se puede ver un repunte, aunque advirtiendo que en el análisis anual la caída sigue siendo del 14%.
“Venimos obviamente con un principio de año que realmente marca la tendencia a la baja en cuanto es a registro de ticket de compra, que tiene que ver obviamente con lo que refleja la inflación y el impacto obviamente que hace la inflación en el consumidor. La excepción de la tendencia anual tiene que ver con este mes, donde hay un aumento de ventas respecto al anterior, que se podría decir también que el aguinaldo empujó justamente a un mejoramiento en la compra, pero si tenemos que hacer una comparación interanual o un balance de un trimestre, el primer semestre de 2024, la tendencia es a la baja, es a una restricción en el consumo y no solamente en la cuestión de cantidad, sino también a los productos que se van comprando, que obviamente se vuelcan a productos con menos nutrientes, productos que tienen que ver mucho más con la harina, con el consumo más de carbohidratos y menos de lo que son cárnicos”, explicó López Raido.
En ese sentido, aseguró que “es realmente notable” la diferencia en las prácticas de los consumidores, con esa tendencia a buscar productos de menor precio (y menor calidad): “Ahora hay un consumidor mucho más exigente, mucho más observador de los precios que visualiza en góndola, lo que obliga obviamente al supermercadismo a tejer justamente estrategias de promoción para poder generar algún tipo de beneficio en cuanto a las ofertas. A la hora de negociar con los proveedores se remarca que la capacidad de compra que había antes no es la misma que hay ahora. Dentro de las carnes también se visualiza una diferencia, la mayoría de los compradores va mutando de la carne roja a la carne blanca o, con los convenios que se han logrado con la provincia, mucha gente se va volcando a la compra de cerdo por la diferencia que había en cuanto a precios”.
En cuanto a cifras puntuales, en lo que va del año la caída es de “alrededor del 14%”. En la comparativa por rubros, los que mayor caída registraron son, por ejemplo, los relacionados al “aseo personal o artículos de limpieza”, y “ni hablar de bazar” o “electrodomésticos”.
“Pero si vamos específicamente a lo que son productos de consumo masivo y de uso cotidiano, que tiene que ver justamente con la alimentación, uno va viendo la mutación de consumidores, va viendo también el tema de elegir precios y segundas y terceras marcas. Va habiendo ese cambio justamente de conducta, que hay una cuestión netamente de un momento de recesión, de un momento donde la plata no alcanza, y lo que hace el consumidor es obviamente restringirse a un montón de artículos que antes compraba y hoy va a lo justo y necesario y lo que realmente pueda comprar más”, explicó.
De igual manera, también destacó que los consumidores antes realizaban compras mensuales, y que eso fue mutando a compras cada 15 días, a compras para la semana y, actualmente, a compras prácticamente para el día a día.
Respecto a julio, “este mes hubo un rebote, pero tendríamos que visualizar a partir del mes que viene ese rebote era netamente implicancia del aguinaldo o había otro tipo de condicionamiento que hizo justamente a generar algún tipo de reacomodo”.
“Yo te diría que lo que hay, hay una realidad, también muchas personas lo que hicieron es dejar de gastar en otros ámbitos y, obviamente, lo último que se recorta es el consumo de la comida. Mucha gente ha dejado de ir a comer afuera y come en casa. Cuando uno empieza a ponderar estos valores y empieza a hacer un análisis mucho más exhaustivo más general de obviamente el comportamiento de una persona, de dónde empieza a gastar obviamente si deja de comer afuera es un sector que tiene una pérdida de un consumidor y lo gana el supermercado porque la persona come esa comida en la casa”, analizó también el supermercadista.