El ministro de Seguridad provincial, Pablo Cococcioni, llamó a conferencia de prensa este lunes y aludió al video anónimo en el que cuatro encapuchados armados amenazaron con “dejar muertos” en Buenos Aires y Santa Fe como réplica a la política del gobernador Maximiliano Pullaro y de la ministra nacional Patricia Bullrich.

“Hasta nuevo aviso, estaremos elevando los niveles de alerta, priorizando algunos blancos, sin descuidar a los ciudadanos de la provincia. Se incrementarán controles, requisas, identificaciones en vía pública en zonas cercanas a algunos actores del sistema de justicia penal, habrá una elevación general del nivel de alerta en todo el despliegue operativo en Rosario y alrededores”, afirmó el funcionario provincial.

Cococcioni indicó que desde el primer momento de este domingo hubo contactos entre Provincia y Nación en torno a este tema. “Pusimos a disposición todo recurso, información e inteligencia y todo lo que pueda aportarse desde el ámbito del gobierno de Santa Fe”, dijo.

En cuanto a la finalidad supuesta del video, el ministro lo encuadró como “nuevamente un intento de condicionar mediante la amenaza de violencia el rumbo de políticas públicas tanto nacionales como provinciales en materia de seguridad”. Trascartón, ratificó: “Reafirmo el actual rumbo de política pública en materia de seguridad, seguirá inalterable tanto en nación como provincia, es el compromiso asumido con el electorado. Es expresión de voluntad de todo el arco político de sancionar las leyes para recuperar la seguridad que planteamos en diciembre”.

En ese orden, Cococcioni reafirmó las instrucciones de “ajustar el control en la cárcel, poner la policía en la calle y desmantelar las bandas narcocriminales”. Y agradeció “el acompañamiento sin retaceos del gobierno nacional”. 

Con todo, el funcionario dejó margen para la posibilidad de que todo sea una falsa alarma o una operación, incluso, en el que el hampa nada tenga que ver. “Tendrá que ser la investigación judicial la que establezca la seriedad de las supuestas amenazas, identificar a los autores y el lugar desde donde se produjeron. Mientras tanto, no escatimaremos medidas en cuanto a prevención”, analizó. 

Si bien más temprano el rosarino Federico Angelini, funcionario nacional en Seguridad, deslizó que el gobierno maneja “algunas hipótesis” acerca del origen del video, y Bullrich enfocó hacia “alguna banda de Buenos Aires”, Cococcioni relativizó esas conjeturas. “Hay múltiples líneas de acción a investigar. Puede haber algún descontento con la línea de acción que trazamos desde diciembre, por la suspensión de visitas a presos de alto perfil, restricciones carcelarias, anulación de privilegios, y reasignaciones de reclusos de alto riesgo. No se descarta que siga siendo efecto de esas medidas, pero hay que investigar”. 

Cococcioni había autorizado en febrero pasado la difusión de una foto del penal de Piñero donde se veía a los detenidos semi desnudos y sometidos en el suelo, y con una leyenda que fungió como escupir para arriba: "A lo Bukele".

Rosario venía de una serie de balaceras y mensajes amenazantes en la vía pública también contra los mismos destinatarios de ahora. El gobierno entonces había endurecido el régimen carcelario.

Poco después, en la primera semana de marzo, sucedieron aquellos estridentes asesinatos de dos taxistas en zona sur, de un colectivero en la zona oeste, y de un playero de la estación de servicios de Mendoza al 7700.