La actuación de Grávida, en la prensa nacional e internacional
El desempeño de la ONG católica en el caso de la menor de 12 años abusada por su padre generó repercusión en medios del país y del exterior. La cobertura de Santa Fe Plus, entre las más citadas.
La ciudad de Santa Fe viene siendo el epicentro de las actuaciones en torno al caso de la menor de 12 años, oriunda de Garibaldi, que no pudo practicarse un aborto consensuado, en el hospital Iturraspe, luego de que la ONG católica Grávida se interpusiera entre su familia y el Estado para bloquear la intervención quirúrgica programada para inicios de la semana que pasó.
El hecho generó el repudio generalizado del amplio abanico político que en nuestra provincia milita por la ampliación de derechos de las mujeres y disidencias. Conocido el hecho, fue inmediato el repudio generalizado y el pedido de una investigación judicial contra la inistitución provida y los particulares que colaboraron en la desaparición de la menor, durante casi un día, y por la que debió actuar la Justicia para encontrarla.
También fue inmediata la repercusión nacional e internacional del caso en distintos medios de prensa, tanto de nuestro país como a nivel internacional.
Periódicos y portales de diferentes latitudes se hicieron eco primero de la situación de “desaparición” de la niña, que debió ser intensamente buscada, y luego sobre las particularidades que se yerguen en torno a Grávida y a sus principales referentes.
En este marco, se destacaron las diferentes noticias que durante toda la semana publicó Santa Fe Plus en torno al caso, particularmente la que pusieron el foco tanto en el modus operandi de esta ONG que integra la Conferencia Episcopal Argentina, como la de referentes como Emilio Perizzotti que cuentan con un pasado cercano a lo más siniestro de la última dictadura militar.
Así fue reflejado por los distintos medios que tomaron nuestra cobertura:
El Caso
Hace aproximadamente diez días, una nena de 12 años asistió junto a su madre al Samco de Garibaldi, una localidad de poco más de 400 habitantes ubicada en el departamento Castellanos, a 131 kilómetros de la capital provincial y a 78 de Rafaela. La idea era que le realizaran unos controles, pero los profesionales detectaron que cursaba un embarazo.
Ante esta situación, la menor confesó que había sufrido en reiteradas ocasiones abusos sexuales por parte de su padre, de 42 años, quien fue detenido hace unas horas en Recreo y el miércoles será imputado por el delito de “abuso sexual calificado”.
Allí intervino una trabajadora social, que asesoró a la menor y su madre, quienes firmaron el consentimiento para que se le practicara un aborto en el marco de la ley 27.610 de Acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo. La intervención debía realizarse el pasado lunes 2 de enero, en el Hospital Iturraspe de Santa Fe, pero la menor no se presentó.
Según pudo reconstruir Santa Fe Plus, una vecina de la familia, enterada del caso, le contó al cura del pueblo, quien se contactó con la organización Grávida. Durante el fin de semana, integrantes de esa entidad se presentaron en la casa de la menor y lograron torcer la voluntad que había expresado -por escrito- para realizarse un aborto.
La trasladaron a la capital provincial donde este martes, luego de la intervención de una jueza de familia, lograron encontrarla. La menor estaba, junto a su madre, en una propiedad ubicada en 9 de julio al 2600, la "Casa Hermanas de Betania”. La Secretaría de Niñez dictó una medida de excepción y suspendió los cuidados parentales de la madre y la justicia de menores avaló que se la retire de allí. Uno de los motivos que llamó la atención fue una carta documento que la madre había presentado en el Hospital Iturraspe, revocando la solicitud de aborto que habían firmado días atrás. Según pudo saber Santa Fe Plus, la letra del texto es muy distinta a la de la firma, por lo que, evidentemente, la escribió alguno de los asesores del Grávida.
Desde el gobierno provincial apuntaron directamente contra la intervención de Grávida en el hecho, pero hasta el momento no se presentó ninguna denuncia contra la organización. “Se está evaluando exactamente qué pasó, y si se cometió un delito, se hará la denuncia correspondiente”, le dijo a Santa Fe Plus un funcionario. “Entre todas las cosas con las que les mintieron a la familia, les dijeron que la nena corría serio riesgo de muerte si abortaba, que probablemente se desangraría durante la intervención”, agregó en off.
La militancia de los Perizzotti
Grávida funciona en Santa Fe desde 2004, cuando fue inaugurado por el arzobispo José María Arancedo como un Centro de Asistencia a la Vida Naciente.
En aquel entonces sus fundadores, Liliana y Emilio Perizzotti, lo ponderaban ante El Litoral como un espacio “cuyo servicio primordial es ofrecer un ambiente de contención para que la vida concebida sea acogida, centrando su mirada en el acompañamiento y asistencia a la mujer embarazada como primera depositaria de ese ser humano concebido”.
Con la discusión por el aborto legal muy lejos del horizonte democrático, ya hablaban de lo “lamentable” de que “ante los embarazos no esperados, no sean pocos los que ofrecen como única alternativa la opción del aborto, y a través de una campaña sistemática buscan por todos los medios posibles su legalización, incluso hasta distorsionando, para generar un impacto en la sociedad”.
Consecuentemente, Grávida fue una de las instituciones que más cuestionaron y se opusieron al debate por la legalización de dicha práctica sanitaria. Luego, con su sanción en enero de 2021, continuaron con su militancia bajo forma clandestina, tal como revelan los hechos trascendidos en torno a este caso.
Sin embargo no es la primera vez que Grávida interviene en un hecho así. En 2015, también lo hicieron ante la violación que había sufrido una nena de 12 años con discapacidad intelectual. La nena señaló a su padrastro como el violador. La madre y la nena pidieron que se realizara un aborto, amparadas en el artículo 86 del Código Penal, ya que la gestación era producto de una violación a una niña con discapacidad y ponía en riesgo su salud.
En el Hospital Iturraspe fue abordada por la psicóloga María Belén Catalano, que no trabajaba allí pero militaba para Grávida. La convenció de no seguir adelante con el aborto, firmar el acta voluntaria para continuar con el embarazo y para reunirse con Perizzotti.
Pero la militancia antiderechos de los Perizzotti tiene varios antecedentes que incluso los vincula con la última dictadura cívico-militar. Es que Emilio es además hijo de Juan Calixto Perizzotti, represor condenado por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura. Entre ellos, el aborto forzado al que sometieron a Silvia Suppo, quien había sido violada por la patota durante su detención. Según la causa, fue Perizzotti quien le anunció a Suppo que estaba embarazada y que iban a “reparar ese error”.
La también condenada María Eva Aebi se hizo pasar por la hermana de Silvia y junto con Adolfo Farina la llevaron secuestrada a una clínica en la zona de la Costanera, donde un médico le practicó el aborto. Después la volvieron a llevar al mismo centro clandestino donde la habían violado para que se recupere de la intervención.