Mensajes de los rugbiers: "Les dimos murra, a uno lo re cagamos a palos, pero mal"
Se ventilaron audios y mensajes de los acusados, poco después de masacrar a Fernando Báez Sosa a la salida del boliche en Villa Gesell.
Los audios y mensajes que los rugbiers se enviaron entre sí mediante su grupo de WhatsApp en los instantes posteriores al crimen de Fernando Báez Sosa, en los que hacen referencia a que la víctima "caducó", que la gente estaba "a los gritos" y que estaba "la policía" en la puerta del boliche "Le Brique" de Villa Gesell, fueron los protagonistas de la séptima audiencia del juicio. "Flasheamos, matamos a uno", admitió uno de los acusados.
La evidencia fue expuesta ante los jueces por el instructor fiscal de la Fiscalía General de Dolores Javier Pablo Laborde, quien se encargó de analizar el contenido de nueve teléfonos celulares desde los cuales los rugbiers mandaron mensajes y audios al grupo de WhatsApp llamado "Del Boca3" y, algunos de ellos, tomaron imágenes del ataque y de los momentos posteriores.
Laborde, quien se convirtió en el testigo que hasta ahora más horas compareció ante el tribunal -ya que su testimonio comenzó este lunes-, leyó numerosos mensajes que en simultáneo fueron exhibidos en una pantalla colocada en la sala de audiencias, a la que miraban con atención tanto los padres de Fernando, Graciela Sosa y Silvino Báez, y los ocho rugbiers acusados.
"Le pegaron a uno"; "estoy yendo a la casa, vengan", "estoy acá cerca donde está el pibe y están todos ahí a los gritos, está la policía, llamaron a la ambulancia... caducó", "chicos no se cuenta nada de esto, a nadie", fueron algunos de los mensajes que reprodujo Laborde frente a los jueces, además de fotografías de algunos de los imputados comiendo en un McDonald's tras el crimen.
El instructor también exhibió mensajes de los acusados cuando la policía fue a buscarlos a la casa que alquilaban en Villa Gesell a las pocas horas del asesinato: "Policía afuera", "sí, mal"; "está la poli", "salgamos", fueron algunos de ellos.
Entre los teléfonos analizados en la investigación figura el iPhone 3 negro de Máximo Thomsen, quien se negó a entregar la clave de acceso; otros cinco teléfonos de la misma marca que pertenecían a Lucas y Luciano Pertossi, Matías Benicelli, Alejo Milanesi y Juan Pedro Guarino, cuyo equipo "7 Plus", de color negro, tenía la pantalla astillada y una funda de los All Blacks.
Los peritajes incluyeron también al Motorola G4 Plus de Enzo Comelli, quien fue señalado por testigos como uno de los que golpeó a Fernando; un Huawei perteneciente a Blas Cinalli, y el Huawei BLL23 gris con funda negra y pantalla astillada de Ciro Pertossi.
El único del grupo cuyo celular no fue localizado ni en el domicilio ni en los dos autos estacionados en la finca allanada fue el de Ayrton Viollaz, aunque tampoco forma parte del grupo "Del Boca3", en el que sí estaba el resto de los imputados, y también Juan Pedro Guarino y Alejo Milanesi, los dos sobreseídos en la causa.
Los números corresponden a usuarios identificados como "Chano (Luciano), "Blas Croto" (Cinalli), "Mati Benicelli" (Benicellii), "Juampi" Guarino, "Alejo Milanesi", "Ciro Perto", "Machu (Thomsen), "Enzo Comelli", "Lucas Perto" y un joven apodado "Salvi", quien no fue identificado en la investigación.
En tanto, Laborde explicó que a partir de las 6.21 de ese 18 de enero de 2020 Ciro Pertossi googleó con su teléfono al menos siete veces en búsqueda de información sobre el hecho, con frases como "Pelea Villa Gesell" y "pelea Gesell".
Por otro lado, reveló que Cinalli le avisó a otro grupo de amigos de la golpiza que le habían propinado a Fernando y sus amigos. "Nos peleamos, ganamos contra unos chetos, los rompimos", se lee en el mensaje de su celular, en un grupo de chat en el cual no está ninguno de los otros rugbiers.
El mismo joven le confesó a un amigo identificado como "Santi M." que habían matado a Fernando. "Amigo, flasheamos, matamos a uno", le dijo en un chat y también hizo mención a que "todo Villa Gesell" estaba hablando de eso. Le contó que en dos grupos distintos le dijeron que lo llevaron al Hospital sin signos vitales. "Volvimos todos a la casa. No queremos salir", le marcó Cinalli.
A las 6.37, Cinalli chateó con otro joven identificado como José Gordo, a quien le contó: "En Le Brique se armó el bondi, salimos y los cagamos a palos. Se fue la poli y les dimos". "Había dos que convulsionaban. Les dimos murra. A uno con Perto (por uno de los Pertossi) lo re cagamos a palos, pero mal".