"El justicialismo tiene el deber de ofrecer un modelo alternativo de ciudad"
Jorge Andrés Fernández destacó que sus 20 años de militancia peronista transitaron siempre "bajo un perfil técnico". En su primer salto a la política electoral como candidato al Concejo, planteó la necesidad de "pensar en un modelo de gestión que contemple el derecho a la ciudad". "La de Perotti fue una muy buena gestión", sostuvo sobre su jefe político. "Jatón es la continuidad de Barletta y Corral", señaló en cambio sobre el actual intendente.
"El Estado debe invertir y generar condiciones para que el sector privado invierta." Con esta frase el primer candidato al Concejo por el oficialismo provincial, Jorge Andrés Fernández, resumió la actitud que buscan imponer para que la ciudad “tenga una política clara de fortalecimiento al sector productivo y trabajador”.
A su entender, la gestión de Emilio Jatón es poco más que “una continuación” de las administraciones de Mario Barletta y José Corral, hipótesis que centra en la “actitud centrista” del actual mandatario municipal.
“¿Por qué la inversión se concentra en el centro de la ciudad? Entendemos que las mayores urgencias están en los barrios y hacia allí debe ir el dinero invertido”, justifica al respecto.
En contrapartida, observa que el peronismo "tiene el deber de ofrecer un modelo alternativo de ciudad" que se base en el concepto amplio del “derecho a la ciudad”.
“Necesitamos de muchos más espacios verdes y de políticas públicas para que los desarrollos inmobiliarios tengan en cuenta el impacto ambiental”, observa a modo de ejemplo.
También propone la creación de una línea testigo de colectivo "para evaluar la dimensión de la ‘pérdida’ de las empresas" que explotan el servicio porque “siempre se habla de los costos pero se sabe poco de los beneficios”.
Y sobre la nueva Ordenanza de nocturnidad, plantea: “Entiendo la buena voluntad de la norma, pero no ofrece soluciones inmediatas.”
En contrapartida, afirma que la gestión del gobernador Omar Perotti “fue muy buena, independientemente de lo que ahora se discuta en términos electorales”.
“Lo veo bien y creo que es una personal ideal para garantizar la continuación de este proceso de mayor producción, de más trabajo de calidad y de inversión en las empresas que apuestan por Santa Fe”, añadió sobre la candidatura de Marcelo Lewandowski.
—¿Quién es Jorge Fernández y por qué aceptó encabezar la lista de Omar Perotti al Concejo?
—Soy militante de toda la vida pero nunca había sido candidato a nada. Dentro de la militancia peronista hay distintos perfiles, algunos más bajos o técnicos, como el mío. También es técnica la función que desarrollo dentro del Ministerio de Seguridad.
Pero se abrió una posibilidad de saltar al escenario electoral, con la confianza del gobernador Omar Perotti y de muchos compañeras y compañeros. Así que acá estamos: en carrera al Concejo.
—Tu plataforma electoral se centra en garantizar el “derecho a la ciudad”: ¿qué es y cómo les interesa trabajarlo?
—Es el eje central y que nuclea todas nuestras propuestas y las miradas de los déficits que tiene la ciudad. Plantea una cuestión más metafórica de la ciudad como “amigable”, para que cuando salgas de tu casa también te sientas en un lugar que ofrece un montón de derechos. Algo que se vuelve muy visible cuando no los tenés: cuando el Estado no te garantiza el derecho a la identidad, al medioambiente, al hábitat en un sentido amplio, a tener los servicios básicos necesarios para habitar un espacio urbano.
Necesitamos una ciudad con políticas que acompañen a quienes quieren producir, invertir, innovar, trabajar. Es importante garantizarles oportunidades en términos de apoyo a los sectores productivos y comerciales.
Uno de los grandes problemas de la ciudad es los altos porcentajes de desocupación. Entre otras cosas porque no adquiere un claro perfil productivo, pese a ser la capital de una de las provincias más importantes de la Argentina. Es una ciudad que nació como portuaria-comercial, con una identidad que se formó en tal sentido pero que no termina de definir su perfil productivo.
Lo cual es curioso, porque tenemos muchas universidades y el Estado invierte un montón de dinero en formar a miles de pibes y pibas que luego no tienen ofertas laborales concretas en la ciudad. Tanto para quienes viven acá como quienes llegan para formarse: ¿cuáles son los espacios de transferencia de esos conocimientos para generar innovaciones tecnológicas y nuevos modos de producción?
Hoy un alto porcentaje de las y los santafesinos consiguen empleos precarios, mal pagos. Es un tema que no puede resolver el mercado por sí mismo, ni tampoco los Estados nacional y provincial. La ciudad debe tener una política clara para fortalecer al sector productivo y de los productores.
—¿Hoy no la ves?
—No la veo. Si bien hay un porcentaje importante de empresas radicadas en la ciudad, no veo al Estado municipal con una política sólida y sustentable para apuntalar al sector productivo.
En estos momentos se está recuperando el puerto y construyendo el gasoducto del Gran Santa Fe, que va a permitir asistir con energía barata. Pero desde el 2013 que se están perdiendo sistemáticamente la cantidad de empresas registradas. Se perdieron más de 1200. Es un dato duro que da cuenta de que no hay una política de apoyo al sector productivo.
Sin embargo la ciudad de Santa Fe es un enclave estratégico de la provincia y del país. Con mucho potencial que debe apuntalarse, porque el sector empresario debe acompañar las inversiones del sector público. No es ni debería ser al revés. El Estado debe invertir y generar las condiciones estructurales para que el sector privado invierta.
—¿Cómo se dan estas inversiones hoy?
—El sector privado invierte sobretodo en el cento de la ciudad. Es lógico, porque allí van hoy las inversiones públicas. Si no se mejora el resto de los barrios, es imposible que el sector privado acompañe.
Otra cuestión económica básica es la del ocio y la cultura: las ofertas para las juventudes. Hoy la ciudad no ofrece nada, pese a tener 70 u 80 mil estudiantes. Y las ofertas de la vida nocturna debe ir dirigida tanto para ellos como para quienes no somos tan jóvenes. No hay muchas ofertas.
—¿Qué opinión le merece la nueva Ordenanza de nocturnidad?
—Habrá que esperar a ver cómo funciona. De todos modos, yo vengo del ámbito del derecho y soy consciente de que la modificación de una ley no tiene una consecuencia inmediata en la realidad. Entiendo la buena voluntad de la norma, pero no ofrece soluciones inmediatas.
La ciudad hoy ofrece una oferta escasísima. Algo raro, porque la nocturnidad genera mucho empleo incluso para esa misma juventud. Por eso necesitamos pensar las ofertas para el ocio y la recreación desde las instancias municipales. También hacer la reforma estructural para ofrecerle a las juventudes un proyecto de vida en Santa Fe, porque vienen a formarse pero luego se van para otro lado porque acá no ven futuro.
Otra cuestión que hace al derecho a la ciudad es la ambiental.
—¿Qué visión tiene a este respecto?
—Estamos en un momento de crisis medioambiental y debemos atender algunas cuestiones que consideramos “peligrosas” como el aumento de las lluvias y de las temperaturas o la suba de los ríos. Debemos ver cómo nos adaptamos a estos problemas y al cambio climático. También ver cómo colaboramos para mitigarlo y avanzar hacia una transición ecológica.
Para eso necesitamos de muchos más espacios verdes y de políticas públicas para que los desarrollos inmobiliarios tengan en cuenta el impacto ambiental. Es una arista transversal a cualquier política que encare el Municipio.
—¿Qué papel debe jugar el Concejo en esta propuesta por el derecho a la ciudad?
—Como cualquier ámbito legislativo tienen varias funciones esenciales. La primera es la de producir normas. Pero la mayoría de estas leyes suelen ser iniciativas del Ejecutivo.
Entonces debe garantizar dos elementos claves: uno es su función representativa, porque un concejal es quien transmite las demandas de los vecinos, ya sean generales o particulares; la otra es su función de control para fiscalizar al Ejecutivo municipal: cómo gasta su presupuesto, qué políticas implementa y cómo.
También hay una tercera cuestión menos visible que es el pensar estratégicamente los problemas a futuro. El Ejecutivo está en la diaria y suele pensar su trabajo en base a los cuatro años de mandato, pero el legislativo tiene mayor capacidad reflexiva y debe pensar en los problemas estructurales y sus consecuencias a mediano o largo plazo.
Por eso, cuando pensamos en el derecho a la ciudad, pensamos en los problemas de hoy pero además en cómo construimos la ciudad del futuro. Cómo evitamos que sucedan o se alarguen determinados problemas. Pero nada se hace de la noche a la mañana. Se necesita de buenos diagnósticos y pensar en las consecuencias en el corto, mediano y largo plazo.
—¿Cómo ves el diálogo entre poderes y cómo debería serlo?
—Creo que el diálogo es fundamental y los órganos de gobierno deben dar el ejemplo en tal sentido, algo que no necesariamente implica acuerdos. Se debe crecer también a partir de los desacuerdos, y mantenerlos. Porque el control también se ejerce poniendo en el debate público las diferencias de opiniones. Es importante avisarle a la ciudadanía qué es lo que uno ve que está pasando.
Por eso es muy importante que desde el Concejo seamos capaces de decir sí y no. Como aspirante al Concejo de la actual oposición, destaco la necesidad de construir, de poder plantear un proyecto alternativo de ciudad. Y de hacerlo visible para que la ciudadanía pueda elegir entre distintas opciones de la ciudad. Que puedan ver que otro modelo de vida es posible.
La actual gestión municipal ya lleva 16 años de gobierno. Cambiaron los nombres pero son el mismo frente. Y la ciudad no mejoró, sino que sus problemas se agravaron. Luego se estableceran las responsabilidades pertinentes, pero desde el justicialismo tenemos el deber de controlar la gestión municipal actual y ofrecer un modelo alternativo. Es uno de nuestros mayores desafíos.
—Hablás de un nosotros y entiendo que incluis al candidato a intendente de su espacio, Ignacio Martínez Kerz: ¿lo ves en condiciones de hacerse cargo de todo esto que planteás?
—Somos parte de un equipo grande que no solo tiene candidatos a intendentes y concejales, sino también a diputados provinciales y a senador por el departamento La Capital. Es un equipo con una mirada provincial y que siendo gobierno posibilitó una inversión muy grande en materia de infraestructura que favoreció a la ciudad.
Lo hicimos a través del Plan Incluir, que significó un montón de dinero para que la Municipalidad mejore la ciudad. Además invirtimos en gasoductos, en ampliar la planta potabilizadora de agua y en el Santa Fe + Conectada. Un montón de obras estructurales que van a mejorar la calidad de vida de los santafesinos, pero que solo pueden realizarse con la interpelación del Municipio.
Por eso nuestra crítica es de hacia dónde fue dirigido ese dinero. Si los mayores problemas están en los barrios, ¿por qué la inversión se concentra en el centro de la ciudad? Quienes defendemos que las ciudades, la provincia y el país deben tender a la igualdad, entendemos que las mayores urgencias están en los barrios y hacia allí debe ir el dinero invertido.
—Marcás una continuidad entre las gestiones de Mario Barletta y José Corral en relación a Emilio Jatón, pese a que este último buscó desmarcarse de ambos, puntualmente, en marcar su grado de inserción “en los barrios”: ¿No compartís esta postura?
—Yo no lo veo, pero en definitiva tampoco mi visión es tan importante. El problema es que no lo ven los vecinos. En las recorridas diarias junto a Ignacio Martínez Kerz nos marcan lo contrario.
El sistema de bicicletas, por ejemplo, que como herramienta me parece extraordinario, fue acotado al centro de la ciudad. Mientras que en los barrios ni siquiera funciona el servicio de transporte. Charlando con vecinos de Cabal comentaban que deben caminar ocho cuadras diarias para tomarse un colectivo. Y que por las noches deben tomarse un taxi o un remis para ir a las paradas..
El servicio de taxis y remises está pensado para los sectores medios, pero acá sucede al revés: tienen que recurrir al taxi porque no pueden acceder al colectivo.
—¿El nuevo pliego del transporte puede aportar claridad?
—Me preocupa que deje al criterio de los empresarios las frecuencias y los recorridos de las líneas. Un empresario es natural que quiere obtener rentabilidad: ¿por qué cambiaría algo que le genera ingresos? Son cuestiones que no deben dejarse abiertas a la especulación por la rentabilidad. Lo primero que debe atenderse es la necesidad del usuario. Es un principio republicano básico. Pero su voz parece no estar contemplada.
Si es un servicio público debe primar el derecho de los ciudadanos por sobre la rentabilidad particular. Sino, no puede hablarse de movilidad.
—Incluso hoy los empresarios señalan que van a pérdida…
—Sí, por eso deben pensarse alternativas para evaluar la dimensión de esa "pérdida". Un caso concreto es el de tener una línea testigo, porque siempre se habla de los costos pero se sabe poco de los beneficios. No creo que vayan tan a pérdida como señalan, pero no tenemos cómo evaluarlo.
También puede resultar provechoso el abrir las audiencias públicas a todos los barrios de la ciudad. Que sean las y los vecinos quienes cuenten sus dificultades para que sean tenidas en cuenta a la hora de volver a licitar el servicio.
Hoy son personas que pierden un derecho muy importante. El Estado debe ser capaz de integrarlas, pero realiza el proceso inverso. Es un problema estructural que nace de cómo está pensada la ciudad.
—Volviendo a lo electoral: ¿cuáles son las potencialidades de la gestión Perotti que van a intentar apuntalar en esta campaña?
—La de Perotti fue una muy buena gestión, independientemente de lo que ahora se discuta en términos electorales. Hizo mucho en muy poco tiempo y con una pandemia entremedio y con serios problemas financieros. Se logró encauzar muchos proyectos porque el esfuerzo del Estado estuvo puesto en mitigar las consecuencias de la pandemia sobre la salud y sobre el sistema social general. Hubo muchísimo esfuerzo del Estado provincial.
¿Qué otra cosa se le podía pedir al Estado provincial más que salvar la vida de las y los santafesinos? Pero a la par se inyectó recursos en infraestructura que fue muy importante para mantener incluso la producción agroindustrial.
También se trabajó muy fuerte en la recuperación del empleo, logrando subir los niveles de calidad, particularmente en el sur de la provincia. Hubo un apuntalamiento del sector productivo.
Puedo mencionar además lo destinado a Santa Fe + Conectada, una herramienta que fue clave para garantizar la educación durante la pandemia. El 70 por ciento de las escuelas no tenía internet siquiera para los docentes. Pero se consiguió financiamiento para conectar a todas las escuelas y barrios populares de Santa Fe. Acceder a internet de calidad es hoy casi un derecho básico.
—¿Qué visión tiene de Marcelo Lewandoswki como posible sucesor de Omar Perotti?
—Lo veo bien y creo que es una personal ideal para garantizar la continuación de este proceso de mayor producción, de más trabajo de calidad y de inversión en las empresas que apuestan por Santa Fe. Tenemos muchísimo potencial y Marcelo garantiza que este crecimiento no se corte.
Las voces que piden achicar el gasto público están equivocadas: hay que seguir gastando y gastar más, pero en los lugares que hace falta. Gastar en infraestructura, en salud, en educación… en seguir achicando las desigualdades que tiene la ciudad. Es invivible una sociedad con niveles de desigualdad tan grande.