Tras la misteriosa aparición de drones en el Congreso de la Nación, hecho que está investigando la Justicia, el presidente Javier Milei ordenó la compra secreta de un sistema antidrones. Entre los argumentos de hermetismo en relación a la información de la compra se encuentra la necesidad por parte de la seguridad nacional de no revelar la tecnología con la que contará para que no pueda ser contrarestada por posibles atacantes. 

La decisión se tomó tras los incidentes de drones encontrados en lugares sensibles como la terraza del Congreso de la Nación y cerca de la Embajada de Israel. Ante esto, el gobierno justificó la medida por razones de seguridad nacional, destacando que los drones son fácilmente accesibles, de bajo costo y con gran capacidad de alcance, lo que los hace peligrosos para la seguridad pública.

Los dones o vant (Vehículos Aéreos No Tripulados) representan una creciente amenaza ya que tienen un alto potencial para ser utilizados con fines maliciosos. Según los argumentos que exponen desde el Ministerio de Seguridad que encabeza Patricia Bullrich, estos dispositivos debido a su accesibilidad y versatilidad, podrían ser utilizados para "atentar contra la libertad, la vida y el patrimonio de los ciudadanos, así como contra objetivos estratégicos clave".

Además, desde la cartera nacional, explicaron que la medida busca prevenir el uso de drones para actividades ilícitas como ataques terroristas, el tráfico de explosivos en cárceles y facilitar las fugas de prisioneros. La compra de los sistemas antidrones se hará en secreto para evitar que otros actores malintencionados puedan conocer la tecnología adquirida y desarrollar formas de eludir su efectividad.