El presidente de Rusia, Vladimir Putin, reconoció hoy la independencia de dos provincias separatistas y rusoparlantes del este de Ucrania y allanó el camino para desplegar en ellas tropas rusas que las protejan del Ejército ucraniano, una decisión que eleva aún más altísimas tensiones con Occidente.

El anuncio llegó en momentos en que Estados Unidos afirma que Rusia planea invadir Ucrania y abre la puerta a Moscú para enviar soldados y armas abiertamente a las provincias separatistas de Donetsk y Lugansk para ayudar a las fuerzas locales, que dicen estar bajo asedio del Ejército ucraniano.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, reaccionó enérgicamente esta noche: acusó a Rusia de violar “la soberanía y la integridad territorial” de Ucrania, interpretó que Moscú se retiró unilateralmente de los Acuerdos de Minsk celebrados en 2015 con el objeto de estabilizar la situación entre ambos países y advirtió que en su nación no hay “miedo de nada ni de nadie”.

Más temprano, Estados Unidos anunció casi de inmediato sanciones contra las entidades reconocidas por Rusia, llamadas República Popular de Dontesk (RPD) y República Popular de Lugansk (RPL), consistentes en una prohibición de inversiones, comercio y financiamiento por parte de ciudadanos estadounidenses.

La OTAN condenó la decisión y la Unión Europea (UE) y el Reino Unido prometieron sanciones contra Rusia.

La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) dijo que la decisión de Putin “representa una violación del derecho internacional y de los principios fundamentales” de la institución, aunque sus observadores en Ucrania reportaron 3.231 violaciones del alto el fuego previsto en los acuerdos de Minsk para las provincias en disputa.

A pedido de Washington y sus aliados, el Consejo de Seguridad de la ONU analizaba la situación esta noche, en una reunión pública solicitada por Washington y sus aliados y transmitida en vivo a través de Youtube.

Antes de que comenzara ese encuentro, la secretaria general adjunta de la ONU para Asuntos Políticos, Rosemary Di Carlo, lamentó la decisión rusa y afirmó que "las próximas horas y los próximos días serán críticos" porque "el riesgo de conflicto mayor es real y debe ser evitado a toda costa".

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, su par de Francia, Emmanuel Macron, y el canciller federal de Alemania, Olaf Scholz, acordaron que la decisión de Rusia "no quedará sin respuesta", dijo el Gobierno alemán luego de una conversación telefónica entre los tres líderes.

El primer ministro británico, Boris Johnson, calificó el reconocimiento de "contrario al derecho internacional".

Putin justificó su decisión con un extenso discurso en el que acusó de la crisis a la OTAN y calificó a la alianza, que está liderada por Estados Unidos, de amenaza existencial para Rusia.

Y esta noche advirtió "a quienes capturaron y mantienen el poder en Kiev" que "cesen de inmediato las hostilidades" porque "de lo contrario, toda responsabilidad por la continuación del derramamiento de sangre recaerá en la conciencia del régimen que gobierna en Ucrania", según publicó la cancillería rusa en Twitter.

En un recorrido por más de un siglo de historia, describió a Ucrania como un Estado de construcción reciente inextricablemente vinculado a Rusia, dijo que heredó tierras rusas y que luego de la caída de la Unión Soviética fue usada por Occidente para contener a su país.

Luego del discurso, Putin firmó decretos de reconocimiento de la independencia de las regiones separatistas, incluyendo dos que piden al Ejército ruso "mantener la paz" en ellas.

Los documentos, publicados por el Kremin, no anuncian ningún calendario de despliegue militar ni su magnitud, informó la agencias de noticias rusa Sputnik.