Durante las últimas horas el presidente electo, Javier Milei, detalló que uno de sus primeros objetivos es alcanzar el equilibrio fiscal a fines de 2024 y para eso es necesario hacer una poda sobre el 15% del Producto Bruto Interno nacional. ¿Qué implica en términos concretos esta decisión y qué sectores se verán afectados?

El presidente electo ya reconoció que este recorte se hará principalmente en detrimento de la obra pública y los gastos de la política. Pero para alcanzar el ahorro que pretende su gobierno, indefectiblemente deberá dejar de invertir en sectores clave como los jubilados o las transferencias a provincias que en mucho casos se destinan a salud y educación.

En diálogo con Sí98.9, el economista del Mirador de la Actualidad del Trabajo y el Empleo (Mate), Sergio Arelovich, calculó: “La información disponible dice que en nueve meses tuvimos un deficit de casi 5 billones de pesos. Para que eso se transforme en cero, va a suspender la obra pública. Las transferencias para obra pública suman un poco menos de la mitad, 2,7 billones. Para llegar a déficit cero necesitás recortar otros 2,7 billones de pesos ¿De dónde lo va a sacar? Del resto de los gastos del estado nacional. Implica un recorte del 13% del resto de los gastos”.

En ese sentido, detalló que esa reducción de gastos contemplará a las prestaciones sociales tales como: jubilaciones y pensiones, Asignaciones Familiares , pensiones no contributivas, medicamentos y otros programas sociales. También estarán incluidos en la poda subsidios económicos, a la energía, al transporte, gastos de funcionamiento, transferencias a provincias para educación, salud y transferencias a las universidades.

Respecto a la decisión tajante sobre la obra pública, Arelovich sostuvo: “Si efectivamente, tal como dijo, ante la inexistencia de financiamiento para obra pública va a dejarle la responsabilidad a municipios y provincias para que consigan dinero, esto implica que el efecto sobre la tasa de empleo va a ser brutal y en el corto plazo. Es probable que si se suspende el giro para la obra pública, en muy corto plazo podemos duplicar la tasa de desempleo”.

Cabe aclarar también que el Estado nacional tiene un conjunto de gastos, denominado gastos primarios. Contempla los gastos corrientes y de capital. Del 100% de los gastos primarios, las prestaciones sociales se llevan el 54%. Eso incluye jubilaciones y pensiones, asignaciones, pensiones, medicamentos de Pami y otros programas sociales. Ante este esquema, el Estado puede efectuar un recorte real, o bien dejar que la inflación licúe los recursos. En ambos casos se trata de un ajuste.

Consultado sobre una posible amenaza de este plan en el calendario de vacunación, el economista del Mate sostuvo que “corre riesgo”, ya que eso está incluido dentro de lo que son las transferencias corrientes a provincias. Cabe recordar que Milei señaló que no se puede meter en salud o educación porque son temas provinciales, pero sí puede destinar menos recursos con esos fines.

Por último, en relación a la inversión para universidades, sintetizó: “Hoy se llevan el 3,3% del total del gasto. En los '90 se retrasó el incremento salarial respecto a la inflación o se congelaron las plantas. Pero además recortaron los giros de gastos de mantenimiento y las universidades se la rebuscaron con cooperadoras o ahorro privado de personas para sostener lo que abandonó el Estado”.