Viviendas ociosas: un proyecto para incentivar el alquiler de las casas vacías
El incremento de las viviendas ociosas y los intentos de los estados por establecer políticas públicas que las regulen, es un fenómeno a nivel global.
Las viviendas ociosas son casas que permanecen desocupadas, pero que no están ni en venta ni en alquiler. Si bien no existe un registro oficial en la provincia, se estima que existen unas 80.000 tan sólo en Rosario.
La situación es paradójica: en un país con un grave deficit habitacional, con miles de personas durmiendo en la calle, con un gran porcentaje de la población con necesidad de alquilar, existen casas que no están ocupadas por nadie. Según el último Censo Nacional, en 2010 había en Argentina 572.000 viviendas vacías.
Por otra parte, se encuentra la voz de los propietarios: muchos de los cuales retiraron sus inmuebles del mercado inmobiliario y hoy en día, realizan alquileres temporarios a través de plataformas o los colocaron a la venta, porque "alquilar no rinde en un país con una inflación del 100%".
En este sentido, dialogamos con la Diputada Provincial, e integrante de la Comisión de Vivienda y Urbanismo de la Legislatura, Lucila de Ponti, sobre el proyecto que presentaron junto con la Asociación de Inquilinxs de Rosario, para incentivar el alquiler de las viviendas vacías en la provincia, generar un registro, regular los precios del mercado inmobiliario y "cortar con la especulación".
La legisladora del Movimiento Evita destacó que "el principal objetivo del proyecto es establecer estímulos y pautas para que se incorporen las viviendas que hoy están vacías, al mercado de los alquileres en la provincia".
"Tenemos información de que existe una gran cantidad de viviendas ociosas, este dato se puede obtener a través de la lectura de las facturas de la Empresa Provincial de la Energía (EPE). No hay estadísticas oficiales, pero se estima que existen alrededor de 80.000 en la ciudad de Rosario, que ya es un número importante", explicó De Ponti.
Además agregó: "se busca por un lado, establecer un impuesto para aquellos propietarios que mantengan las viviendas ociosas. Tienen que poseer más de una propiedad, es decir, que se protege la vivienda única familiar. Está destinado a personas o sociedades comerciales que detenten una mayor cantidad de viviendas y que las mantengan vacías, porque entendemos que es una práctica más vinculada con la especulación financiera, que con la dinámica económica natural de tener viviendas para alquilar o para vender. También proponemos que para aquellas personas que posean viviendas ociosas y decidan alquilarlas, se genere una exención en el monto del Impuesto Inmobiliario Provincial durante un periodo de tiempo, como incentivo para que puedan avanzar en tomar esta decisión".
Por último indicó: "Entendemos que existen resistencias, porque ideológicamente hay sectores políticos que a priori se posicionan en contra de crear nuevos impuestos. Nuestro objetivo tiene que ver con fortalecer el mercado de alquileres, incorporar un mayor número de viviendas y que esto impacte generando un descenso en el precio de los alquileres, y que aquellas personas que genuinamente posean viviendas para alquilar, puedan incorporarlas al mercado sin ningún problema".
Por su parte, el politólogo e integrante de la Asociación Inquilinxs de Rosario, Emmanuel Canelli, en diálogo con Santa Fe Plus, agregó: "el proyecto propone, además, generar un registro provincial de viviendas ociosas. Esto va a servir para tener un panorama de cómo es la situación habitacional de nuestra provincia. Luego de haber transcurrido seis meses de que la vivienda se encuentre desocupada y sin poder ser catalogada con uso habitacional, planteamos aumentarle el API, para con esos fondos, generar algún tipo de mecanismo de acompañamiento para las personas que alquilamos", manifestó Canelli.
"Además queremos lograr que los propietarios de esas viviendas las coloquen nuevamente en alquiler, generando una mayor cantidad de oferta y por lógica económica, podríamos decir que se logre la baja del precio del alquiler", mencionó.
"La manera de medirlo es mediante el consumo eléctrico de la vivienda, si se determina que una heladera consume aproximadamente 50 kilowatts por mes y durante seis meses se registra un consumo de 0, se avanzaría con esta medida", indicó el representante de Inquilinxs Rosario.
"No hay un número exacto de la cantidad de viviendas ociosas, pero sí hay datos en torno a los censos nacionales. Ahora vamos a conocer con este censo, cuántas viviendas concretamente hay en nuestra provincia. En las localidades como Rosario, Santa Fe, Rafaela y Casilda, que tienen un gran caudal de personas que alquilan, se calculan alrededor de 80.000 viviendas, es un número bastante preocupante, que genera una distorsión en el mercado inmobiliario" explicó.
"El proyecto se debatió en las comisiones de la Cámara de Diputados. Lo presentamos con la diputada Lucila de Ponti, pero no conseguimos las firmas necesarias para obtener el dictamen. Actualmente, en la Legislatura, hay también un proyecto del diputado Carlos del Frade y otros más que apuntan en el mismo sentido. Esto está siendo tratado en la Comisión de Vivienda y Urbanismo de la Cámara de Diputados", concluyó Canelli.
¿Cómo es la legislación en otras partes del mundo?
Existen diferentes políticas públicas de regulación de las viviendas ociosas que van desde el cobro de impuestos, hasta la implementación de viviendas sociales o la expropiación por parte del Estado.
Los países que aplicaron medidas más restrictivas fueron Alemania, Francia, Dinamarca, Suecia, Nueva Zelanda, Austria, Reino Unido, Países Bajos, Luxemburgo, Italia y España.
En América la regulación es menor, sólo avanzaron en este sentido Colombia, Uruguay, Canadá, Estados Unidos y Brasil.
Uruguay establece un procedimiento de ejecución judicial sobre los inmuebles urbanos vacíos en un plazo de al menos dos años.
Por su parte Canadá, además de aplicar un impuesto, prohíbe la compra de inmuebles a capitales extranjeros.
En Estados Unidos hay dos experiencias de restricción de la vivienda ociosa. Washington tiene un impuesto de 5 dólares por cada 100 del valor tasado de una vivienda libre, y uno de 10 dólares por cada 100 del valor tasado si la propiedad está abandonada.
Por otro lado, en Oakland (California), la Ley del Impuesto a la Propiedad Vacante establece que las casas que están en uso menos de 50 días al año pagan una tarifa común de 6 mil dólares.