Sofía Kern: "El arte está en llegarle a la gente, ya sea de forma amena o triste"

Sofía Kern (26) abrirá la fiestita indie que este jueves se celebrará en Tribus Club de Arte.

Transitando meses de grandes avances, el inicio de 2024 la encuentra grabando a contrarreloj los primeros tres temas con los que piensa sacar a relucir su casi completa formación: junto a Tomás Mansur (guitarrista) y Matías Borré (baterista) andan a la caza de un bajista.

Por el momento el lugar viene siendo ocupado por Vito Baialardo… ¿no es un gran incentivo para ser su reemplazante?.

Mientras tanto y a las puertas de una importante fecha, la cantautora y tecladista santafesina analiza su presente y el ambiente en el que trabaja: "Me interesa expandir la onda neosoul que mezcla jazz y pop. Es una onda bastante nueva y acá en Santa Fe está bueno mostrar de a poco”, dice.

También habla sobre la importancia de dejar fluir los sentimientos al momento de la composición: “Aún se intenta escapar mucho de las sensaciones negativas”, plantea para confiarnos por qué la mayoría de sus canciones “hablan de la tristeza y de aprender a transitarla”.

―¿En qué momento te encuentra esta nueva fecha en Tribus, desde lo personal y con tu grupo de trabajo?

―Empezamos a grabar tres temas que ya tocamos en Tribus cuando se realizó el concurso de bandas. Fue una fecha re copada porque nos tomó por sorpresa el haber quedado seleccionados. Nos pasamos varias horas y días ensayando los temas.

Yo compongo y escribo, después lo comparto con los chicos, que me acompañan con sus toques y su magia. Cada vez que compartimos nuestra música volamos. Está buenísmo. Súper agradecida de que me acompañen.

Las baterías ya las grabamos en Garage Estudio, de Matías Payero, y el próximo paso sería terminar con el resto de los instrumentos, voces y coros. Lo haremos con Bruno Leurino. Así que muy expectantes a lo que suceda en estas semanas de grabación. Full enganchada y metida en la vibra de que salga todo bien.

El grupo de trabajo es muy buena onda y conectamos mucho. El guitarrista es mi hermano (Tomás Mansur), así que está desde el inicio. Es una conexión muy copada. En batería está Matías Borré, a quien conocí por temas de música y al tiempo nos dimos cuenta de que somos primos. Así que conformamos una banda familiera sin pensarlo.

En bajo no tenemos alguien fijo. En Tribus nos acompaño Vito Baialardo, que siempre pone lo mejor de sí. Es todo un desafío encontrar un bajista. Lo vamos a ir resolviendo. La música fluye y a veces cuanto más se piensa, más se pierde. Pero estamos en ese proceso. La banda nació el año pasado y estamos muy metidos en compartir nuestro concepto y que a la gente le pueda llegar.

―¿Cuáles son tus expectativas personales y profesionales para el 2024?

―Mis expectativas personales están puestas en el presente. Pero sin dudas es seguir grabando temas y tocar en más lugares y ciudades.

Me interesa expandir la onda neosoul que mezcla jazz y pop. Es una onda bastante nueva y que acá en Santa Fe está bueno ir mostrando de a poco. Son nuevos estilos que pueden generar nuevos sentimientos, incluso encontrados. El arte está en eso: en llegarle a la gente, ya sea de forma amena o triste. Saber interpretar las diferentes sensaciones.

Estoy viviendo mucho el presente desde lo creativo, confiando mucho en el proceso. Y muy enfocada en ir para adelante.

―¿Nos compartis alguna pequeña anécdota o intimidad de tu proceso creativo?

―Es bastante particular lo que me pasa. Estamos en una sociedad que de a poco se va abriendo más, pero siento que aún se intenta escapar mucho de las sensaciones negativas y de no sentirlas. En todo sentido, incluso en cómo estamos viviendo social, política o culturalmente.

Por eso está buenísimo sentarse y distraerse, disfrutar de la desconexión que propone la música, pero yo busco todo lo contrario. Quiero aprender a conectar con el presente y con lo que nos pasa tanto de forma individual como colectiva.

La mayoría de mis canciones hablan de la tristeza y de aprender a transitarla. De situaciones que me molestan e incomodan en general. Desde una situación personal a las relaciones con otras personas. Abarco muchos temas con los que nos podemos sentir identificados.

Busco aprender a sentir. Cualquier emoción está bien. Es algo que falta en nuestra sociedad y creo que valdría la pena experimentar más.

―¿Cómo ves la escena del rock santafesina? ¿Es un lugar en el que te gusta trabajar y desenvolverte?

―Es un género que siempre está presente, en cada show. Se disfruta mucho y está muy arraigado.

Yo no me identifico tanto con el rock. Lo escucho y me gusta, como toda amante de la música, pero no me identifica personalmente. Tengo una forma más sutil, romántica o tranquila de comunicar.

El rock se instauró en varios ámbitos como el gran género de Santa Fe. Por eso también está buenísimo que se le de lugar a otros artistas.

Me gusta mucho Barbi Recanati, muy volada y que mezcla mucho con el alternativo. También me enloquece Marilina Bertoldi. Son dos artistas que hacen cosas muy buenas en el ámbito del rock. Es un género que se transita y está muy bueno, así como también seguir dando espacio a otros géneros para abrir el abanico.

―¿Tres temas que te gustaría compartir con los lectores, ya sean propios o de bandas q te gusten?

―Frozen de Sabrina Claudio: es una onda muy romántica y tranquila. Te mantiene en la nada y la nirvana, flotando. Con una voz suavecita que te susurra al oído y me fascina mucho.

Breathe de Sofía Kern: es un tema propio que toqué en mi anterior fecha en Tribus. Significa respirar y apunta a lo que muchas veces comunico. La capacidad de tomarse un minuto y poder sentir las emociones. Identificarlas sin quedarse atrapada.

Esta Noche de Barbi Recanati: es un tema muy volado de un disco que me gusta muchísimo.