Advierten que los sábalos del río Salado no están en condiciones de ser consumidos
El Centro de Protección a la Naturaleza de Santa Fe, indicó que de acuerdo al estudio de la Universidad Nacional del Litoral y el Conicet, los sábalos del tramo inferior del río Salado no están en condiciones de ser consumidos por el nivel de agrotóxicos que contienen.
Tras los resultados de la investigación realizada por científicos de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y el Conicet, desde el Centro de Protección a la Naturaleza de Santa Fe, advirtieron que los sábalos del tramo inferior del río Salado no están aptos para el consumo humano por los "altísimos niveles de agrotóxicos en sus cuerpos".
Según el informe, todas las muestras presentan níveles récord de glifosato, glufosinato de amonio y otros agrotóxicos. Por tal motivo, indicaron que existe un nivel de contaminación subletal en los sábalos, pero es un peligro para la salud pública.
"La gran cantidad de venenos que se utilizan en la agricultura desde hace muchos años, y que no desaparecen por arte de magia, nos está diciendo que adonde los vayamos a buscar, los vamos a encontrar", sostuvieron.
En base a lo ya demostrado por los estudios, pidieron que se tomen "medidas urgentes a los efectos de salvaguardar la salud de la población de forma integral" y que se tenga el cuenta el riesgo que los niveles de contaminación existentes significan para la ciudadanía.
Por último, informaron que el Centro ya entregó notas de interpelación a los ministros de Salud, Producción, Ambiente y a la Agencia Santafesina de Seguridad Alimentaria (ASSAL). En ellas solicitaron información de las medidas a tomar.
La investigación de los especialistas sobre la contaminación de los sábalos
Según un estudio realizado por científicos de la UNL y el Conicet, los sábalos del tramo inferior del río Salado, es decir desde San Justo hasta su desembocadura en la ciudad de Santa Fe, son los más contaminados con agrotóxicos a nivel mundial. Detectaron nueve biocidas en ellos: insecticidas, herbicidas y fungicidas que se usan para los cultivos transgénicos en la zona. Varios de ellos superan los valores máximos de ingesta admisibles para los humanos.
La investigación también demostró que en todos los peces examinados hay índices de glifosato y ácido aminometilfosfónico. En la mitad de las muestras, encontraron glufosinato de amonio en los músculos y en las visceras. De esta manera, los sábalos del Salado se posicionan en el récord mundial de concentración de agrotóxicos hallados en especies acuáticas.
Al tratarse de una de las especies más consumidas en la región, estos índices encienden aún más las alarmas.
La investigación fue realizada por científicos Rafael Lajmanovich, Ana Cuzziol Boccioni, Melina Michlig, María Repetti, Luisina Demonte, Paola Peltzer y Andrés Attadem. Pertenecen al Laboratorio de Ecotoxicología de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas Técnicas (Conicet) y al Programa de Investigación y Análisis de Residuos y Contaminantes Químicos de la Facultad de Ingeniería Química (UNL).
Las muestras analizadas fueron obtenidas del curso inferior del río Salado y del río Santa Fe, en la confluencia con el anterior. La fecha en la que se tomaron las muestras fue entre diciembre de 2021 y febrero de 2022. Se compraron a pescadores locales, por lo que los peces estaban a la venta para el consumo de la población.
"Los resultados de este estudio resaltan la necesidad de un monitoreo periódico debido a la alta concentración de plaguicidas y su riesgo potencial en un pez comercial de agua dulce muy importante de Argentina, que se consume localmente y se exporta a otros países para consumo humano”, indicaron los científicos en el artículo publicado en Elsevier (Países Bajos). “Inesperadamente, los resultados de nuestro estudio determinaron concentraciones máximas muy altas de herbicidas polares, principalmente glifosato y sus productos de degradación y glufosinato de amonio en tejido muscular de peces que los registrados para peces de agua dulce en otros estudios a nivel mundial”, explicaron.
“Nuestros resultados demuestran que las poblaciones de sábalos en una cuenca fluvial rodeada de cultivos genéticamente modificados incorporaron múltiples residuos de plaguicidas en sus tejidos. Este grado de contaminación provoca un aumento significativo de los efectos nocivos para la salud de los peces por la presencia simultánea de plaguicidas en dosis subletales y, además, puede suponer un grave riesgo para toda la fauna acuática y la salud humana", advirtió el equipo., y aclaró que existe la necesidad urgente de aumentar la distancia de los cultivos modificados genéticamente de los ecosistemas acuáticos o la aplicación de la agroecología libre de plaguicidas.