La bajante del río Paraná sigue preocupando en la región: este jueves registró una altura de apenas 0,57 metros y advierten que se trata del piso anual. En este marco, esperan que continúe oscilando entre valores similares durante los próximos meses y explican que si bien no habrá un agravamiento de los niveles, tampoco habrá una recuperación.

“Es un ciclo que empezó a fines de 2019 y que está afectado por la fuerte variabilidad climática que estamos viviendo. Como manifestación del cambio climático los extremos se potencian. Es muy limitado el horizonte del pronóstico para pensar cómo va a ser enero y febrero. Es una gran incertidumbre”, dijo en Sí 98.9 Juan Borus, responsable del pronóstico hidrológico del Instituto Nacional del Agua.

“Cada vez es menor la cantidad de días con niveles en franja media y más días con niveles de agua muy bajo o muy alto”, sostuvo.

En este sentido, el especialista subrayó que “lo que necesitamos para la región mas productiva de la Argentina no es un evento brutal que nos llene de agua sino que se normalice la frecuencia de eventos para que los suelos vayan recuperando su tenor hídrico y los excedentes de esas lluvias puedan alimentar a los ríos”.

Por otro lado, explicó que la bajante del río Paraguay es la peor en 123 años y que las represas del Alto Paraná están posibilitando que el caudal de agua no baje de cierto umbral. “Eso hace que el nivel en Rosario se mantenga oscilante", acotó al tiempo que aseguró que no corre riesgo el suministro de agua en la ciudad.

Por último, Borus sostuvo que "posiblemente estemos hablando ahora del piso anual. Si bien no espero un agravamiento de la bajante tampoco una recuperación muy importante. Continuaríamos el resto del año con nivel de agua bajo, no va a mejorar”.