Crisis del turismo: argentinos que no pueden viajar y extranjeros que no quieren venir
Operadores de turismo advierten por una notoria caída en la contratación de servicios turísticos, y si bien son optimistas de repuntar en julio, que el país hoy sea caro en dólares y que los salarios locales no alcancen forman atentan severamente contra cualquier proyección positiva.
Los distintos rubros que forman parte del círculo del turismo en Argentina atraviesan una crisis sumamente preocupante, con una fuerte caída en el consumo nacional y extranjero y una perspectiva para nada alentadora.
La caída del poder adquisitivo a nivel nacional, sumado a que los precios encarecieron abruptamente en dólares, conforman un combo letal por el que hoy los argentinos no pueden viajar dentro de su propio país y los extranjeros tampoco eligen vacacionar en este territorio.
“Estamos atravesando una retracción en el mercado y en el consumo de los servicios turísticos. Los hoteleros están sumamente preocupados, los gastronómicos también, y todo lo que abarca el turismo, la industria, y ese derrame generalizado”, indicó Cristina Carbonari, presidenta de la Asociación Rosarina de Viajes (ARAV), en diálogo con Nadie es Perfecto por la Sí 98.9.
No obstante, ella es optimista de que pueda haber un repunte a partir de las vacaciones de invierno y a algunos destinos en septiembre, y aclaró que las cifras que se están evaluando ahora corresponden a “una temporada históricamente baja para el turismo nacional”.
“Es importante saber que hay un marcado porcentaje si comparamos a lo mejor fines de semana largos de este año con el año pasado. Lo que pasa con estos findes XL o XXL es que la gente en esta situación, cuando se van concatenando tantos fines de semana largos o extra largos, va resolviendo sus vacaciones o sus escapadas de manera personal y muchas veces usa muy poco el servicio turístico. Lo resuelve a lo mejor con alquileres temporarios, o si son cuatro días de feriado se escapan dos, o van a puntualmente a ver algún espectáculo en cualquier lugar del país que siempre los hay. Entonces, es eso por un lado, pero la retracción existe, porque el turismo es un mero reflejo de lo que está pasando con el consumo en general”, analizó Carbonari.
Sin embargo, también remarcó que hoy existe el “agravante de que estamos siendo poco tentadores (la Argentina) para que vengan los turistas extranjeros”, y que acá “la gente está con muy poco dinero y el dinero que tienen no alcanza”.
“Estamos muy caros, tanto la hotelería como la gastronomía y los servicios receptivos están caros, pero también es todo el reflejo de lo mismo. Todos tenemos gastos muy altos para sostener nuestras empresas o nuestros servicios, o prestarlos como debidamente corresponde. Y los aumentos en distintos rubros como los servicios de luz, gas, que son básicos para un hotel, o para un restaurante, o un bar o lo que fuere. Entonces, siempre la gente trata de salvarse en el fin de semana largo, pero eso también va en desmedro, porque después se pone caro y entonces ni siquiera vienen los brasileños o los que vienen siempre”, continuó.
La titular de ARAV además señaló que la gente de dinero, o que suele viajar frecuentemente a destinos más caros en el exterior, hoy continúa viajando y está eligiendo pagar los servicios en dólares. No obstante, donde sí se nota una fuerte retracción es en el tipo de turismo de “escapadas en colectivo”, como los viajes al Norte.
“Esa parte está muy retraída y si vos analizas los operadores que ofrecen esos productos, los que primero venden son los hoteles de mejor calidad. Siempre se quedan con no poder vender el hotel de menos estrellas. O sea que lo que se está notando es que el grueso, obviamente, de la clase media que viaja o de la gente trabajadora que viaja con su ahorro en pesos, está impedida de viajar. Eso es notorio”, aseguró Carbonari, que se mantiene optimista de un repunte en la inminente nueva temporada, aunque percibe “una situación preocupante” actualmente en los hoteles, agencias y distintos rubros.