A un año del ataque contra Lucio Belfiori, cómo está el joven baleado en la Costanera
Lucio Belfiori fue asaltado y baleado en el cuello en la Costanera de Santa Fe, cuando iba a comer con su amigo y su hermano. Le dispararon para robarle la motocicleta y el celular. Su vida corrió peligro durante más de dos semanas, pero logró sobrevivir y, a un año del asalto, la familia describe su recuperación como "milagrosa".
Hace un año, la ciudad de Santa Fe atravesaba una gran conmoción al enterarse del asalto a Lucio Belfiori. El joven profesor de educación física y de básquet en el Club Regatas fue baleado en el cuello en el medio de un robo, cuando iba a cenar a la casa de un amigo en la costanera. Tras permanecer en grave estado de salud, logró salir adelante con una recuperación que le llevó más de cinco meses. Ahora continúa con las terapias de forma particular a las que asiste dos veces por semana en el Centro de Rehabilitación e Investigación Dr. Esteban Laureano Maradona.
En diálogo con Santa Fe Plus, su tío Walter Bogdanowicz indicó que el joven está bien y que la recuperación fue milagrosa. “Es increíble, realmente un milagro por cómo evolucionó”, relató. Además, contó que “en algunas ocasiones nos parece mucho tiempo el que pasó desde el asalto, pero cuando pensamos en todo lo que mejoró parece muy poco tiempo”.
Para su familia, Lucio tuvo una gran evolución, incluso mejor de la que esperaban. Sin embargo, expresaron que no volvió a ser el mismo. “Todavía le falta tiempo para llegar al estado físico en el que estaba previo al asalto”, precisó. Además de dar clases de básquet en Regatas, Lucio tenía un gimnasio junto a su novia. El proyecto había comenzado en la pandemia. Con el tiempo, Lucio se volvió a poner al frente de algunas clases.
De ánimos, el joven está bien. A veces pasea por el club y mucha gente que lo conoce se lo encuentra en las plazas o en los mismos sitios que antes habituaba. “Se sorprenden porque lo ven bien y haciendo todo por sus propios medios”, explicó el tío, quien contó que esperan que en los próximos meses se anime a volver a estar al frente de las clases de básquet. “Le hablamos siempre sobre eso, pero no queremos presionarlo porque es su decisión”, aclaró.
La familia de Lucio no puede dejar de recordar lo que pasó, aunque con Lucio su tío no habla demasiado de loo que ocurrió. “Lo tenemos siempre presente, pero estamos bien porque tanto él como nosotros pudimos salir adelante”, afirmó.
Desde el accidente, la relación con Lucio se cargó de más afecto. “Tenemos un vínculo más cariñoso porque sabemos que ese afecto a él le hace bien”, destacó Walter. “Pero no lo molestamos ni estamos todo el tiempo encima, porque eso tampoco le gusta”. aclaró.
El asalto a Lucio
El asalto a Lucio ocurrió el 2 de febrero por la noche, pero la noticia se conoció el 3 de febrero a primera hora. Lucio había terminado de dar clases en el gimnasio y, en su moto, partió hacia la casa de su amigo, donde también lo esperaba su hermano. Nunca llegó, pero estuvo a unos pocos metros. En Avenida 7 Jefes y Luciano Molinas, dos ladrones lo interceptaron y le dispararon en el cuello. Tomaron su moto y su celular y escaparon.
Lucio intentó pedir ayuda. Se prendió al portón de la casa de su amigo y lo movió. Pero desde adentro de la casa, creyeron que intentaban robar en la vivienda. Llamaron a la policía y le enviaron un mensaje a Lucio para que no se acercara a la zona, por precaución.
El personal policial llegó y dio aviso a los servicios de emergencia, que trasladaron a Lucio al hospital donde le salvaron la vida. Lucio tuvo una primera operación compleja a la que poca gente sobrevive. El pasó esa prueba y permaneció más de dos semanas en terapia intensiva. Si bien fueron lentos, Lucio siempre mostró avances y nunca retrocesos, lo que esperanzó a la familia.
Tras salir del hospital, continuó su recuperación diaria en el Hospital de Rehabilitación Vera Candioti. Actualmente, sigue con la rehabilitación física con menos periodicidad. Si bien no volvió a ser el mismo Lucio que era antes del accidente, su tío indicó que está muy cerca y no pierden la esperanzas.