La calma nocturna en Santo Tomé se vio abruptamente alterada cuando, pasadas las 22:00 del miércoles 13 de marzo, una serie de disparos alarmó a los vecinos de la intersección de Alberdi y Salta. De inmediato, el Comando Radioeléctrico fue alertado y llegó al lugar, donde los residentes de los monoblocks cercanos confirmaron sus temores: dos individuos a bordo de una motocicleta de alta cilindrada, vestidos de negro y con cascos, habían disparado contra una barbería.

El comercio estaba vacío en ese momento, ya que su dueño reside en Santa Fe, pero la escena dejaba en evidencia el ataque: varias vainas servidas en el suelo y tres impactos de bala en la vidriera. Ante esta situación, las autoridades establecieron un perímetro de seguridad y dieron aviso a la fiscal de turno, la Dra. Marcolin, quien ordenó la intervención del gabinete criminalístico y de la Policía de Investigaciones (PDI) para la recolección de pruebas.

El caso fue catalogado como “Amenazas Calificadas” y en la madrugada del jueves 14 de marzo la investigación dio un giro clave. Con una orden judicial emitida por el Dr. Pablo Busaniche, del Juzgado de Primera Instancia, se llevó a cabo un allanamiento en una vivienda de la calle Centenario al 2000.

El operativo, encabezado por efectivos del CGI, resultó en la detención de un joven de 24 años, sospechoso de haber participado en el ataque. Además, se incautó una motocicleta Honda XR negra con detalles rojos en el tanque, que coincidía con la descripción brindada por los testigos.

Mientras las autoridades investigan el trasfondo del hecho, no descartan que el ataque esté vinculado a amenazas previas o conflictos en la zona. La fiscal Marcolin continúa al frente de la causa, en busca de más responsables de este violento episodio que sacudió a Santo Tomé.