Luego de que ninguna empresa fúnebre aceptara brindar el servicio, un vehículo sin identificación mortuoria retiró el cuerpo de Andrés “Pillín” Bracamonte del Instituto Médico Legal, con rumbo desconocido.

En el propio edificio forense empleados confirmaron el operativo que se realizó hacia las 10 de la noche del lunes, de manera repentina y sin revelar el destino final del cadáver. La fuente aseveró que el motivo del hermetismo y de tantas precauciones es el mismo por el que ningún servicio fúnebre aceptó trasladarlo: la posibilidad de que hubiera un atentado contra el cortejo.

Una camioneta sin identificación oficial partió rauda desde el edificio de Tres de Febrero y Avellaneda con un destino que no fue revelado. Ayer se comentaba que el jefe de la barra brava de Central no tendría velatorio. Por un lado, por razones de seguridad, pero además porque así era su deseo en vida, según trascendió de allegados a la familia. 

En cambio, el cuerpo de Raúl Daniel Atardo –asesinado en el mismo hecho junto a Bracamonte– sí había sido retirado en la mañana del lunes, luego de la autopsia, pero bajo un férreo operativo de seguridad en torno del coche fúnebre.