“Reverendos hijos de p…”: Grabois en llamas por toneladas de comida acumulada en galpones
El referente de Patria Grande, Juan Grabois, cruzó con dureza al gobierno nacional por la acumulación y falta de distribución de alimentos destinados a comedores comunitarios, que se encuentran en galpones con riesgo de vencimiento.
“Estos reverendos hijos de puta que nunca hicieron nada por nadie tienen dos depósitos llenos con más de 4 millones de kilos de alimentos en Villa Martelli y Tafí Viejo mientras dejan a seres humanos, niños, madres y abuelos sin comida”, disparó el reconocido dirigente social.
La acusación, respaldada con datos brindados por el Ministerio de Capital Humano, fue reconocida por el propio vocero presidencial, Manuel Adorni, quien en conferencia de prensa justificó que los productos “están allí porque evidentemente, por las auditorías que hizo la ministra, un buen porcentaje de los comedores eran truchos, no existían o no tenían la cantidad de gente que decían tener".
La denuncia de Grabois está sustentada en una investigación que hizo el portal El Destape, donde expusieron que la gestión de Milei no realizó ninguna compra de alimentos desde diciembre y las organizaciones sociales y religiosas, que sostienen a miles de comedores y merenderos en todo el país, denunciaron que no les entregaron nada hasta el momento.
La comida existente en dichos galpones -tal como dijo Adorni- tiene fecha de vencimiento y ya lleva seis meses sin ser distribuida. Mientras más del 50% de la población se encuentra bajo la línea de la pobreza, el Estado no da soluciones y deja pudrir alimentos que podrían ayudar a personas en situaciones críticas.
En el stock acumulado en Villa Martelli y Tafí Viejo, figuran:
Yerba Mate, 3.146.707 kilos
Leche en polvo, 1.173.815 kilos
Aceite, 479.261 botellas de 900 ml
Puré de tomate, 137.796 kilos
Garbanzos, 81.148 kilos
Harinas de trigo y maíz, 20.416 kilos
Locro, 15.010 kilos
Arroz con carne, 13.629 kilos
En este sentido, Grabois manifestó: “Tienen la caradurez de acusarnos a todos nosotros, sin distinción, a todos los que luchamos en las barriadas excluidas desde hace décadas, de acusarnos de ladrones con auditorías truchas mientras se roban un país entero, mientras le roban a los viejos, a los laburantes, a las familias sin pan, a los comedores de las escuelas, mientras tienen la comida encanutada”.
Más adelante, se dirigió a la Justicia y deslizó: “A los jueces que intervienen en la causa contra Pettovello y el amparo contra el Ministerio de Capital Humano. El juez Sebastián Casanello y la fiscal Paloma Ochoa en el primer caso… apurense un poco porque hay pruebas contundentes y no vimos todavía allanamientos ni inspecciones. A Walter Lara Correa, contencioso administrativo, supuesto defensor de los derechos sociales: a ver si se ponen las pelotas y dejan de temblar para tomar una decisión concreta, “porque sin justicia no hay paz” (Francisco) y ustedes deberían ser la Justicia”.
Tras un extenso comunicado, cerró: “A mis hermanos y hermanas, a defender a los pibes y los abuelos, en cada barrio, calle, en cada ruta, en cada puente, en cada centro de acopio rebosante de comida, a los que le robaron el salario social complementario y las obras en sus barrios ¡Levántense! ¡Luchen! Es su derecho y nuestro deber. Hasta que no haya pan para los pobres, que no puedan dormir los hambreadores”.