El centro de salud de barrio San Lorenzo exige acompañamiento: no tienen ni internet
"Hay filtraciones en los edificios y se cayeron los techos de algunos consultorios. Ya tuvimos que deshabilitar una habitación y somos más de 20 personas trabajando", explicaron sobre la situación del efector que atiende más de 500 consultas diarias.
En el mismo instante en que los gobiernos provincial y municipal desplegaban un operativo de seguridad en barrio San Lorenzo para detener a tres personas y secuestrar varios celulares, a pocos metros su centro de salud sumaba un nuevo día sin internet producto de un robo sufrido en octubre.
La situación llegó a tal límite en el efector que sus trabajadoras debieron realizar un abrazo simbólico en la institución. Fue este jueves, 24 horas después de la visita al barrio realizada por la secretaria de Seguridad, Virginia Coudannes.
Lis Contardo, coordinadora del centro de salud barrial, explicó a Santa Fe Plus que “se hizo la actividad para exponer las deficiencias que tenemos para trabajar”.
“A fines de octubre nos robaron y nos quedemos sin teléfono, sein internet y sin sistema. Tenemos que utilizar los datos de nuestros celulares para dar turnos y hacer derivaciones”, explicó sobre la situación que atraviesan.
El centro de salud es grande, con más de nueve mil adscriptos y por donde pasan alrededor de 500 personas al día. “Tenemos varias especialidades como psicología, nutrición, kinesiológía, médicos, pediatra, enfermería”, cuenta Contardo.
Pero lamenta: “No es falta de voluntad (el actual servicio brindado) sino que nos faltan los recursos para seguir atendiendo”.
A la espera de una respuesta bajo techos que se caen
Siempre aclarando que no los mueve “una cuestión política sino de demostrar las deficiencias del centro de salud”, solicitan una pronta respuesta del gobierno provincial para realizar su trabajo en condiciones dignas.
Sobre este punto contó que recibieron una visita de los nuevos coordinares regionales, de quienes quedaron a la espera de un nuevo contacto.
Mientras tanto Contardo señala que son ellos quienes deben poner la cara. “Tenemos que hacer malabares para atender, usamos nuestros propios recursos y apelamos a la buena voluntad del personal para poder dar respuestas ágiles”.
“Hay filtraciones en los edificios y ya se cayeron los techos de algunos consultorios. Tuvimos que deshabilitar una habitación y somos más de 20 personas trabajando”, explicó Contardo.
"Necesitamos hacerlo visilbe para ver si tenemos respuestas”, concluyó la profesional. También agradeció a “las instituciones de la zona y del barrio” que se acercan cotidianamente a dar una mano.