La Municipalidad rubricó un convenio con el Hospital Cullen con el fin de brindar la posibilidad de realizar, dentro del marco legal que establece el Código de Faltas municipal (Ordenanza N° 7881), pasantías y trabajos comunitarios impuestos por los jueces de Faltas, con quienes hayan cometido infracciones consideradas graves. Es decir que, además de la multa e inhabilitación para conducir, los jueces podrán aplicar una sanción que consiste en una visita a la Terapia Intensiva y la realización de trabajos comunitarios.  

El convenio fue firmado por el intendente Juan Pablo Poletti y el director del Hospital Cullen, Bruno Moroni. Estas sanciones se pueden aplicar en casos particulares, cuando los jueces de Faltas lo consideren necesario como, por ejemplo, en caso de faltas graves como el resultado positivo en el test de alcoholemia, la corrida de picadas en la vía pública, las reiteradas infracciones, los conductores de corta edad que cometan faltas, entre otras.

El director del Hospital Cullen, junto al jefe de la Terapia Intensiva, fueron los impulsores de la propuesta elevada a la administradora de la Justicia de Faltas, Ana Caprio, y le plantearon la realización de un novedoso tipo de pasantía breve, que consistente en una visita a la Terapia Intensiva con el objetivo de que el infractor concurra personalmente al área donde se encuentran internadas personas con problemas o patologías como consecuencia de accidentes de tránsito.

El intendente Poletti consideró importante este tipo de acuerdo y expresó: “Además de estar pagando una multa, la intención es concientizar y cambiar conductas. Este es el espíritu de las jornadas en la Terapia Intensiva del hospital Cullen, donde van a acordar tareas que puede realizar el infractor”.

“Queremos crear conciencia acerca de esto que tanto nos apena cuando un adolescente o alguien tiene un accidente grave y lo lleva a tener secuelas, ya sea que lo produjo él o se lo produjo otro, pero de cualquiera de las dos maneras tenemos que tomar conciencia. Cuando me tocó ser director del hospital, y ahora en esta función de prever que no lleguen al hospital, es donde decidimos que a veces no solo la multa económica alcanza, sino ver la realidad de lo que sucede entre manejar tomando alcohol y no manejar y evitar eso que nosotros todos los días vemos en terapia intensiva”, manifestó Poletti.

Antes de cerrar, agregó: “Todos estamos convencidos que es una forma de concientizar y puede bajar la accidentología y así la mortalidad y las secuelas que deja, que muchas veces no se pueden contabilizar, que una persona quede invalidada para toda la vida por no haber tomado conciencia durante unos minutos antes de subirse al auto si había tomado alcohol o colocarse el casco. En definitiva, la meta principal es concientizar”.

Tareas conjuntas

El director del Cullen, Bruno Moroni, agregó: “Estas acciones son importantes porque los infractores pueden tomar conciencia en el terreno, si no se ve en el lugar lo que está sucediendo no se puede evaluar”. Luego contó: “Van a ser actividades en Terapia Intensiva donde se va a demostrar las repercusiones que tienen este tipo de situaciones y de eventos que van sucediendo. Son pacientes de un grupo etario, por lo general son jóvenes y esta concientización es importante y sobre todo por lo que genera a posteriori”.

Por último, la administradora de Justicia de Faltas municipal, Ana Caprio, aclaró que “se trata de faltas graves que son las elegidas por los jueces y fundamentalmente comprenderá a chicos de corta edad o que hace poco tienen licencia de conducir, alcoholemias positivas altas o con antecedentes graves, picadas en la vía pública entre otros”.

Además, recordó que este es el segundo convenio que el Tribunal de Faltas celebra; el primero fue con el hospital Vera Candioti. “No es nada fácil para los hospitales poder concretar este tipo de tareas, por eso lo quiero destacar; y una idea que nos dio el director del área de Terapia Intensiva es hacer este tipo de charlas cortas de modo de que el infractor pueda tomar una conciencia concreta de cuáles son las consecuencias específicas de los accidentes de tránsito”, dijo.

En este sentido, se van a dar charlas específicas, pero también trabajos comunitarios. “Son dos cosas diferentes. Una es la pasantía, que es una especie de escucha del infractor; y el trabajo comunitario consiste en tareas que va a desempeñar el infractor en el hospital, que pueden ser referidas al oficio del infractor o a las posibilidades que tenga. Pueden ser, por ejemplo, realizar tareas administrativas, pintar, o lo que acordemos, siempre y cuando lo disponga el juez y existan posibilidades dentro del hospital de materializarlas”, detalló Ana Caprio.

Metodología

El infractor recibirá una explicación de algún facultativo del hospital, sobre el tipo de accidente que tuvieron los internados, si fue en moto o en auto y con qué características. Luego, en una sala del hospital, se les brindará una charla con médicos especialistas sobre los accidentes y sus graves consecuencias en la salud que hacen que haya pacientes que deban ser derivados a la terapia intensiva. La pasantía dura una hora aproximadamente.

El trabajo comunitario es dentro del hospital, en las áreas en las que pueda desempeñarse según sus habilidades, acompañado siempre de personal del hospital, desempeñando tareas diversas, por ejemplo, en el área de estadísticas,  de ingresos de pacientes accidentados, elaboración de informes, entre otros.