En el marco de la XVIII Reunión Institucional de la Región Centro, los gobernadores de Santa Fe, Maximiliano Pullaro; Córdoba, Martín Llaryora; y Entre Ríos, Rogelio Frigerio, se reunieron para reclamar al gobierno nacional por la paralización de obras públicas, el rechazo a las retenciones al campo y un mayor federalismo.

La reunión coincidió con el traspaso de la presidencia pro témpore de la región de Santa Fe a Córdoba. Desde allí, Pullaro exigió al Gobierno nacional que “saque el pie de la cabeza” a las provincias productivas para permitirles generar trabajo y crecimiento económico. En este sentido, el mandatario santafesino también destacó la postura del bloque regional en defensa del “interior productivo” y pidió a la gestión de Javier Milei que finalice obras de infraestructura como los gasoductos y repare rutas para reducir los costos de producción.

Por su parte, Llaryora resaltó el avance del bloque como un “núcleo de poder” dentro de la política argentina y enfatizó la importancia de superar diferencias partidarias para abordar los problemas en común. En tanto, Frigerio subrayó que, durante la gestión de Pullaro, se logró frenar un posible aumento de las retenciones al campo, gracias a la unión de la región.

El reclamo de los gobernadores se enmarca en un contexto más amplio de preocupación por la falta de avances en obras públicas. Este martes, la Cámara de Diputados también abordó la paralización de proyectos en la Comisión de Obra Pública, avanzando en una interpelación al secretario de Obras Públicas, Luis Enrique Giovine, y al administrador de Vialidad Nacional, Marcelo Campoy, quienes no asistieron a la cita. El presidente de la comisión, José Herrera, advirtió sobre los efectos de la paralización, como despidos y judicialización de empresas afectadas.

A su vez, el gobernador de La Pampa, Sergio Ziliotto, solicitó al Gobierno Nacional la autorización para reparar más de 500 kilómetros de rutas nacionales dentro de su provincia. Ziliotto enfatizó que los recursos para estas obras ya existen, ya que son recaudados a través de los impuestos a los combustibles, pero no se destinan a la reparación de las rutas.

Este conjunto de demandas refleja una creciente preocupación en las provincias por la falta de inversión en infraestructura y por la necesidad de un mayor federalismo en la toma de decisiones políticas.