Parar el dolor: hijas de un casildense luchan por la Ley de Eutanasia
Néstor Ingaglio falleció el 5 de diciembre de 2021 tras padecer durante tres años un cáncer de próstata. Su historia no es una más, después de su sufrimiento y de la falta de contención que notaron en el Sanatorio Allende de Córdoba en donde estuvo internado, sus hijas y su mujer comenzaron una importante lucha por la eutanasia.
En el año 2019, Néstor Ingaglio, oriundo de nuestra localidad pero que se encontraba viviendo en Montevideo, se realizó un chequeo por algunas molestias y el diagnóstico fue preocupante: un cáncer de próstata que ya había comenzado a hacer metástasis por su cuerpo.
Si bien comenzó inmediatamente con los tratamientos, rápidamente la enfermedad hizo lo suyo. Además, la quimioterapia y los rayos lo debilitaron muchísimo. Durante ese período difícil su familia lo acompañó constantemente.
En el año 2021 Néstor concretó el proyecto de construir una cabaña en Córdoba y se instaló allí con su mujer, en Potrero de Garay. Apenas unos meses después de ese sueño cumplido falleció.
Sus hijas Georgina y Victoria estuvieron al aire de Radio Casilda en la mañana de este martes para contar la historia no solo de su papá sino de la lucha que la familia sostiene actualmente en búsqueda de una Ley de Eutanasia.
Ya internado y con un cuadro irreversible, Néstor sufría dolores insoportables y su familia comenzó a pedirle al servicio de salud que hicieran algo para apaciguar su sufrimiento. "Mi viejo sentía mucho dolor, fue mucho sufrimiento, pedíamos que aunque sea lo seden”, contó Georgina.
“La médica nos dijo que solo lo iban a tratar por la infección, le dije que mi papá no daba más y que por favor le diera algo, pero ella me dijo que no estaba dentro del tratamiento”, agregó. “La médica me dijo que moralmente estaba mal que pidiera eso y yo le dije que era lo que pedía mi papá”.
“Mi papá pedía morirse y nosotras pedíamos la sedación, ella nos daba explicaciones de por qué no pero no tenían sentido, no lograba ver el cuadro completo y yo todavía no entiendo por qué”, expresó una de las hijas de Néstor.
Durante esos días, la familia comenzó a ponerse firme en el pedido de sedación y sus hijas y su mujer empezaron a buscar información a través de diversos medios. Así llegaron al grupo de Facebook "Eutanasia: Derechos y Final de Vida" en donde encontraron profesionales y familias que pasaban por situaciones similares y que podían asesorarlas.
Así, se sumaron a la lucha social y legal que busca mejorar la Ley de Muerte Digna vigente en nuestro país. "Existe una ley que se llama de Muerte Digna que es justamente eso, aceptar o rechazar terapias de acuerdo al deseo del paciente", sostuvo. "Está la opción de una sedación paliativa, es importante que se sepa que está eso, que existen esas opciones. La ley es una eutanasia pasiva entre muchas comillas, no te van a dar las medidas necesarias para un suicidio asistido", aclaró.
Sobre las barreras con las que se encontraron al plantear las necesidades que tenía su padre en los últimos momentos de su vida, ambas hermanas coinciden en que se toparon con la ideología de la médica que los atendió. "Fueron cuestiones religiosas o morales de la médica. Sentimos que estaba obstinada con la cuestión", afirmaron. "No era su médico de cabecera y realmente no hubo contención, había una diferencia de miradas".
Al recordar los últimos momentos compartidos con Néstor, sus hijas expresan que "lo acompañamos durante toda la enfermedad, creemos que ese es el punto, acompañar".
"No se le puede decir a la persona enferma qué hacer o qué debería hacer o decidir sobre su vida", dijeron. "Uno tendría que poder decidir cómo terminar su vida”, cerraron.