Ángela Catalina Paolín ‘Lita’ de Boitano, madre de plaza de mayo e incansable defensora de los derechos humanos, fundadora y presidenta de "Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas", murió este jueves a los 92 años.

Con profunda tristeza, numerosas organizaciones y allegados confirmaron la noticia y la despidieron sentidamente en redes sociales, incluyendo a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

“Queridísima Lita, hasta siempre! Vamos a extrañar mucho tu sonrisa y tu alegría. Mis condolencias a los familiares y compañeros”, expresó la ex vicepresidenta en su cuenta de X, acompañando la publicación con una foto de ambas.

X de Cristina Kirchner

Boitano se definía a sí mismo como “peronista, hincha de Boca y feminista”, y fue uno de los grandes faros de la lucha por los derechos humanos.

Hija de italianos, nació el 20 de julio de 1931 en Buenos Aires, estudió en el comercial Antonio Bermejo y se crio en el barrio de Caballito.

X de Abuelas de Plaza de Mayo

En la cruel dictadura cívico militar, sufrió la desaparición de sus dos hijos, Miguel (en mayo del 76’, a sus 20 años) y Adriana (al año siguiente), lo que lo llevó a reunirse con otros familiares que se encontraban en la misma situación y crear una organización civil que tenía como objetivo la búsqueda de víctimas de la dictadura militar, desde 1976 hasta mediados de los años 80’.

Esta lucha incansable de Lita la llevó a que se presentarse tanto en iglesias, como en comisarías y juzgados; incluso, desde su exilio en Roma (Italia) y para continuar con la búsqueda, se vinculó con quien fuera el primer presidente de Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Emilio Fermín Mignone.

Los primeros en despedirla fueron los integrantes de la agrupación H.I.J.O.S.: “Tus historias para reír hasta llorar, la que cantaba y el mundo era mejor, la de los dedos en ve, las fotos de Adriana y Miguel Ángel. A donde vayas, todo el amor para vos”.

Desde Abuelas de Plaza de Mayo también publicaron un sentido comunicado, expresando la tristeza enorme causada por su pérdida: “Se ha ido una de nosotras, de allí el dolor que sentimos hoy. Ejemplo de fortaleza, comprometida con la justicia social y con el sueño de un mundo mejor, evocar su figura es ver pasar miles de imágenes en un segundo, que en buena medida son la historia de esta democracia, de la cual ella –junto con tantas otras y otros– fue una de sus artífices más virtuosas”.