Perotti y el relanzamiento solapado
El gobernador, sin hacerlo explícito, teje pensando en 2023 y se mueve evitando frentes de tormenta y construyendo más allá de su espacio.
Para la mayoría de los ejecutivos, el 2022 es el año bisagra para remontar las gestiones, fortalecerse personalmente y allanar el escenario para un 2023 electoral. El gobernador Omar Perotti entra en este lote de mandatarios que necesita relanzarse y se plantea hacerlo en los próximos días.
La semana que pasó fue para el santafesino el puntapié para lo que puede insinuar una reconstrucción. Arrancó oponiéndose al cierre de exportaciones de harina y aceite de soja dispuesto por el Gobierno, y, de esta forma, moldeó su perfil de peronista federal y productivista. No es la primera vez que lo hace, de hecho, el año pasado se opuso al cierre de exportaciones de carne y se ganó el enojo del presidente Alberto Fernández. Esta vez parece ser que la situación fue distinta.
Se encontró con Fernández el jueves, hablaron del tema y hasta figuró como mediador del espinoso tema, pero la rosca, aparentemente, va por otro lado. Los crujidos del Frente de Todos (FdT) tras el acuerdo con el FMI pusieron el foco en los gobernadores que bancaron el acuerdo, por ende al presidente, y pueden ser base para el 2023. Perotti tiene aspiraciones para ser parte de algo en 2023, aunque no está claro cómo o desde dónde. Sobre eso, en parte, rascó Fernández en el encuentro.
El rafaelino cerró el año con tensión con la Legislatura que le pateó el Presupuesto 2022 para Extraordinarias. Fue una muestra más de dos años agitadísimos en el vínculo. Este viernes, después de negociar algunos puntos y ceder otros tantos por parte del ministro de Economía, Walter Agosto, obtuvo la aprobación del Senado y logró los números para administrar el año.
Este era un tema que se planteó cerrar de una vez por todas para ir sacándose frentes de tormenta de encima. Probablemente encuentre allí la explicación de los millones que cedió para Rosario y Santa Fe en el Plan Incluir. Lo cierto es que le puso un tilde a la lista y se propone hacer lo mismo con las vacantes de jueces, una agenda resbalosa que complicó el vínculo con la Justicia.
De hecho, el titular de la Corte Suprema, Rafael Gutiérrez, no esquivó el tema en su discurso de apertura del año judicial y descargó contra el Ejecutivo y la Legislatura por no ponerse de acuerdo. Es que en noviembre pasado, el Gobierno envió 14 pliegos de jueces y la comisión de Acuerdos aprobó la mitad. El resto lo rechazaron o retiraron. Un episodio que hizo ruido por la poca cintura política demostrada, algo que buscará cambiar esta semana cuando envíe una docena de candidatos.
Una vez abrochado también este tema, Perotti se enfocará en nutrir su agenda y relanzarse, pero sin hablar directamente de relanzamiento. Ya lo intentó otras veces, incluso políticamente con el sello Hacemos Santa Fe que no terminó de hacer pie. Sin embargo, no se rinde en ese sentido y promete poner segunda con el espacio perottista en el marco de un peronismo desordenado que promete disputa interna.