Mataron a puñaladas a un policía y quemaron el auto para borrar huellas
Se trata de Ariel Andrés Aguirre, cuyo cadáver fue hallado ayer por la tarde en la parte trasera de su auto. El fiscal que investiga el caso, informó que "se trató de un asesinato consumado entre una o varias personas, a puñaladas, en la zona alta del tórax". Hay un sospechoso.
Un suboficial de la policía de Santa Fe de 26 años fue asesinado a puñaladas en un camino rural cercano a la localidad de Margarita y los atacantes colocaron su cuerpo en el asiento trasero de su auto, que luego incendiaron con la intención de borrar las huellas del crimen. En la misma noche, quedó detenido un sospechoso.
La víctima fue identificada como Ariel Andrés Aguirre, cuyo cadáver fue hallado ayer por la tarde en la parte trasera de su auto, abandonado sobre la ruta provincial 87S, a unos 7 kilómetros al oeste de Margarita, localidad situada alrededor de 230 kilómetros al norte de la ciudad de Santa Fe.
La noche del crímen detuvieron a un amigo de la infancia de Aguirre y mécanico de motos en el pueblo, A. F. "Aguirre había llevado la moto para que F. se la arregle, sin saber que éste celaba al extremo de su novia, una estudiante de la carrera de policía que también se relacionaba con su futuro colega”, reveló LT9.
Las fuentes señalaron que la presencia del automóvil, un Chevrolet Prisma, fue advertida por vecinos del lugar debido a que estaba en llamas, por lo que convocaron a la policía.
Cuando llegaron agentes de la comisaría 4ta. de Margarita y extinguieron el fuego comprobaron que en el asiento trasero del vehículo había un cadáver ubicado boca abajo y cubierto de sangre.
Poco después comprobaron que se trataba de Aguirre, un suboficial de la fuerza que prestaba servicios en la Policía de Seguridad Vial en la ciudad de Tostado y que murió tras recibir varias heridas de arma blanca en el tórax.
El fiscal que investiga el caso, Leandro Benegas, informó a los medios de la zona que "el médico policial constató que se trató de un asesinato consumado entre una o varias personas, a puñaladas, en la zona alta del tórax".
"Él o los asesinos pusieron el cadáver en el asiento trasero del vehículo y después prendieron fuego a la carrocería con claras intenciones de borrar todas las huellas del crimen", añadió el funcionario.
De todas formas, el fiscal aclaró que la oportuna intervención de vecinos y policías "permitió que quedaran incólumes las pruebas del crimen para ser analizadas".