La diputada nacional Julia Strada le dedicó un agudo análisis a la presentación que hizo el presidente Javier Milei, este domingo a la noche en el Congreso de la Nación sobre el proyecto de ley de presupuesto para 2025. “Todo parecido a lo que vimos en los '90”, dijo. 

"El eje central del discurso del presidente fue el blindaje fiscal –observó Strada–. Dijo que si la economía crece y mejora la recaudación respecto de lo previsto, bajará impuestos. Pero si cae la economía y la recaudación es menor a la prevista, va a ajustar las partidas de gasto “discrecional”, que es lo opuesto a “gasto automático”. Entonces, rubros como salud, educación y seguridad, que carecen de cláusulas automáticas, no aumentarán sus partidas, en el mejor escenario, o se ajustarán más, en el peor escenario. ¿Y qué es el gasto automático? Las jubilaciones, que post veto, las dejó congeladas", analizó la legisladora de Unión por la Patria.

Milei este domingo por la noche pronosticó para el año próximo superávit fiscal, crecimiento, dólar oficial a 1207 pesos  e inflación desacelerando hasta bajar al 18,3%. Un escenario del que la oposición real desconfía y entiende que existe solo en el imaginario del libertario.

“Milei sólo identifica una variable de la macroeconmía, el plano fiscal. En su interior, pareciera incapaz de distinguir el origen del resultado fiscal y su impacto diferencial en la demanda agregada. La reducción de la alícuota del impuesto a los Bienes Personales o los beneficios fiscales existentes para empresas y sectores que no lo necesitan, perjudican la recaudación y no generan mayores ingresos, mientras que la reducción de los haberes jubilatorios al mismo tiempo impacta negativamente en la recaudación. En efecto, las modificaciones fiscales regresivas profundizan y consolidan la caída de la actividad”, planteó la diputada este lunes en Sí 98.9.

En contraste con el rescate permanente que el mandatario hace del período económico digitado por Domingo Cavallo en los gobiernos de Carlos Menem y Fernando De la Rúa, Julia Strada marcó disidencia. “Los '90 debieran ser un aprendizaje en materia de la diferenciación entre déficit primario versus financiero. La financiación de la Convertibilidad con endeudamiento implicó un deterioro creciente del resultado financiero, que al final del día suponía incrementar el nivel de ajuste en el gasto y resentir la actividad. Entre 1992 y 2001, 8 de 10 años arrojaron déficit financiero, considerando que sólo 2 de 10 años habían tenido déficit primario. Tomar nota”, recomendó.

Al decir de la legisladora, Milei ya sabe que va en una encerrona de su propio criterio, que “no podrá crecer por el peso de la deuda que generó su propio ministro (Luis) Caputo!”, dijo. “La deuda del sector público traspasada del Banco Central al Tesoro con letras capitalizables (producto de los pasivos remunerados no resueltos de manera genuina, vía demanda de dinero) le permite saltear su propia regla (que involucra al déficit financiero como tope del gasto total), pero tarde o temprano este aumento del pasivo constituirá un serio problema para las cuentas públicas”, escribió Strada en la red social X.