El analfabeto político
Por César Malato (Militante Peronista y de la Ec. Social y Solidaria
Notable el texto que eligió Manuel Lopez Obrador para despedirse de la presidencia de México. "El analfabeto político " de Beltoldt Bretch, que refiere a un tema recurrente en nuestras columnas de opinión: el daño que provoca el analfabetismo político, más en estas épocas neoliberales y ahora anarcolibertarias.
El no decir, el no expresar, el callar políticamente. Esta indiferencia ante lo político, este silencio, solo favorece a quienes perpetúan la desigualdad y la crueldad.
La marcha universitaria y por la Educación Pública: la brecha intrageneracional
Sobran análisis sobre lo que fue y significa esta nueva marcha estudiantil y docente a lo largo del país. Una manifestación con una transversalidad política que abarca todo el arco ideológico, menos aquellos que no estuvieron y defenestraron desde el Gobierno a esta manifestación política.
Para los Parlamentariosesta marcha tiene un significado crucial: la juventud al frente, luchando por sus derechos, todo el sistema educativo superior expresando en la escena pública -las calles, los medios, los claustros- su total desacuerdo con la destrucción devla educación pública que se llevan adelante con las políticas del Gobierno.
Sin embargo, se siente un vacío notable: la ausencia de quienes tienen entre 30 y 50 años. ¿Dónde están? Esta generación no estuvo presente. Y, a pesar de esta ausencia, lo que sobra es alegría. Las juventudes se reconocen entre ellas, comparten alegrías y convicciones, sabiendo que su lucha es por el futuro.
El ataque a los derechos cívicos y sociales
Los que no estuvieron en las marchas son casualmente quienes conciben e implementan las políticas de la crueldad. Hay un ataque desordenado, simultáneo y cruel a todas y cada una de las políticas que simbolizan derechos laborales y sociales.
Pero este mismo ataque es lo que engendra la semilla de la resistencia, la que germinará en una alternativa institucional.
Es en esa semilla donde están puestas nuestras mejores energías y esfuerzos. Marchamos hacia un mejor gobierno y, con esperanza, hacia un mejor vivir.
El Estado ausente y el Estado presente
¿Cuál es la síntesis de todo esto? La necesidad de un Estado presente. Un Estado que auxilie a quien se cae, a quien no puede valerse por sus propios medios. Necesitamos construir estatalidad desde la austeridad de los actos de gobierno, pero sobre todo, desde la justicia distributiva y la inclusión con derechos.
El Estado somos todos, no es patrimonio de unos pocos. El Estado es el que armoniza intereses, especialmente en una época de hegemonías agresivas y excluyentes. Esta es la batalla que debemos librar: por un Estado que garantice justicia, equidad y derechos para todos.
Mueve la Dama: Cristina Fernández de Kirchner
Rápidamente, Cristina ha recuperado la centralidad política con arte y paciencia estratégica. Esto es parte del arte de los/las Conductoras. Recordemos a Perón, que tras 18 años de exilio volvió a la presidencia de Argentina a los 74 años. Una de sus frases favoritas: “Detrás mío vendrán, los que buenos me harán”, expresa genialmente la necesidad de permitir-en términos políticos- la brutalidad y la torpeza del oponente.
A Cristina le bastaron apenas tres o cuatro movimientos para pararse en el centro del ring. Y allí está, recibiendo golpes no solo de su oponente, sino también del árbitro, de la televisión, del público, e incluso del que acomoda el banquito en la esquina.
Para muchos, su regreso significa la reaparición de la "chorra", la "puta", la "montonera", la "ladrona". Para muchas y muchos de nosotros, significa la reaparición de la esperanza. El amor que vence al odio. El símbolo contemporáneo del "fifty-fifty".
Reapareció nuestra voz en medio de la ausencia notable de voces con estatura y sabiduría. Y con ella, también reapareció el camino que nos ayudará a construir una salida a tanta desazón, tristeza y crueldad.
Día Nacional del Mutualismo
Como cada primer sábado de octubre, celebramos el Día Nacional del Mutualismo. Un movimiento nacido para que las comunidades resuelvan colectivamente y de manera solidaria sus necesidades. Y, como tantos otros derechos que hoy nos parecen inalienables, fue instituido por el decreto 22.946 en 1945.
Un recordatorio de que las conquistas sociales no llegan por casualidad, sino como resultado de la organización y la lucha.